SOY UN ANIMAL

Mira quien habla

por Chachi Prado

Aunque nuestros impresentables padres (y madres de la patria) colaboran bastante con su natural estupidez y su clásica sinverguencería no me cabe la menor duda que este cargamontón contra la inepta oposición viene de los afanes reeleccionistas del gobierno y del panzón García. Chanchirafa para los amigos.

Y es que si Doña Lulú empezó el culebrón al tratar de justificar su injustificable defensa legal de un obvio narco (asunto que mezcla su chamba con sus ambiciones políticas poco afortunadas) las payasadas de la semana pasada nos obligan a escribir unos líneas que hubiéramos preferido no escribir porque si alguien inventó el sistemático y destructivo descredito del poder legislativo fueron las hordas plumíferas de la rata nipona Fujimori y su carnal el Doc Montesinos, ambos presos pero dejando como legado su estilo de manejar el tema político de marras.

Recuerdo al buen Javier, aunque nunca fue mozo decidimos darle una mano para que se ganara unos cobres jugándola atendiendo mesas en el Café. Tenía un sueldo y si la hacía bien, podía levantar buenas propinas. Pero Javier tenía un problema del carajo. Cuando agarraba un trago no soltaba el boleto por varios días y se desaparecía de la chamba. Luego volvía con su verguenza de alcohólico arrepentido y como era buena gente (y uno también es humano y tiene su corazoncito) lo disculpabamos no sin antes reprenderlo y haciendo que nos jurara que no se iba a pegar un Calí Pachanguero otra vez. Yo sabía que era en vano, porque la hizo varias veces hasta que se le ocurrió pegarse esas trancas de una semana cuando yo andaba de vacaciones. El Jefe de personal fue implacable y lo despidió sin que le tiemble la mano, ni lo entibie la simpatía.

Javier vivía en San Bartolo y a los pocos días llamó su abogada pidiendo su reposición. En ese entonces no era congresista y se vendía como defensora de los trabajadores (algunos recordarán que aparecía en un programa del canal once de los Palermo y ofició de representante de los trabajadores despedidos del antiguo programa de la Sra Medina del canal dos) . Me refiero a la Dra Sasieta, la señora ley, una tía media tacuchi que ventilaba unas piernas flácidas mientras resolvía telefónicamente consultas sobre derechos laborales.

Ahora resulta que la doña en cuestión había resultado mas abusiva que el niño mas grandazo del nido. Y no tengo dudas en que trataba a patadas a ese pobre ser humano que confiesa haberle lavado cinco veces los pies mientras mezclaba unas labores aún no bien definidas de secretaria, asesora y pedicurista en training. Y todo por misios 1200 mangos. Se que la Sra Medianero -en aras de su venganza personal-ha exagerado el drama pero me es imposible aceptar las elaboradas excusas de la Dra Sasieta a quien reconozco como la prepotente y malcriada que llamó al Café a lanzar amenazas contra la empresa como si nos pudiera lornear semejante jamona.

Encima le entrega muy dadivosa y graciosamente el celular, por el que pagamos todos los peruanos, para uso congresal, a su actual marchante, un tal Fausto Del Castillo (ignoro si es pariente del Picapiedra que cuando fungía de Alcalde de Lima compró leche en polvo con gorgojos) como si tuvieramos la obligación de pagarle el blablablá al que le mueva los frejoles. La sóla imagen de esta situación íntima es francamente terrorífica y acaba de dejarme impotente y anoréxico de por vida.

Pero nadie se atreve a decir que esto ocurre diariamente en muchas empresas que tratan igual de mal a sus empleados, a los que contratan en horarios de galeote, con sueldos miserables, y sin planilla y sin gratificaciones y sin seguro social y a los que zarandean en nombre del librealismo salvaje impuesto desde los años 90.

¿ Ejemplos ? Ripley, Saga, Cencosud, la Tinka o Telefónica (para mencionar compañias extranjeras) o pequeños negocios como las Opticas del Jr Huancavelica o de la Calle Pardo de Zela en Lince en donde se chambea en negro por mas de doce horas diarias. Asi se estila gerenciar en este país de explotadores.

Pero tenemos en mente unicamente lo que nos quieren vender. Y de estas cosas tenemos que ocuparnos, como si la pequeñez moral de la Dra Sasieta fuera importante para alguien.

El otro diamante en bruto de esta joyería parlamentaria es el Sr Pando, digno representante del fujimontesinismo, a quien han salido a defender todos los de la banda del japonés (que se rascan los belines en el hemiciclo) luego de que su extraviada y bastante loca mujer le pegara una hincada a tan sólo unos centimetros mas arriba del poto por nadar en las aguas de infidelidad (real o inventada) y a quien su señora esposa tandeaba como si fuera su malvada madrastra, o el hombre su doméstico sparring.

Y parece que lo gomeaban hace tiempo por lo que consideramos que semejante pelotudo a la vela merece la puñalada certera (y trasera) que le aplicó su media naranja porque si en este páis machistazo tu jermu te pega es que eres un modelo de cojuda perfección, de boludez indomable, de baboso genial, pero...

¿ Tenenemos que ocuparnos de estas cosas ?

Lo de la cocalera metida a narcotraficanta ya es una cosa mas seria aunque es menester aclarar que hay una frontera muy sinuosa entre ambas actividades, y nos van a disculpar los nacionalistas pero su parlamentaria huele al Cartel del Alto Huallaga. Por lo tanto el light de Humala debe tomar distancias sino quiere terminar de incendirse en beneficio de la reelección del gordo Catrasca que ante semejante circo se frota las manos y vuelve a tratar de meter su grasosos dedos en la selva (con unos decretos que filtran mientras nos ocupamos de ver qué pasa con los hermanitos Bracamonte y las miserias congresales) y sigue armándola con sus amigos tagarotes para ver su posible tercer mandato o construir el camino de sus posibles sucesores, que tendrán la evidente chamba de tapar los ingentes desarreglos que esta causando esta administración que ya parece la escena de los piratas abordando el barco enemigo y levantándose hasta los calzoncilos del abuelito porque estos señores si que saben llevarsela todita.

Y nosotros nos vamos a seguir ocupando de ellos y de sus intragables ministros que llegan a ganar experiencia en la cartera (porque no saben nada del tema, tipo Rafaelito Rey que se dedica a contar los muertos mientras orquesta como remata los cuarteles a las constructoras de su jefe el Dioni) o a la de potable y manducable Mechita Araoz que pasa del fajín de Comercio Exterior al de Producción para completar el negocio con una faena redondita (mientras se prepara para candidatear a la Alcaldía de Lima con un reencauche que al parecer incluye banda gástrica)

Que siga la campaña. Esperamos que a los compañeros nadie les haya lavado nada y que sus bigotudas esposas (o esposos según su conocida y variada opción sexual) no los hayan tandeado porque Claude Maurice debe saber que si hay partido con vínculos históricos con todo tipo de mafia, especialmente las dedicadas al exquisito negocio de las drogas, ese es el Apra, mi ladrador perro de chacra.

Para hablar tan conchudamente por lo menos deberías haber dado el ejemplo.

Así que calladito se te ve mejor.

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