Cheney en bruto por César Lévano (*)
Al presidente George W. Bush le reprochan diversas debilidades, incluso la mental. Pero no está solo en la Casa Blanca. Su vicepresidente, Dick Cheney, lo acaba de demostrar: el sábado declaró que Hugo Chávez “no representa el futuro de América Latina. Y el pueblo del Perú, creo yo, se merece algo mejor”.O sea que él cree que Chávez es presidente del Perú.En mis tiempos se decía que los locos y los niños dicen la verdad. A veces también la dicen los ignaros. Cheney se equivoca en cuanto a la nacionalidad de Chávez, pero acierta en cuanto a que el pueblo del Perú se merece algo mejor.Cheney es un personaje siniestro. Es un hombre que, a través de varias empresas, ha ganado cientos de millones de dólares con la guerra de Irak, que propició y apoya con fervor. La muerte de miles de jóvenes estadounidenses nutre su ya caudalosa cuenta bancaria. Eric Laurent es un periodista de investigación francés que ha publicado dos libros reveladores sobre Bush, su parentela y su jauría, de la que Cheney es exponente brutal.En la Guerra de los Bush, Laurent recuerda que Prescott Bush, el abuelo del presidente actual, tuvo vínculos comerciales y económicos con empresas nazis, antes de la Segunda Guerra Mundial y durante ésta. Es decir, mientras millones de europeos y norteamericanos exponían sus vidas contra el eje del mal.No es todo. Es ya público y notorio que los Bush y la familia de Bin Laden tuvieron negocios en común hasta días antes del acto terrorista contra las Torres Gemelas. Los unían empresas de Arabia Saudita. Bush condena a Cuba por ser un régimen de partido único. En el reino saudí no se permiten partidos, y al que quiera organizar uno le cortan el pescuezo.Ni a los Bush ni a los Cheney les inquietan las dictaduras criminales que son sus firmes aliados en Arabia Saudita y, por ejemplo, Pakistán, donde su pelele Pevez Musharraf, acosado por una rebelión islamista, acaba de decretar el estado de excepción y suspender la Constitución.He ahí las “democracias” que Washington ampara.Cheney explicó cínicamente en la CNN, en el programa de Larry King: “El mundo no está hecho sólo de democracia”.En El mundo secreto de Bush, el otro libro de Laurent, se ve el prontuario de Cheney en el Congreso: votó contra la prohibición de las armas más peligrosas; contra una ley para proteger a las mujeres maltratadas y contra la defensa del medio ambiente. Es enemigo personal del Protocolo de Kyoto. En una ocasión, lo consigna Laurent, logró un préstamo de 489 millones de dólares, garantizados por los contribuyentes, para una empresa rusa estafadora. El pueblo de Estados Unidos se merece algo mejor.
(*) Aparecido hoy en la columna del Director del diario La Primera
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