En la cancha se ven los jugadores
por Hugo Del Portal
Año nuevo, vida nueva. Así dicen y eso esperamos.
Porque, por más mochilitas -con bomba escondida- que nos deje el antecesor (la gestión anterior) tendremos que marcar la diferencia real cambiando esas cosas malas, esas costumbres de genesis fujimorista -tan dañinas y adictivas- que ni siquiera la gestión de Don Valentin Paniagua (que a nuestro modesto entender debió gobernar un periodo presidencial completo) pudo modificar.
Porque si el país agoniza en la más espantosa anomia social de su historia, si se ha convertido en una republiqueta para la lavandería de dinero sucio, si la gente se pone cada día mas angurrienta y mas burra y si vamos en camino a ser el próximo narco-estado del mundo contemporáneo es porque nosotros mismos lo permitimos y dejamos que pasen estas situaciones autodestructivas porque conviene a los mezquinos intereses que nos recitamos a diario como si fueramos monjes tibetanos cantando las sutras que nos ha tallado la fenicia conciencia del metal.
Es la hora de Susana. Es la hora de la gente de Fuerza Social -que bien ha hecho en separarse de movimientos de izquierda gremiales o regionales sin peso electoral- para tomar en serio ésta labor en cuyo éxito nos la jugamos todos los que deseamos que la historia cambie evolutivamente por la arm,onía general.
Pensamos que la postulación de su plancha presidencial y de las listas congresales pueden significar un grave revez, pero que no puede dilapidar lo conseguido en el trabajo municipal o regional, mas aún, cuando la esperanza de un pueblo necesitado, postergado y jodido hasta el límite que puede aguantar (siempre a punto de explotar) está puesta en su buen desempeño, en su manejo transparente, en la corrección de sus actos de vida, en la imposibilidad de llegar a caviarizarse.
Porque ese es el riesgo y el dejar de corregir los procesos irregulares para beneficiarnos de la continuación del error es cambiar la ideología por un caviar (de salmón, el baratito nomás) con galletas de soda nacionales, y el futuro de las ideas en las que creemos, por unos cuantos tragos de Stolichanaya con jugo de naranja (de tetrapack) y hielo en cubitos Bells.
Ahora sí, me voy a enterar. ¿Vote bien?. ¿Hicimos bien en este blog al hacer campaña por Susana? Creemos. Queremos creer que no nos equivocamos.
O para variar, sufriré la misma decepción de Tetro (*) desencantado del mundo sin remedio y haztiado de un sistema que se mueve sólo por la inercia de las ambiciones.
(*) Película de Francis Ford Coppola mal titulada Desaparecido. -------------------------------------
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