Hace unas semanas me escribió un anónimo defensor de una congresista sospechada de tránsfuga y cuya numerosa familia se había enquistado en la chambita pública. Pese a que lo invite con cordialidad a desmentir la noticia que comentamos del diario La Primera, el Sr Anónimo me finteó con poca habilidad y no pudo responderme con claridad. Invitado a inscribirse para que siga ejerciendo su patética defensa, el plumífero(a)desapareció del mapa y no he vuelto a saber de el o de ella. Pero (¡OH, OH! ¡MARAVILLA!) cuando uno sigue las noticias se encuentra con una nueva perla de la legisladora . Esta vez no fue a votar por la censura a Alva Castro. No sé si faltó o se licenció o simplemente tenía una invitación para ir al cine a ver el estreno de "traición en el hemiciclo" . Conste que esta Sra es la Presidenta de la Comisión de Ética. ¿Ética? ... ¡mis polainas! -diría Homero Simpson. Ahora los anónimos defensores de la congresista (sospecho que es ella misma, excitadísima jugando a que algún paisano la defiende) pueden razgarse la vestiduras. Era obvio, microbio, gallina que come huevo (y huevo del APRA, todavía) aunque le quemen el piquito.
CARTAS DEL DOLOR
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Te siento, mi piel temblorosa te extraña,
Te siento, en el dolor de la resaca moral que producen mis palabras como
disparos sin sentido. Mis injusticias...
Hace 2 años
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