Fue a visitar al Sai Baba hasta la lejana India...y no aprendió nada. Sigue creyendo que en la vida se gana fácil aplicándole a los feligreses un buen bururú aunque en el interim nos traicione el inconciente y terminemos ocupandonos de las madres solteras seviciadas cuando la señorita que nos quitó el mariachi esta justamente, precisamente por dar a luz una criatura de origen adulterino ¿O la producción del programa tiene el sindrome de la solidaridad con la amiga venado?.
Invitada por el panzón sicalíptico que tenemos por primer ciudadano vestirá las viejas, mohosas y acaso oxidadas lentejuelas de antaño y amenaza bailar con el chanchirafa cantándole -como hacía Marilyn con Kennedy- el "happy birthaday Mr President". Dicen que la causa es buena y sinceramente esperamos -por la gente del hospital San Juan de Dios- que tengan mucho exito, pero de ahí a que volvamos a sufrir viendo este demagógico espectáculo hay, sinceramentre, varios años luz.
Y menos si nos amenazan con una danza de semejante par de pesados: la tía madurita bastante latosa y el obeso mandatario pegándola de buena gente cuando todos sabemos que es un tremendo pendeivis.
Ahora, ¿No sería mejor que el estado destine una de esas tantas partidas que usa para pagar las frescuras mas grandes -como el blueberry de los congresistas- a la caja de esta clínica que tanto ha ayudado a los más pobres o entregarles la mitad de la plata que se invierte en una innecesaria publicidad estatal en los medios privados?
¿Cuándo será el día en el que veamos que en este país se actúa con un milímetro de criterio y equidad? Quizás en el tiempo en que entendamos de verdad que en una sociedad justa la palabra caridad no existe en el diccionario.
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