LA VERDADERA
PALABRA DEL MUDO
(debate con
notorias ausencias e incomodos silencios)
Hugo Del
Portal
Hace algunos
años atrás, la fundación Konrad
Adenauer, promovió un concurso de cuentos adaptados para la televisión a nivel
Latinoamérica.
Quizás poca
gente sepa que competimos con países como México y Argentina es donde el nivel
de producción nacional es de mayor y mejor inversión. Pese a eso, los primeros
puestos los obtuvieron “La agonía de Rasu Ñiti” de José María Arguedas y “Las
botellas y los hombres” de Julio Ramón Ribeyro.
Las
actuaciones sobresalientes de Luis Álvarez y Jorge Guerra han quedado grabadas
en mi memoria con el orgullo adicional que los guiones fueron adaptados del
trabajo de dos grandes escritores peruanos.
Esto es un indicativo
que con la gente adecuada somos capaces de construir el éxito y que si hubiese
una voluntad superior al deseo de embrutecer gente, nos preocuparíamos –por
respeto a quienes han obligados a gastar millones en un innecesario proceso de
revocación- en hacer una seria exposición de motivos (de eso se trataba el
debate de ayer)
Ahora suena
a bolero: ausencia de motivos, más allá de lo que se filtra desde esa coladera
de zafios que es el comité de la opción del caos y el desgobierno.
Los que se
retractaron, ya venían haciéndolo desde hace días porque las intervenciones
escritas que les proporcionó la anencefálica asesoría del mudo y del panzón Mr.
Cash, era de una injuria que rozaba con la inmundicia de lo más ruin.
Difamación de la mala.
Dicen que el
abogado (que gracias a su talento como defensor le consiguió treinta años de
cárcel a una conocida folklorista) espetó, yo no soy un doberman,
En alusión
al negocio de canes amaestrados que hace años maneja el silencioso chiclayano.
Quizás por eso su combi revocadora se confunde con las camionetas de las
veterinarias en donde se baña y aliña a los perros, además de entrenarlos para
la defensa personal o de los bienes.
En la
revista Vela Verde, se preguntan hoy, si Marco Tulio trabaja por el No.
No, el Si es
su negocio, pero para disfrutarlo no puede pasarse una temporada en San Jorge, y que –en su juego taimado-
prefirió salir con una de sus frases, de esas que ya componen la historia
universal de la infamia (sí, soy impresentable y qué? Fue la de ayer) y evitarse una demanda penal
al exponer en el debate (que demandaron con la urgencia vulgar que los
caracteriza) y luego poner al Concejal Pablo Secada a polemizar –como el mismo
dijo- con el hombre invisible que en realidad es la verdadera cara del revocador
tramposo y sin motivos de peso.
Esta es la
palabra del Mudo, sino son agravios, no hay argumentos porque robar no es una
especialidad académica, es un delito que en los políticos resulta un crimen de
lesa humanidad.
El Sr
Castañeda no solo tiene el lío de
Comunicore (donde está por decidirse si lo incluían como acusado porque el es
tan eficaz que sus gerentes robaban y no se daba cuenta, a el se le paseaban
las tortugas) tiene cincuenta mil chifas de gestión, líos que van desde como
obtiene los financiamientos (con mordida), la construcción de obras que se
hunden, se caen, se quiebran y que no tienen la garantía del contratista, (porque
las cartas fianzas eran inventadas, eran de organismos no autorizados por la
Superintendencia a dar este documento de garantía), o porque firmó contratos
que más que huella digital tenían su uña negra clavada y que una gestión
honesta y transparente, que atrae inversión privada porque la decencia de su
alcaldesa es una garantía y porque la solución de los grandes problemas de
Lima, va por la recuperación de la dignidad del vecinos, su inclusión, y su
reinserción en muchos casos es lo que hace una ciudad eficiente y
verdaderamente de todos.
Sin cultura
y formación, seguiremos lanzando botellas plásticas desde las ventanas de los
ómnibus de transporte público, así como
seremos presa fácil del cohecho y de la coima, porque lo que esta
administración quiere recuperar es valores que nos harán interactuar con la
ciudad como seres responsables.
Si, aun
sabiendo lo que ha dejado El huno Castañeda y su gente como saldo de su
gestión, seguimos repitiendo esa frase cínica y estúpida, del “no importa que
robe mientras haga obra”, dejaremos que el verdadero gran revocador, El panzón Mr.
Cash, ponga la piedra angular para su
tercera re-elección, y se termine de llevar lo que queda del país, concesionar
las veredas y las avenidas y confiscarnos el derecho de una ciudad ordenada y
equilibrada, para todos, habremos
claudicado del futuro que nos merecemos.
Aquí se
juega la reserva moral del país, de la ciudad.
Estos
improvisados impresentables que vinieron con textos escritos a remarcar con trucos
refritos de campañas anteriores (ya Hugo Otero quemó sus últimas neuronas chilenas) y que nos
mostraban a esa señora realmente fantasmal, como una muñeca de ventrílocuo, sin
vida, en su real dimensión, es una muestra más que –como ya han escrito
Hildebrandt y Tafur- García se la juega este domingo y al parecer los excesos
de litio sour y otras sustancias no muy santas, lo han convertido del Dartk
Vader, de la política local a un Jabba el Hutt que se ahorcara con su propia
cola.
La cola que
identifica a todos los que son como el,
tan proclives al gusto por lo ajeno.
Y si es del estado, mejor.
Usted
deciden:
40 veces No,
es convocar una ciudad mejor para todos, es creer en una vida limpia y digna.