sábado, 17 de octubre de 2009

ESQUELETOS EN EL ARMARIO


Loco por Telefónica
por Hugh Player
Si hay alguna empresa que refleje la enormidad terrible de la crísis mundial sin duda que Telefónica (de la madre patria) se lleva el primer lugar en su ya descomunal pésimo servicio. Porque sólo esa angustia que produce la baja en los fondos puede ensuciarle el fondillo al reino tan patéticamente que busquen asaltarnos sobre la cotidianeidad de atracos y arrebatos que perpetran en cada factura que emiten.
Me llega una supuesta conexión por treinta y tantos mangos, la protesto por el fono ante una aburrida señorita (de una de esas empresas que contratan para tercerizar su ya bastante pobre atención) y a los pocos días me envían una carta en donde deniegan el reclamo (mismo tribunal tramposo de la época de las colonias) y me informan que la supuesta conexión (que nunca solicite y que nunca se realizó) ha procedido a ser desactivada (osea borramos las pruebas, el cuerpo de Benito como diría el chavo del ocho) y me conminan a presentar, personalmente, una carta en en uno de sus centros de reclamos (que andan tan atestados que habría que dedicarle un día de chamba para hablar cuatro tetudeces con otro moticuco bored of her life) para que al final de la jornada y con la imparcialidad prístina que los caracteriza me enyuquen sin posibilidad de pataleta.
Naturalmente que todos sabemos que hace bastantes años esta compañia aceita y engrasa a las autoridades pertinentes para mantener este pillaje descarado y que gracias a su monopolio prohibido nos tienen agarrados de las guindas hasta el arribo del próximo nacionalismo verdadero que de cuatro tabazos en el cóxis los ponga en órden, empezando por quitarle las tarifitas básicas y enseñándoles a no andar estafando al usuario con programas que van desde martirizarlo a diario para venderle todo tipo de trafas como dúos o tríos, decofidicadores de mil soles para levantar una señal de cable (que por la saturación de los clientes en exceso y los piratas de la misma empresa que contratan para realizar el servicio y que al no contar con bases técnicas apropiadas, nos mandan una señal pobre y realmente miserable como para país del quinto mundo.
Eso para no hablar de cuando se les ocurre suspender sin aviso el envío de las revistas y los recibos (con lo que nos obligan a sus fucking colas en el centro de pago) o de la velocidad "virtual" del servicio de internet mas lento del mundo en el que supuestamente te dan mil cuando no pasa de cien.
Qué podemos decir de Telefónica española que no la emparente con los ladrones que llegaron vestidos de conquistadores (en estado de barbarie inminente) y que nos demuestra que en Europa, esos ibéricos tipos (que sólo sirven para toreros, curas o maricones) son los euracas mas frescos del viejo continente.
Que se enteren que aquí no los queremos mucho tampoco y que debajo de las raíces esperamos pacientemente el momento preciso para proceder a su inminente desalojo.
Y no pienso pagar ni un joraca. Apúnten chapetones.
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