El Congreso rechazó la moción de censura contra Alva Castro
La iniciativa no prosperó al no alcanzarse los 61 votos requeridos. El resultado final fue 51 votos a favor, 30 en contra y 10 abstenciones.
El Congreso de la República rechazó esta tarde la moción de censura presentada por un sector de la oposición contra el ministro del Interior, Luis Alva Castro, quien hace dos semanas fue interpelado por la cancelada adquisición de 698 patrulleros chinos, así como por la compra de material antimotines para la Policía Nacional.
Esta iniciativa no prosperó al necesitarse un mínimo de 61 votos, es decir, la mitad más uno del número legal de parlamentarios. La votación final, arrojó como resultado 51 votos a favor, 30 en contra y 10 abstenciones. Esta última fue la posición tomada por la bancada fujimorista.
El debate se inició pasadas las 17:00 horas y duró poco más de una hora, tras haberse dado el tiempo a cada una de las bancadas para que expresen sus puntos de vista a favor o en contra de la moción de censura.
Hasta ese momento la bancada fujimorista no había definido su posición, y fue el congresista Carlos Raffo, quien informó que sus colegas habían acordado, sin que exista consenso, abstenerse. Esto inclinó el fiel de balanza, en contra de la censura.
Estuvieron presentes durante la votación, 91 del total de 120 legisladores. Cabe indicar que 4 se encuentran de licencia y otros 4 se ausentaron por enfermedad.
Como era de esperarse y demostrando el reinado del acomodo, nuestros padres de la patria optaron por ser mas compadres que padres y terminaron medio chamuscando a la Duqueza de Alba pero impidiendo su necesaria censura. Algunos faltaron, otros se licenciaron y mientras el APRA demostraba ser víctima de un etnocentrismo suicida y pelotudo por el cual era imprescindible blindar a su ministro, la oposición siguio en el triste papelón de nunca hacer las cosas bien mientras que el fujimorismo sustentaba la tesis de la no culpa y se autoinculparon en un arreglo barato con el gobierno para que el chino preso tenga celular, laptop y mp3. Esta es la sumatoria de todas las cobardías. La adición de la traición.
Lo peor de todo es que sobraron los cuestionamientos -aún no levantados- y sigue la sensación, el olorcito a cutra que tienen la compra de pertrechos y el delicado asunto de los patrulleros made in chisirinasara. En pocas palabras, flaco favor le han hecho a la Duquesa que por un tecnicismo leguleyo-congresal sigue calentando con su potito norteño el sillón del ministerio. La idea de que algo se pudre por Corpac sigue dando vueltas como los ahorristas que hace 22 años atras perdieron sus dolares cuando en su paso por Economía y Finanzas dejo la huella de su tramposa incapacidad, o como dice Cesar Hildebrandt, su megaineptitud.
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