sábado, 8 de septiembre de 2007

SOLO UN INSTANTE PARA MADDIE













'Maddie' puede haber muerto de una sobredosis de somníferos
La Policía portuguesa sospecha que los responsables de la supuesta muerte de la niña británica son sus padres, quienes han rechazado una oferta para autoinculparse y podrían ser detenidos.
La Policía de Portugal maneja nuevas causas de la posible muerte de la niña británica Madeleine McCann. La hipótesis que más fuerte suena en estos momentos es que Gerry y Kate McCann, los padres de la pequeña, pudieron administrar somníferos a sus hijos y que Maddie pudo morir por una sobredosis.
Así lo revela hoy el diario español El País, que indica que estos son los nuevos indicios en el caso de la misteriosa desaparición de la pequeña de 4 años el pasado 3 de mayo en Algarve, Portugal. Empero, la portavoz de la familia, Justine McGuiness, lo negó rotundamente.
"Les pregunté sobre los somníferos y su respuesta fue que ni les dieron esa noche, ni les darían nunca. Kate está horrorizada de pensar que alguien pueda creer que mató a su hija" dijó Justine y añadió: "Les pregunté sobre los somníferos y su respuesta fue que nunca les habían dado, ni les dieron esa noche, ni les darían nunca."
De otro lado, la BBC informó que los padres de 'Maddie' han rechazado una oferta de la Policía portuguesa que les garantizaría una pena de solo dos años de prisión si confiesan su implicación en la presunta muerte de la niña.
LOS DECLARAN CULPABLES. En tanto, la policía declaró hoy sospechoso al padre de Madeleine , Gerry McCann, en la desaparición de su hija, tras interrogarle más de 8 horas y después de hacer lo mismo con su mujer, Kate McCann, anunció su abogado, Carlos Pinto.
El letrado declaró, al abandonar las instalaciones de la policía con Gerry, que éste y su esposa, Kate, han sido considerados sospechosos, aunque salvo la obligación de comunicar sus ausencias "tienen total libertad de movimientos". Se supo que ambos podrían ser detenidos en las próximas horas.
Como todo crímen que involucre una criatura de tan corta edad, no deja de intrigarnos y sacudirnos la conciencia esta desaparición de Maddie Mc Cann. Pensar que existe la remota posibilidad (según las investigaciones de la policia portuguesa) de que los padres pudieran haber participado en este hecho de manera culposa -y que al tratar de deshacerse por un rato de la niña dándole unos sedantes para que se duerma- se hubiera producido un asesinato involuntario me causa reales escalofríos. Este es el mundo moderno en que vivimos en donde la bendición de un hijo se convierte en un problema económico o en un estorbo para nuestros pequeños y miserables placeres. Hay gente que evita el concebir una criatura hasta estar solidamente logrado y establecido y cuando por fin consiguen su babosa tranquilidad económica están muy viejos y muy tristes y nunca llegan a conocer al ser más extraordinario que un hombre o una mujer pueden conocer: su reflejo biológico, su prolongación en la tierra, su sangre viviente, su hijo. Respeto a quienes deciden no prolongar su estirpe por razones de trascendencia en el campo en el que se esten desarrollando como forjadores de una historia diferente para la humanidad. Eso es otra cosa, aunque también es un camino solitario y sin la alegría de vivir la paternidad. Pero en los casos en que se nos otorga el don de la vida para vivir la experiencia cualquier negación o descuido sólo es un sintoma de la mas fuerte y obstusa inconciencia. Aún espero que Maddie este viva. Que se demuestre fehacientemente la inocencia de sus padres (como sea ahora deben estar sufriendo de manera espantosa). Y que cualquiera que sean los hechos definitivos nos conduzcan a un pleno entendimiento de la naturaleza humana y su extraña fascinación por todo aquello que no tenga la menor importancia.

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