jueves, 29 de septiembre de 2011

ESQUELETOS EN EL ARMARIO



DE PROLAPSOS, PATALETAS Y CUESTIONES HISTÉRICAS
por Hugo Del Portal


"Dame un beso de más, novia de Satanás, Jezabel que encanalla mi canto" (Joaquin Sabina)


Lo prometido suele ganarse el título de deuda. Y ayer he encargado al más vil de mis escribas internos que se ocupe del negocio por un rato y salga a cantar las coplas políticas que se le antojen.
Y es que cada concierto del desatino y de la esquizofrenia que, esa mazamorra con arroz leche que es la mal llamada derecha peruana, trata de vendernos tiene tal hedor a babas de impaciencia que no podemos más que liberar al canalla para que la contienda sea entre iguales.
El concierto de por si es bien malo. Pésima producción de una piara con membresía en la Sociedad de Mineros que se ha creído en serio el cuento que relata que pueden hacer lo que les da la gana, llevársela todita, joder el medio ambiente, destruir fauna, flora y vidas humanas, y aquí no pasó nada. ¿Qué cosa? ¿ Están fumando de la mala? ¿O están esperando que los agarren de las solapas y les den dos cocachos de realidad nacional? ¿La ambición, amén de causarles tan seria ceguera, los descerebró?
Queridos imbéciles, si no se han dado cuenta, el mundo y el sistema económico al que ustedes veneran ya fue, ya se auto destruyó y el Señor García -que todavía maneja el 70% del aparato estatal- ya no es el Presidente,  es más, es muy posible que no vuelva a serlo nunca más, porque va a ser difícil que gobierne desde algún penal dorado, por más alma de miembro de la banda de los destructores que tenga. 

Es decir hay otro pata que les disputa el mango de la sartén con la ventaja de ser respaldado por un pueblo al borde del patatús y una nueva generación de izquierdistas bastante decididos, a los que solamente les interesa un cambio radical, la constitución trafera liquidada y unos cuantos descartes bien jugados que nos liberen de tanto taragote parásito que nos rodea. Así de simple. ¿Captan?
Así que esta sistemática campaña contra algunas personas hay que ponerla en la gaveta de asuntos fracasados y empezar a pensar como van a hacer para perder menos plata de la que ya perdieron.
Los costos en alimentos del PRONA (sólo en menestras) son millones de dólares. No es casual que cuando alguien sugiere cambiar a los mafiosos proveedores inmediatamente se genere un accidente, y busquemos una buena toma de Mocha García bailando, para qué nos horroricemos ante el espectáculo de la indiferencia (y con celebración de bailongo) cuando hay familias que lloran muertos, pobres niños envenenados.
Conozco a Mocha García Naranjo desde que cantaba trova en Barranco. Además de ser un encanto como ser humano, goza de una preparación y  sensibilidad indiscutible. 
Cuando Althaus -ese ojiclaro cachorro viejo del fascismo- la entrevista, ella demuestra la diferencia de nivel y barre el set de Canal N con el y su pretensión de agudeza. 
¿Nos pueden vender tan fácil la idea de una supuesta indiferencia de esta dama? 
Obvio que no, obvio que el fatalismo nos esta afectando, nos está hildebrarizando a todos. Lo que no es malo, si no nos lleva a este Macondo de las sospechas y desencantos, en el que los métodos de una prensa, que hace lucir santas a las putas, nos quieren hacer caer. No creo incluso en el supuesto soborno. Ahí hay interpretaciones muy distintas en las que tendríamos que analizar muy bien el asunto y sin tantos prejuicios de culposos  paternalismos baratos. 
La segunda victima de todos los días es Susana Baca. 
Quien por años ha sido Embajadora ad-honoren del país llevando su talento y el arte nacional a niveles de categoría internacional. Eso sin dejar de acotar que es la primera ministra afroperuana, que su esposo es un boliviano comprometido y combativo, que lo único que ella ha hecho es dar por el país sin recibir ni pedir nada a cambio. 
¡Qué va a viajar para dar conciertos! Pues que bien. 
¿Desde cuándo hay que andar metido todo el día en un Ministerio para que nuestra cultura (y la focking idiosincrasia que tenemos sobre ella) cambie.
Cuanto robo, cuanta sinverguencería, cuanto saqueo, cuanta metida de pata, nos hubiéramos ahorrado (con la consiguiente mala sangre) si los afajinados del anterior régimen hubieran estado menos en sus blancos elefantes. 
¡Nos sobrarían millones de dolares y litros de bilis! 
Ese cuento del que "hay que estar" se reemplaza por el de saber escoger bien para poder delegar. 
Ya en el Comité Consultivo hay gente como Vargas LLosa, Gastón Acurio, Elvira de la Puente, Nora de Izcue y Guillermo Rivas, sin contar el apoyo de organizaciones serias y progresistas que saben mucho mas que otros que sólo hacían fiestas de cumbia  
Contra Susana Baca hay una campaña baja, enana, racista, y lo que es peor, bastante afeminada. 
Y Soberón? Pues hombre, joder que la pisa los callos al poder de los carteles de las drogas, a los que nuestros bancos insignes les compran la moneda extranjera a tan sólo S/1.70 
¿Ya nos olvidamos de la invasión de los cien cocos falsos que partió del banco del tío Dionisio? La respuesta es papayita.
Después de lo de Cuba(el pedir que cese el bloqueo yanqui) después de lo de Palestina (de exigir su reconocimiento como estado) después de ajustarle las clavijas a los vecinos del sur y sus pretensiones expansionistas y financieras (aun con el sistema colapsado, insisten los muy necios porque sólo en este país se atreven a dedicarse al exclavismo y a la usura con tal desenfado) 
¿Qué esperaban? ¿Qué lo llevan a almorzar a Mistura? ¿Qué lo condecore el Decano de la iniquidad?
Para Roncagliolo, es la página de las malcriadas, poner su trasero al aire,  de ese Trome mamarrachento que es el pensar del neocón nativo, empeñados en la plata del estado y en lavarle el cerebro a la gente con pura bellaquería.
Aunque ahora vayan tras los muchachos que sean tan suicidamente audaces como para pretender estudiar en una Cato, dirigida por Cipriani y la extrema diestra del Vaticano pero con Rey como sacristán, monaguillo y ángel del coro. 
Si los señores de la pesca, como Marito y Pedrito, para citar un par de vejetes con demasiada plata como ejemplo, no pagan impuestos por depredar, perdón extraer el pescado, la hermana de quien los denuncia, en este caso el Señor Burneo, ha sido ascendida por hermanísima, no por sus méritos,  así trabaje en el seguro hace un chupo de años, porque para el buen ladrón todos son de su misma condición. 
Yo espero poder terminar mi tiramisú de limón y mi helado de aguardiente sin tener que dedicarme a explicar algo que para mi es mas claro que los ojos de Gladys cuando me besa en el zaguán de las alegrías, y que se basa en una visión del todo y no de las partes, como bien me enseño mi amigo el Doctor Peter Garca y que se explica en que el sistema muriéndose da el último coletazo del caimán herido. 
Estamos presión contra poder, nos muestran las fotos que ellos quieren que veamos, pero siempre han sido cobardes, por eso que van al pierde, que juegan a negociar tablas. 
Renuevo mi fe, no en los gobernantes, insensatos ingenuos, sino en mi pueblo, que sabrá dar un sonoro puñetazo contra la mesa para sentenciar el obvio final del wake up del juego:
Hasta aquí llegamos carajo, ya basta!


"Casanova es el rey, Maquiavelo la ley, del jersey de la distancia" (si, Joaquin Sabina, otra vez y qué?)

lunes, 26 de septiembre de 2011

VIVIR EN ESTADO PLAY




Por Jorge Bruce

La revista Somos, en su página Fuimos & Seremos, destaca el comentario machista del futbolista Ulloa: “Las mujeres están para cocinar y servir al hombre”, llamándolo, no sin razón, cavernícola y medieval. No obstante, al lado, a toda página, hay un anuncio de la consola Play Station 3, de Sony, que dice en grandes caracteres: “De cada 10 mujeres, solo 1 está buena”. Y a renglón seguido comenta: “Somos todos jugadores”. La diferencia entre el primer jugador, a saber del arquero del Aurich, y los jugadores a los que alude Sony es que el primero no tiene otro control de calidad que su cerebro y su lengua. Su frase infeliz, respecto de una jueza, no tiene otro responsable que él mismo y su ideología machista primaria.
En cambio los eslogan comerciales de Sony han circulado por una serie de instancias, desde los creativos de la agencia, pasando por sus directivos y, por supuesto, los ejecutivos de la firma que contrató la pieza publicitaria. Hoy saltó la liebre en el Twitter, pero su difusión infecciosa en los medios masivos ya tiene varios días.
No es ocioso detenerse a explicar por qué es nociva esa pieza, dado que aparentemente mucha gente la acepta como un chiste publicitario sin consecuencias. Al reducir a las mujeres a un objeto lúdico, como una pelota o un vehículo en un videojuego, se les retira su condición de seres humanos con derechos que es obligatorio respetar. Así, el energúmeno que les mete la mano, las ofende de palabra o ruido, las agarra a golpes en la intimidad del hogar o de plano las viola, no es un delincuente sino un jugador. Al rebajar la dignidad femenina a un catálogo de preferencias masculinas, implícitamente se autoriza y fomenta tratarlas como cosas controladas por un mando de Play, tal como se aprecia en la foto, en donde un brazo musculoso domina a los otros dos, frágiles y delicados. En el imaginario: femeninos.
En circunstancias en que no se aprueba la ley contra el feminicidio, que tantas víctimas causa en nuestro país, la publicación de anuncios como este, sin que nadie diga nada durante varios días, retrata mejor que muchas encuestas el estado de evolución de nuestra sociedad.
Si eso “piensan” los “creativos” de la agencia que produjo esa pieza para Sony, ¿por qué pedirle más al arquero del club norteño, quien después de todo puede haber crecido en ese entorno ideológico en el que las mujeres son accesorios utilitarios de los hombres? La violencia de estos discursos, respaldados por el prestigio de una marca internacional, se traduce en personas maltratadas, vejadas y menospreciadas. Por eso este anuncio no puede ser tomado a la broma. Sony tendría que retirarlo de inmediato, tal como en su momento hicieron Honda, LAN y el propio diario El Comercio, cuando se les hizo notar que habían publicado mensajes tan retrógrados y denigrantes como éste. Pero sobre todo deberían cambiar de marketeros o, por lo menos, pensar antes de publicar. Las repercusiones de este humor chabacano y sexista no tienen un ápice de gracia. Si no lo entienden, imaginen a sus madres, hermanas o hijas, manipuladas por un grueso brazo que, entre gritos guturales y risotadas, empuña un control de Play.

EL ESTADO PALESTINO por MARIO VARGAS LLOSA



¿Cuál debería ser la posición de un amigo de Israel ante al pedido del presidente Mahmud Abbas de que la ONU reconozca a Palestina como un Estado de pleno derecho? Convendría antes definir qué entiendo por “amigo de Israel” ya que en esta definición caben actitudes distintas y contradictorias. A mi juicio, es amigo de Israel quien, reconociendo el derecho a la existencia de ese país –admirable por tantas razones– obra, en la medida de sus posibilidades, para que ese derecho sea reconocido por sus vecinos árabes e Israel, garantizado su presente y su futuro, pueda vivir en paz y armonía dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas.
En la actualidad, Israel se halla lejos de alcanzar semejante estabilidad y seguridad. Es verdad que vive un notable progreso económico, gracias a su desarrollo tecnológico y científico tan bien aprovechado por la industria, y que su poderío militar supera con creces el de sus vecinos. Pero tanto en el interior como en el exterior la sociedad israelí experimenta una crisis profunda, como se vio hace poco en sus principales ciudades con las formidables demostraciones de sus “indignados” que manifestaban su hartazgo con los sacrificios y limitaciones de todo orden que impone a la sociedad civil el estado crónico de guerra larvada en que se eterniza su existencia y el deterioro de su imagen internacional que, probablemente, nunca se ha visto tan dañada como en nuestros días.
El antisemitismo no explica este desprestigio como quisieran algunos extremistas, que divisan detrás de toda crítica a la política del gobierno de Benjamín Netanyahu el prejuicio racista. Éste no ha desaparecido, por supuesto, porque forma parte de la estupidez humana –el odio hacia “el otro” que se encarniza contra el negro, el árabe, el amarillo, el gitano, el indio, el cholo, el homosexual, etcétera–, pero la realidad es que, en nuestros días, Israel ha perdido aquella superioridad moral que la opinión pública del mundo entero le reconocía, cuando la imposibilidad de un acuerdo de paz entre palestinos e israelíes parecía sobre todo culpa de aquellos, por su intolerancia a reconocer el derecho de Israel a la existencia y su justificación del terrorismo. Ahora, la impresión reinante y justificada es que aquella intolerancia ha cambiado de campo y el obstáculo mayor para que se reanuden las negociaciones de paz con los palestinos es el propio gobierno de Netanyahu y su descarado apoyo político, militar y económico al movimiento de los colonos que sigue extendiéndose por Cisjordania y Jerusalén oriental y encogiendo como una piel de zapa el que sería territorio del futuro Estado palestino.
El avance y multiplicación de los asentamientos de colonos en territorio palestino, tanto en Cisjordania como en Jerusalén oriental, que no ha cesado en momento alguno, ni siquiera durante el período de cuarentena que dijo imponer el gobierno, hace que sean muy poco convincentes las declaraciones de los actuales dirigentes israelíes de que están dispuestos a aceptar una solución negociada del conflicto. ¿Cómo puede haber una negociación seria y equitativa al mismo tiempo que los colonos, armados hasta los dientes y protegidos por el Ejército, prosiguen imperturbables su conquista del Gran Israel?
En el último viaje del primer ministro israelí a Washington, Netanyahu se permitió desairar al presidente Obama, mandatario del país que ha sido el mejor aliado y defensor de Israel, al que subsidia anualmente con más de tres billones de dólares, porque Obama propuso que se reabrieran las negociaciones de paz bajo el principio de los dos Estados, en el que el palestino tendría las fronteras anteriores a la guerra de 1967, propuesta sensata, convalidada por la ONU y la opinión internacional, a la que en principio ambas partes se habían declarado dispuestas a aceptar como punto de partida de una negociación. El desaire de Netanyahu contó con el apoyo de un sector del Congreso estadounidense y de las corrientes más extremistas del lobby judío norteamericano, pero las encuestas mostraron de manera inequívoca que aquella actitud prepotente debilitó aún más la solidaridad con Israel de una parte importante de la opinión pública de los Estados Unidos, donde la primavera árabe ha sido recibida con simpatía, como un proceso democratizador en la región que debería, a la corta o a la larga, traer a Israel más beneficios que perjuicios.
Creo que a mediano o largo plazo el numantismo –convertir a Israel en un fortín militar inexpugnable, capaz de pulverizar en caso de amenaza a todo su entorno– y la sistemática destrucción de la sociedad palestina, desarticulándola, cuadriculándola con muros, barreras, inspecciones, expropiaciones y reduciendo cada vez más su espacio vital mediante el avance de las colonias de extremistas fanáticos empeñados en resucitar el Israel bíblico, son políticas suicidas, que ponen en peligro la supervivencia de Israel. Por lo pronto, esas políticas solo han servido para multiplicar la tensión y crear un clima en el que en cualquier momento podría estallar una nueva Intifada. Y, por supuesto, un nuevo conflicto bélico en una región donde, demás está decirlo, la causa palestina tiene un respaldo unánime. Por otro lado, una de las consecuencias más lamentables de estas políticas, es que lo mejor que tenía Israel para mostrar al mundo –su sistema democrático– ha perdido su carácter modélico, al ser poco menos que expropiado por coaliciones de ultranacionalistas que, como las que sostuvieron a Sharon y sostienen ahora a Netanyahu, han ido introduciendo reformas y exclusiones que limitan y discriminan cada vez más la libertad y los derechos de los árabes israelíes (casi un millón de personas), convertidos hoy en día en ciudadanos de segunda clase.
Creo que desde el gran fracaso de las negociaciones de Camp David y Taba del año 2000-2001, auspiciadas por el presidente Clinton, en que Arafat cometió la insensatez de negarse a aceptar una propuesta en la que Israel reconocía el 95 por ciento de los territorios de la orilla occidental del Jordán y la franja de Gaza y que los palestinos participaran en la administración y gobierno de Jerusalén oriental, la sociedad israelí ha tenido un proceso de radicalización derechista. El campo de los partidarios de la moderación, la negociación y la paz se ha reducido hasta la inoperancia política. Ese campo fue muy fuerte e influyente y gracias a él fueron posibles los acuerdos de Oslo, que tantas esperanzas despertaron. Eso, en nuestros días, ha quedado tan atrás que, pese a haber pasado tan pocos años, parece la prehistoria.
Y, sin embargo, pese a todo, creo que hay que volver a ese camino, pues, si se persevera en el actual, no habrá solución alguna, sino más guerra, violencia, sufrimiento, en Palestina, Israel y todo el Medio Oriente. Para ello, es indispensable una presión internacional que induzca a los dirigentes israelíes a salir de su encastillamiento prepotente y los convenza de que la única solución real saldrá no de la fuerza militar sino de una negociación seria, con concesiones recíprocas.
El reconocimiento del Estado palestino por las Naciones Unidas es un acto de justicia con un pueblo cautivo en su propio país que vive una servidumbre colonial intolerable en el siglo XXI. Reconocer este hecho no implica justificar a las organizaciones terroristas ni a los fanáticos de Hamas que se niegan a reconocer el derecho a la existencia de Israel, sino enviar un mensaje de aliento a la gran mayoría de los palestinos que rechazan la violencia y aspiran sólo a trabajar y vivir en paz, como los “indignados” israelíes. Aunque representan ahora sólo una minoría, muchos ciudadanos de Israel están lejos de solidarizarse con las políticas extremistas de su gobierno y luchan por la causa de la paz. Los verdaderos amigos de Israel debemos aliarnos con ellos, en su difícil resistencia, porque son ellos quienes advierten con lucidez y realismo que las políticas belicistas, intolerantes, represivas y de apoyo a la expansión de los asentamientos de Benjamín Netanyahu tendrán consecuencias catastróficas para el futuro de Israel.
La primavera árabe crea un contexto histórico y social que debería servir para facilitar una solución negociada bajo el principio de los dos Estados que ambas partes, en principio, dicen aceptar. Pero hay que poner en marcha esa negociación cuanto antes, para evitar que los extremistas de ambos bandos precipiten hechos de violencia que la posterguen una vez más. Podría no haber otra oportunidad.
Madrid, septiembre de 2011