La chica rubia y su cámara perdida Se la llamó Tiffy Todlepoo, pero todo fue parte de una estrategia de márketing para publicitar una página pornográfica.Las fotos en las que se va de vacaciones con sus amigas, fue un elaborado engaño.
La historia comenzó con unos jóvenes que encontraron la supuesta cámara y publicaron las imágenes en facebook.com, para que la mencionada muchacha los ubique y se la devuelvan.
El tema hizo que numerosos blogs y foros discutan si era un montaje o una historia real.
La persona que subió las fotos a Facebook se identificó como Craig Radford y dijo que tenía la esperanza de encontrar a la joven.La historia causó que en Google se abran foros de debate y galerías de imágenes de la protagonista de esta historia.Los diarios ingleses Daily Mirror y The Sun tachan de falsa esta historia, asociándola a una campaña de marketing de webs pornográficas.Tiffy Todlepoo despertó el interés de todos en la Red.
Se pensó, incluso, que Tiffy olvidó su supuesta cámara en un lugar de Inglaterra.
El desenfado con el que posó aumentó las sospechas de que se tratara de una campaña publicitaria. Aunque esta historia haya acabado en una simple, pero ingeniosa, campaña publicitaria, muchos pudieron disfrutar de las imágenes.
La historia comenzó con unos jóvenes que encontraron la supuesta cámara y publicaron las imágenes en facebook.com, para que la mencionada muchacha los ubique y se la devuelvan.
El tema hizo que numerosos blogs y foros discutan si era un montaje o una historia real.
La persona que subió las fotos a Facebook se identificó como Craig Radford y dijo que tenía la esperanza de encontrar a la joven.La historia causó que en Google se abran foros de debate y galerías de imágenes de la protagonista de esta historia.Los diarios ingleses Daily Mirror y The Sun tachan de falsa esta historia, asociándola a una campaña de marketing de webs pornográficas.Tiffy Todlepoo despertó el interés de todos en la Red.
Se pensó, incluso, que Tiffy olvidó su supuesta cámara en un lugar de Inglaterra.
El desenfado con el que posó aumentó las sospechas de que se tratara de una campaña publicitaria. Aunque esta historia haya acabado en una simple, pero ingeniosa, campaña publicitaria, muchos pudieron disfrutar de las imágenes.
Apareció en Internet y varios se comieron el cuento. Una jugada de los vendedores de lascivia para un numeroso público dispuesto a creer, aceptar y comprar. Hablar de la terrible obsesión de los seres humanos por el tema sexual es por demás redundante y sigue siendo la gran tarea pendiente de la humanidad el desprenderse de esta adicción adrenalínica por la calateada ajena. El imperio de los sentidos, de la carne, de la genética descendente sobre el mundo espiritual y la incesante busqueda de una verdera liberación es hasta ahora como amarrarse los zapatos con guantes de box puestos. Sino comparen las visitas que esta noticia de pacotilla provocó en la página de Facebook. Nada asegura la asistencia a una reunión de machos como asegurales el premio de una mujer, señalaba el maestro Ribeyro en una de sus novelas. Si usted quiere que su blog sea bastante visitado y conocido, una recomendación: ponga calatas. Un gol.
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