Revelaciones de una encuesta por Cesar Lévano (*)
La resonante encuesta del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica arroja luz sobre aspectos poco vistos, o incluso ignorados, por los analistas. En nuestro examen de ayer señalamos una segmentación de clase en la opinión pública: en el nivel socioeconómico alto, la desaprobación es relativamente baja (sólo 48%), pero en el nivel medio sube a 66% y en el más pobre alcanza a 70%.“Cada cual habla de la feria según le va en ella”, reza el viejo refrán. El sondeo reafirma esa descarnada verdad. Los más pobres son los más descontentos. Por eso, reiteramos, la repulsa a García es en verdad una condenación a la política económica y social neoliberal que él aplica, en abierto continuismo del antiperuano Alberto Fujimori y el gringo con piel de cholo Alejandro Toledo.En ese plano político general se ubica el malestar presente por el alza de los artículos de consumo popular. Ayer me encontré de modo casual con un distinguido intelectual aprista. Me dijo él: “César, ¡cómo no va a haber descontento si el kilo de camote, que estaba a tres por un sol, ahora cuesta dos soles y hasta dos cincuenta!”. “Lo sé, porque yo hago la plaza”, concluyó.Hacer la plaza. He ahí una actividad provechosa para los jefes de familia (y para los solterones); pero que es un ejercicio ineludible para las amas de casa. Eso explica por qué en la encuesta de la Católica el 68% de las mujeres de Lima desaprueba la gestión de García, mientras que sólo 58% de los varones opina en igual sentido.En los resultados de esa y otras encuestas hay que explorar, pues, el sello de clase y también el de género. La encuesta que comentamos explora un área que tiene aristas económicas e ideológicas. Es la que se enfoca a través de una pregunta con respuestas sugeridas:“¿Con cuál de las siguientes ideas está usted más de acuerdo?”.La primera respuesta dice: “Promover una mayor participación del Estado en la economía es la única forma de que el Perú pueda desarrollarse”.El 51% de las mujeres aprueba esa idea, sólo el 42% de los varones lo hace. Como era de suponerse, sólo el 33% de los sectores A y B está de acuerdo; pero en el sector C el acuerdo llega a 50% y en los D y E, a 49%.¡Oh divina sorpresa! Las mujeres de todos los segmentos sociales suelen coincidir con la opinión de los más pobres.Ocurre igual ante otra respuesta sugerida: “Promover la economía privada de mercado es la única forma de que el Perú pueda desarrollarse”: 49% de los hombres aprueba; sólo 36% de las mujeres concuerda. En el nivel A y B, 58% aprueba; pero en el C sólo lo hace el 39%, y, aún más, en el D y el E, sólo el 36%. He ahí una pasional lección de economía, sociología y estudios de género escondida en los fríos cuadros de una encuesta.
(*) De su columna en el diario La Primera.
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