domingo, 29 de noviembre de 2009

SABLE LASER








La respuesta rota
por Obiwan Kenobi
Nos ha parecido particularmente cacasena la reacción general ante la respuesta de la republiqueta chilena. Algunos, íncluso buscaban justificar el gesto guaso de la cancillería sureña con singulares disquisiciones que a mi francamente me valen verga.
Ni las elecciones en Chile, ni ninguna de sus adefesieras situaciones cotidianas van a servir de excusa para una patanería de corsario en cantina.
No prometen nada. No se disculpan. Dicen que van a investigar. En fin, todo el universo del barajo para quitarle el poto a la jeringa y como gente decente ofrecer disculpas formales y salvar el incidente. Y es que no pueden con su desubicada actitud de barra brava.
Este blog va a a hacer lo indecible para que no nos olvidemos de nuestros eternos problemas con Chile. Vamos a avivar los ánimos de revancha hasta escuchar de labios de supindonga presidenta (o al menos de ese canciller atorrante tan burro) una excusa válida.
Hay mucho mariconete suelto en este país que por un poco de propaganda de empresas mapochas son capaces de vender a la madre. Ellos quieren voltear la página para que el remate siga.
Como en la canción de Los Prisioneros (buen grupo musical cuyo unico defecto es haber nacido en el Pellotihue real) simplemente les decimos, por qué no se van, no se van del país.
Ilustraciones de El Otorongo
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sábado, 28 de noviembre de 2009

EL TREMENDO JUEZ ERA FILOMENO


"Doble pechuga" Alan García Pérez recibió pensión del Estado a los cincuenta años. Desde 1992 se negó a trabajar, estando en capacidad física y mental de hacerlo.

El diario La Primera informa el día de hoy que el corrupto presidente peruano Alan García Pérez cobró en el año 2002 la suma de un millón seiscientos mil soles (aproximadamente medio millón de dólares) por concepto de pensión como exjefe de estado (*). Según han declarado los exparlamentarios Carlos Ferrero Costa y Gilberto Díaz, este afortunado vividor de la política no sólo pidió se le pagase desde el año 1990, sino que además se le abonase las pensiones de los años 2001 y 2002.
Como ya hemos explicado tiempo atrás en este blog, García Pérez no es propiamente un ejemplo de héroe del trabajo. Fuera de los cargos políticos remunerados que ha desempeñado, como presidente, diputado o constituyente, han sido contadas con los dedos de la mano –derecha, por supuesto– las oportunidades en que Alan trabajó, en el sentido que la palabra tiene para el común de los mortales.Peor aún, en una de las contadas ocasiones que García debió ganarse la vida trabajando lo hizo como abogado de narcotraficantes. Debe recordarse que en los años setenta, García Pérez solía defender a acusados de comerciar ilícitamente con drogas. En esos lejanos años, AGP hacía firmar los escritos legales que dicha defensa demandaba a un abogado aprista, buen amigo y compañero –don César Vega Vega– con quien compartía el estudio jurídico y quien tenía que sacar la cara en las diligencias de los juicios. Sin embargo, en el medio judicial se sabía que quien usaba la influencia política para exonerar a los narcotraficantes era el "aprista" Alan García Pérez.Tal conducta fue comentada en una anotación del presente blog que lleva el título de El pensionista sanguijuela. El artículo fue publicado el lunes 15 de mayo de 2006 y es transcrito a continuación:
El pensionista "sanguijuela"
http://cavb.blogspot.com/2006/05/el-pensionista-sanguijuela.html
Un afortunado pensionista a los cincuenta años de edad ha denunciado como “sanguijuelas” a sus colegas de planilla. Sí señor. Ha acusado de parásitos a los cófrades junto a los cuales, puntualmente, cobra la mesada que extrae del cuerpo del pueblo peruano.Con singular cinismo, este quincuagenario, activo pero paradójicamente “retirado”, ha hablado mal de sus consocios, los miembros del Club de los Diez Mil Dólares de la Plaza Bolívar. Frente a este hecho, me parece que es necesario dejar en claro que es una afrenta a la política y a los sectores populares que una persona joven, en total capacidad física y mental para trabajar, reciba cada treinta días, para su consumo personal, miles de dólares que deberían ir a financiar el Vaso de Leche o la atención médica para los pobres.Dirán algunos que este lozano miembro de las listas pasivas del Estado “tiene derecho” a recibir su pensión. Sin embargo, el Perú es un país en que hay millones de personas con derechos similares que no reciben el mismo tratamiento con el que se premia a nuestro inmaduro retirado. ¿Por qué será que se le reconoce el derecho a este dinámico jubilado y no a tantos otros peruanos que se mueren en las calles reclamando pensiones no de miles de dólares sino de algunas decenas de soles?
Mientras Alan García Pérez siga recibiendo una pensión del estado, encontrándose en capacidad y aptitud de trabajar, se mantendrá en la misma categoría de “sanguijuela”, con la que ha motejado a sus colegas de banquete en el congreso de la república. Y es que el pensionista a los cincuenta años y los congresistas de diez mil dólares mensuales, todos ellos, son sanguijuelas. El uno y los otros forman parte de la misma casta parasitaria en la que se ha convertido la actual clase política peruana. A todos ellos, al joven retirado a los cincuenta años y a las “sanguijuelas” que cobran junto a él, debería aplicárseles el aforismo bíblico: “El que no trabaja, que no coma”.
(*)
http://www.diariolaprimeraperu.com/online/noticia.php?IDnoticia=51326
Posted by César Vásquez
Fuente: cavb.blogspot.com 27-11-2009

Los memoriosos (o los que se torturan viendo las interminables repeticiones de Panamericana Televisión) recordarán que en "La Tremenda Corte" el implacable y recto juez tenía un hermano gemelo que era totalmente opuesto a a el, en todos los aspectos. La fórmula que se repite con Los Fabulosos Pells parece haberse instalado en la Casa de Pizarro en donde el Sr Presidente suele mostrarse como un inflexible crítico por un lado y comportarse como un tarambana cualquiera por el otro. Este es un ejemplo a la mano, porque para cobrar lo que ya cobró no sólo hizo gala de la ostraza que lo caracteriza sino que también se apoyó en la constitución del 79, de la que ahora corre, raudo y veloz, para que sigamos atados a un status quo que esta cerca de trozar el país para venderlo en pedacitos. ¡¿ Qué esperamos para volver a la carta magna que el sátrapa Fujimori cambió para su beneficio personal?! Alargar el cambio solo lo hará mas drástico. En cuanto a la pensión embolsicada, provecho, en nombre de todos los pobres de este páis que pasa hambre mientras al hombre se le rebalsan los rollos de su desconsiderada gula.

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KATHY EUSSE Y KIM KARDASHIAN














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miércoles, 25 de noviembre de 2009

REALIDAD EN EL TRAZO


Fuente: El Otorongo
Fuente: Rebelión
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ABOGADO DEL DIABLO




Allison y el mal gusto
por César Hildebrandt
Quien habla con la boca llena puede pegarle a una mujer.
Quien escupe en el suelo podría aplaudir a Tongo.
Quien escuche conmovido a Marisol Aguirre terminará diciendo que en las plazas de toros el arte brilla y la muerte ronda.
Lo que quiero decir es que el mal gusto viene en mancha, en kit, en montonera. Es un combo omnívoro, una totalidad hecha de pequeñas sumas.
Y hay un hilo invisible pero fuerte que une las uñas sucias con la asistencia a una charla de Miguel Ángel Cornejo.
Y un encadenamiento que eslabona el carmín excesivo y los labios hinchados de silicona con el “fuistes” y “dijistes” y con las historias grasientas de Televisa.
Cuando hace pocos meses Francis James Allison Oyague se le acercó a Alan García y le dijo “te puedo armar una manifestación de respaldo en dos días” –frase que una cámara captó- muchos recordaron, por afinidad, al Allison Oyague borracho que quería pegarle a la policía y que también fuera captado por una cámara indiscreta.
Quien se emborracha hasta caerse puede ofrecer “portátiles” a pedido, del mismo modo que quien se tiñe el pelo hasta oxidarlo puede hacer del circunloquio una virtud.
Y cuando García, a las pocas horas de haber recibido el ofrecimiento de las multitudes mercenarias, nombró a Allison ministro en una cartera donde se puede robar con suma facilidad, allí fue cuando el mal gusto alcanzó un nuevo esplendor. Fue un mal gusto a dos bandas.
El dúo Pimpinela del mal gusto.
Y cuando García tuvo que botarlo porque hubiese sido embarazoso sostener a quien estaba financieramente vinculado con Business Track, entonces el borrador se hizo novela y el apunte obra de arte.
Todo encajaba: el alcalde ebrio que no podía tenerse en pie, el angurriento que quería más campo de acción para sus negocios y aceptaba un ministerio, el señor abogado que cobraba un dinero negro de una empresa oscura.
Pero Allison es ambicioso y no podía quedarse allí. Es un perfeccionista de la cutra, un bolchevique del mal gusto.Por eso ha hecho lo que acaba de hacer en Miami: sacar 50,000 dólares en efectivo de una de sus cuentas, declarar veinte mil al servicio aduanero de los Estados Unidos y terminar preso en su casa, con grilletes electrónicos y todo, al lado de su señora esposa y acusado de varios cargos federales.
El señor Allison ha dicho que venía a Lima con esos 50,000 dólares y que sólo declaró veinte mil a la hora de las preguntas aduaneras “porque se distrajo y no reparó en que tenía 20,000 en un bolsillo mientras su esposa llevaba otros 10,000 en la cartera”.
Eso es lo que su increíblemente estúpido abogado ha esgrimido como argumento.Lo cierto es que el vuelo de Copa que lo traía a Lima iba a hacer una escala en Panamá y nadie sabe qué habría hecho el señor Allison con ese dinero en alguna cuenta sin nombre y con número en el país que inventó Teodoro Roosevelt.
Nadie porta 50,000 dólares entre la casaca y el bolso de la señora. Nadie omite declarar 30,000 de ellos “por distracción”. Nadie paga 100,000 dólares de fianza para cumplir arresto domiciliario si es que no tiene una cierta fortuna que lo respalde.
Con todo ello el señor Allison ha redondeado su hoja de vida.
Su foto de aspirante a convicto ha salido, con todos los honores, en The Miami Herald.
Cinco años de cárcel lo pueden estar esperando por falso testimonio, contrabando de dinero y omisión de declaración.
El juez Bandstra, del condado de Dade, le ha quitado el pasaporte.
Saint-John Perse, seudónimo de Alexis Léger, tenía razón cuando, al salir de una entrevista con Hitler, le dijo al canciller francés Edouard Daladier (en alusión a las majaderías y al boato del líder nazi):
“Hoy estoy más convencido que nunca de que el mal gusto conduce al crimen”.
Será por eso que quien canta “Soy el rey”, con mariachis fingidos y falsetes en serio, bien puede cobrarle megacomisiones a las megaobras.
Del mismo modo que Pancho Villa podía pedorrearse antes de dispararle a un tren de pasajeros.
Fuente: Diario La Primera

Ojos de ratón goloso
por Hugh Player

Creo, sin ninguna duda que me asalte el pensamiento, que al Sr Francis Allison Oyague, ex-alcalde de la Magdalena vieja, deberían castigarlo, no mercy, porque sólo un blanco muy fofo de cerebro pueda chupar como sufriente cholo en fiesta del Grupo de los Hermanos Yaipén (y en pleno estado de desilusión por algunos pasajeros cachitos) y ponerse tan borrachamente bruto justo en los límites distritales de un vecino que precisamente no lo quería mucho.
Lo filmaron horroroso y detestable, pesado, ridículo, torpe. Un atorrante.
Luego vino esa caminata en donde chamuya -con ese estilo de abogado clasemediero de la calle Cantuarias- al gordo Catrasca (se nota el acuerdo previo) y luego de una marcha de cochos (bastante rala por cierto) la subida (al vuelo) a la clásica combi de la cutra ministerial en donde termina su gestión saliendo por una puerta falsa que incluye investigación judicial, inmovilización de las cuentas bancarias y un descredito del que no lo salvan ni cincuenta concursos huachafos del político mas guapo.
Que además, con esa pinta rascuacha y ese fisico medio quilipitrinche, resulta medio cachoso y ciertamente muy maricón.
De la plata sucia lavada en Bussines Track con recibos de honorarios a lo que le ocurrió en Miami (un par de policias aduaneros gringos poniéndolo en posición de recoger al jabón a ver si por ahí también cae otro fajo de dolares) sólo quedaba este paso del que que tiene que recurrir a la caleta habitual para moverla hacia una madriguera de rata menos rastreable en Panamá. Y de paso poner los cien mil tacos gringos de fianza para una segunda luna de miel con arresto domiciliario enmarocados por un control especial.
Lo del grillete electrónico en la pata es glamorosamente patético. Es como poder ver el futuro y descubrir como le va a ir a nuestra cleptocrática clase política. Van a faltar los dispositivos para cubrir la demanda.
No podíamos esperar menos de este sub-producto de la sociedad criminal (de origen popular cristiano) que con esos ojitos de ratón goloso nos confirmó que hay quienes como el, tienen cara de sospechosos siempre y que el blanco calato sigue siendo uno de los males del país y un inminente peligro para la caja fiscal, ya sean los caballeros, alcaldes de ruinosos parajes cerca al mar o presidentes de paises que están siendo rematados al peso.
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martes, 24 de noviembre de 2009

ALERTAS DE PENSAMIENTO INDIVIDUAL







Tiempo de notas

por Césat Hildebrandt


Si los colegios fueran sinceros tendrían una horca en la entrada.

Allí colgarían a los niños insumisos, a los singulares, a los brillantes sin método, a los sospechosos distraídos, a los que no, a los que no ven “Al fondo hay sitio”, a los que no otra vez.

Porque el colegio es un safari donde nadie dispara a las manadas pero donde llueve plomo en contra de las gacelas perdidas.

Y en esta época de notas y evaluaciones, viene el sentido común, con sus tijeras, y establece quién es mansa paloma y quién hereje a quemar.

Y llueve el plomo en forma de notas rojas y la cárcel gobernada por maestras bigotudas se llena de repitentes.

Los maestros castigan y los padres, claro, se la creen y desesperan. Porque padres y maestros forman el dúo perfecto: el maestro encarna la norma decapitadora, el padre representa el miedo.

La norma y el miedo son la misma cosa. Ambos están al servicio del colectivismo brutal. La norma amenaza a todo aquel que es diferente. Y el miedo del padre es que el hijo repita el año y, por lo tanto, repita al padre (repitente crónico de su propia grisura).

Ya viene diciembre, que es el mes de la matanza escolar. Allí mueren, a notazos y a veces y patadas, muchas de las personalidades que nos habrían hecho mejores.

Allí, entre notas azules y aplausos mediocres, prosperan las memorias esforzadas, las medianías chanconas, las monas de seda.

A Nabokov le hicieron la vida imposible en San Petersburgo porque a veces se le salían palabras en inglés y en francés. La tribu de los Ivanes terribles lo azotaba en los recreos por diferente.

Porque de eso se trata la norma: de empaquetar la mercadería y lanzarla al camión de reparto.

Y si no te prestas a los ritos de la estupidez masiva y a las exhibiciones mnemotécnicas –o no estás en el coro de las fechas inútiles y las biografías inservibles-, entonces vienen el maestro que no ríe hace años o la maestra que da risa hace siglos y te dan con un palo y con un rojo te matan las vacaciones y con otro rojo te joden los febreros.

Desde luego que hay flojos y brutos, pero de ellos no estoy hablando. Estoy hablando de las ovejas negras que se salen del corral para vagar a solas.Esas que hacen preguntas raras y que parecen estar en otra cosa. Esas promesas que los colegios persiguen hasta lograr su domesticación.

Quien sobrevive al colegio con la locura más o menos ilesa y con la imaginación sin castrar es que es un héroe de la resistencia.

Nunca he visto más rabia ni más envidia que la que, en los colegios, se dirige a la chica que marcha a destiempo pero lee libros que valen la pena, o al chico que no sabe quién dijo tal cosa pero ha leído a Moro en la biblioteca.

Porque si el colegio no sirve para amparar lo que parece inútil, lo que no es práctico –el arte, en suma, la reflexión pura, la inquietud disparada en cualquier sentido-,

¿entonces para qué sirve el colegio?

¿Para ensamblar gerentes, televidentes, taurófilos, gente que lea la prensa del fútbol y los potos y crea que se está enterando?

A finales de la secundaria tendría que haber un curso para aprender a pensar, otro para dudar, otro para armar el rompecabezas que no quieren que armemos; un curso de sospechas y otro de descrédito de las especialidades y uno más para atreverse.Porque lo que más teme el fascismo pedagógico es el humanismo integrador. El humanismo que da perspectiva crítica y la singularidad de la que pueden nacer las rebeldías: he allí los dos grandes enemigos de la educación formal.
Por eso, en estos tiempos de notas y libretas, mi modesto consejo es el siguiente (consejo que yo mismo no seguí como debía) : al diablo con las notas cuando quien las padece está por encima del sistema y cuando quien las inflige está por debajo de cualquier expectativa razonable.
Fuente: Diario La Primera
(*) Artículo coleccionable. Muy bueno.
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lunes, 23 de noviembre de 2009

LA CASA SIEMPRE GANA




Los fiscales contra Wall Street. Una sentencia bochornosa
Sam Pizzigati
Too Much
Desafortunadamente, los legisladores tampoco lo están haciendo bien: la limitación de los bonus para los ejecutivos de la gran banca ya no funciona y están a plena máquina de nuevo.
Los banqueros de Goldman Sachs, como afirmó el director ejecutivo de esa compañía la semana pasada, están haciendo el “trabajo de dios”.
Por estos días, dios debe de estar trabajando de extrañas maneras. Consideremos lo que sucedió unos pocos años atrás, justo antes de que explotase la burbuja en el mercado de los bonos garantizados con hipotecas subprime.
Los poderosos de Goldman Sachs vieron venir el estallido. A finales de 2006, esperando lo peor, comenzaron a “liquidar” su propio stock de activos subprime y, como detallaron los periódicos del grupo McClatchy este mes, apostaron secretamente contra los activos subprime en el mercado de swaps (N. de la T.: específicamente “credit default swaps”, un contrato en el que el comprador paga una prima al vendedor y a cambio recibe un pago si el activo financiero, en este caso activos garantizados con hipotecas subprime, cae en mora).
Simultáneamente, los agentes de Goldman Sachs continuaban cobrando suculentas tarifas ayudando a sus clientes a comprar los mismos activos subprime que sabían que no tenían ningún futuro.
El catedrático del departamento de teología de tu universidad local puede no considerar este tipo de comportamiento de doble rasero como “el trabajo de dios”. Los profesores de tu escuela local podrían incluso cuestionarse si un comportamiento tan descarado podría ser considerado criminal.
La semana pasada, en una corte federal en Brooklyn, los jurados dieron muy buenas noticias a los agentes de Wall Street preocupados por su responsabilidad criminal. Absolvió a dos administradores de fondos del fallido imperio bancario de Lehman Brothers de la demanda de haber estafado a sus clientes –por haberlos instado a mantener su dinero en fondos de inversión cuyas garantías sabían que estaban infestadas de hipotecas basura. (N. de la T.: de los cinco grandes bancos de inversión estadounidenses, Goldman Sachs y Morgan Stanley salieron bien parados, Merryll Lynch y Bear Stern pasaron a manos de bancos comerciales, mientras que Lehman Brothers quebró).
Esos clientes perdieron alrededor de 1,6 mil millones de dólares. De los dos acusados de Lehman Brothers, el de mayor rango en la institución, Ralph Cioffi, se llevó a casa la suma de 32 millones de dólares por administrar este dinero.
Con ese dinero, Cioffi, de 53 años, pudo contratar al mejor abogado que el dinero puede comprar, que hizo bien su trabajo. Pintaron una vívida imagen de los acusados como “chivos expiatorios” de la caída en picado de Wall Street.
Al finalizar el juicio, los jurados terminaron viendo a Cioffi más como el “valiente capitán” de un barco naufragando que como un simple estafador.
Una mujer del jurado, en una entrevista después de la absolución, incluso llegó a decir que hubiera sido feliz de haber invertido dinero con los demandados –si lo hubiese tenido-.
Los jurados no sólo absolvieron a los acusados. Lograron un veredicto a la velocidad de la luz: sólo nueve horas. En un complicado caso de cuello blanco, los jurados normalmente necesitan cuatro o cinco días para examinar las pruebas.
A los fiscales federales les llevará bastante más tiempo curarse las heridas.
En efecto, el sorpresivo desenlace del juicio –el primero contra altos ejecutivos de Wall Street desde la última crisis– podría significar que nadie irá a juicio jamás por haber cocinado los negocios que llevaron al desplome de la economía mundial.
Los fiscales federales, según coincidieron los noticieros la pasada semana, serán ahora “menos capaces de interponer cargos criminales contra los ejecutivos de Wall Street por su papel en la crisis financiera”.
En otras palabras, los estadounidenses ya no podrán contar con la amenaza de acusaciones criminales para amedrentar directamente a Wall Street.
Desafortunadamente, los estadounidenses tampoco parecen contar con la acción del Parlamento.
La semana pasada, el presidente del comité de bancos del Senado, Chris Dodd, introdujo una reforma de la legislación financiera “radical y largamente demorada” por la que prometía proteger a “los consumidores y a nuestra economía como un todo de otra crisis como la que estamos padeciendo”.
La enmienda de Dodd producirá ciertamente algunos cambios “largamente demorados”. Un ejemplo: la legislación quitará a los grandes bancos privados la autoridad para nombrar a dedo a los funcionarios que irán a los bancos regionales de la Reserva Federal.
“Es una locura”, afirmó Noam Scheiber de New Republic la semana pasada, “que las grandes firmas de Wall Street elijan a los directores de la Reserva Federal de Nueva York, que es a menudo su principal regulador”.
Pero la enmienda de Dodd toma una línea más dura sobre Wall Street que la legislación “admitida por la Casa Blanca” que ha surgido de la misma, y que deja cualquier intento de nueva regulación “radical” sobre Wall Street fuera de la agenda de este año.
Y la enmienda de Dodd, aunque fuese sancionada este año, no haría nada por limitar las enormes recompensas caídas del cielo que a modo de incentivos se les han dado a los miembros de Wall Street para comportarse temerariamente.
Estas recompensas, como señaló la semana pasada el analista de Forbes Matthew Goldstein, condujeron a que los dos administradores de fondos de Bearn Stearns absueltos la semana pasada tuvieran esta conducta execrable.
Estos dos, dice Goldstein, no se han comportado nada diferente de lo que sus contrapartes de Wall Street. Todos ellos “son codiciosos por el dinero fácil que se extraía de la deuda garantizada, y otros activos, relacionados con las hipotecas subprime”.
Medio siglo atrás, los altos impuestos sobre las grandes rentas –la mayor tasa impositiva, aplicada a las rentas superiores a los 400.000 dólares, se mantuvo en el 91% por más de 20 años tras la segunda guerra mundial- efectivamente mantuvo la codicia por el “dinero fácil” bajo control.
¿Por qué molestarse especulando para hacer “dinero fácil” si, después de todo, los agentes impositivos no te permitirían conservarlo?
Durante un breve momento durante la pasada primavera, el Congreso pareció ansioso por analizar un tope similar para el “dinero fácil”. En marzo, como recuerda un informe reciente del Institute for Policy Studies, la Casa de Representantes propuso una enmienda que ponía un impuesto del 90% sobre los bonus para los ejecutivos de los bancos rescatados.
Esa enmienda ha desaparecido sin rastro –y los bonus bancarios han regresado rápidamente a los niveles previos a la recesión-.
De hecho, como dice una investigación recientemente publicada del Financial News and Wealth Bulletin, los principales 20 bancos de Estados Unidos y de Europa han reservado 224.000 millones de dólares para los pagos y bonus de 2009.
A esta tasa, Goldman Sachs, JPMorgan Chase, Morgan Stanley, Citigroup, y las restantes 16 instituciones financieras que examinó esta investigación van a llenar los bolsillos de sus brillantes líderes con más de 300.000 millones de dólares en 2009; lo suficiente como para superar sus remuneraciones récord de toda su existencia.
“El trabajo de dios” nunca ha sido tan bien pagado.
Sam Pizzigatti edita Too Much, la revista electrónica semanal sobre los excesos y la desigualdad.
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sábado, 21 de noviembre de 2009

ESQUELETOS EN EL ARMARIO







Adiós, pueblo imbécil
por Hugh Player

Hay un hecho histórico que siempre me pareció intragable. Durante la guerra del Pacífico el Presidente Prado partió al extranjero con dinero para comprar armas. Una multitud lo despedía vitoreándolo.
Prado no regresó con las armas que necesitabamos.
La traición dolería hasta muchos años después, tanto así que cuando pasabamos cerca del banco que fue de esa familia , mi abuelo nos decía, esa es una guarida de los mas sinvergüenzas traidores.
Es que se sabía que antes de partir Mariano Ignacio Prado había dicho:
Adiós, pueblo imbécil.
Quizás esa sea la clave para entender como hemos manejado nuestras relaciones con Chile. Como unos perfectos imbéciles.
Nada mas entreguista que los gobiernos de este país que -con el Huascar como insultante trofeo de guerra en manos de unos vecinos moralmente pequeños- han tenido una especie de política de dos caras (dos cuerdas) por la que guardamos toda clase de resentimientos en la realidad, pero que no impiden que por el dinero que se levantan los mismos tagarotes apátridas de siempre tengamos relaciones comerciales de subalternos en las que le hemos vendido desde los negocios privados hasta los puertos del estado, a precio huevo y entregando desde nuestra soberanía aérea hasta las góndolas de los supermercados, atestados de sus productos, bastantes mediocres por cierto.
Este blog esta cansado de plantear, en sus dos versiones (*) infinitas ideas para deslindar con Chile, de una vez por todas, cual es su papel en nuestra economía.
Nos hemos opuesto a la privatización de los puertos, a la venta de Collique, a la mano pinochetista en la actividad económica privada, a servir de tontos útiles comprando vinos malos con sabor de sulfito y galletas grasosas que financian la carrera armamentista de los beligerantes vecinos.
Fuimos los primeros en mencionar la Doctrina Portales (por decisión del Dr Peter Garca que ha vivido en una callampa chilena y sabe lo que es la ideología del roto) y hemos sugerido estatizar el recurso aurífero (que alimenta fortunas privadas nativas y extranjeras) para modernizar y mejorar nuestras fuerzas armadas.
Me vale verga reconocer que no tengo la mas mínima simpatía por gente que saqueó mi país y asesinó sin piedad a mis paisanos y a quienes combatieron mis antepasados (mi tatarabuelo estuvo en las Batallas de San Juan y Miraflores y mi tío tatarabuelo fue parte de la tripulación de oficiales de la corbeta Unión) y es en nombre de los dolorosos hechos que describió mi bisabuelo en su diario personal que sostengo que no puedo tener ninguna duda de como actuar ante enemigos tan salvajes que hacen que las declaraciones del General Donayre (torpes por el tono) me parezcan un juego de consolación para los chilenos.
Y conste que no me visto de nacionalista para decir lo que realmente pienso porque tenemos en la contraparte toda una galería de truhanes felones de la peor pelambre trabajando desde todos los ángulos en favor de los intereses de la estrella del sur ( y los suyos propios) como los seudo intelectuales (lindo artículo de Alvarito en la prensa chilena) o como los que monitorean los curros de los peces gordos, ahí tienen para eso desde los plumíferos nativos de ocasión (la lista es grande y apesta) hasta políticos (el ministro de defensa Rafael Rey, el ministro de transportes Enrique Cornejo, la ministra de la producción Mercedes Araoz, el ex premier y congresista Jorge Del Castillo y siguen nombres) y líderes de opinión (asociados con chilenos como Gaston Acurio Jr. en el Tanta cuyo propietario real es Andres Belfus de Almacenes París) o gerentes de empresas periodísticas y compañias aéreas, condecorados en Chile (Rodriguez Larrain del diario El Comercio) pasando por la infinita cantidad de gente que depende de estas relaciones comerciales (porque está en la planilla o porque hace buenos negocios) sin importarle el destino de la patria ya que a la primera escaramuza terminan de residentes de segunda en alguna ciudad norteamericana. La historia no me deja mentir.
Y mientras aquí el gobierno (al parecer sorprendido con esta obvia filtración de la información) y aprovechando el momento, cambió de las republiquetas a la broma boba (con canción criolla) para bajarle el tono al tema (terminando por largarnos un psicosocial de pishtacos delirante como en las épocas mas obscuras del montesinismo) todos sabemos que Catrasca es Piñeira Corazón porque hay mucha selva por rebanar y mucho billete para repartir, amén de las torpes ambiciones reeleccionistas que desvelan al gordo mandatario, al pueblo aprista y a sus líderes partidarios bien acomodados en el incansable destrozo de la caja fiscal.
Es hora que entendamos que si los chilenos creen que nos pueden montar o que nos ganan fácil es porque gracias a su casta militar han logrado algo que a nosotros nos cuesta un inmenso trabajo: el concepto claro de la patria como casa única de la que todos somos responsables.
Este es el momento de romper con las ataduras mentales y prenderle fuego a ese vínculo que permanentemente nos coloca por debajo de nuestros adversarios.
Para poder llegar a una paz verdadera en esa frontera y en esos límites marinos necesitamos conquistar nuestra revancha. Hacer efectiva una postergada venganza que no tiene nada que ver con balas o con armamento de última generación.
ES SIMPLEMENTE SABER TENER DIGNIDAD COMO PERUANOS.
Para que eso ocurra y que el primer hombre vestido de carabinero -después de pasar Tacna- nos mire con respeto, tomemos distancia de su dinero y sus inversiones, de sus tarjetas de crédito y sus aparentes beneficios y así sin empeñar la conciencia podremos -todos juntos como un sólo puño- devolverles por fin el golpe de regresarlos a su realidad de antigua capitanía colonial mientras nosotros eramos el principal virreynato o de salvajes fronterizos cuando nosotros fuimos un imperio que tranquilamente comía araucanos en el desayuno.
¿Quieren paz verdadera? Devuelvan pues los muchísimos trofeos de guerra.
¿Quieren negociar? De igual a igual y respetando las leyes de cada país.
Saludamos y apoyamos el pronunciamiento del Grupo Jorge Basadre.
Aunque al mismo le falte señalar a los caciques actuales que en formas de Grupos Económicos de Poder se sostienen en el remate del país a los vecinos del sur.
Creo que la anecdótica captura de ese pobre diablo miserable de apellido Ariza nos puede servir de punto inicial para intentar cambiar.
Es hora de que dejemos de ser el pueblo imbécil de 1879.
(*) Besos de hetaira cuenta este blog y Besos de hetaira recargado.
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EL BLOG DE ANDREA RINCÓN III















La Colombiana Andrea Rincón es la indiscutible engreída de este blog. Sus miles de fans no paran de reclamarla y aunque algunos le dedican comentarios realmente exóticos hay también quienes han protestado por el uso de cierto lenguaje ante estas imagenes.
Respetamos todas las opiniones. No las compartimos necesariaramente. Pero este blog tiene su propia tónica que no pensamos cambiar porque así nos resulta y así nos gusta.
Como nos gusta y encanta Andrea Rincón: verdadera diosa de todas las fantasías masculinas.
A comerlaaa!
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SOY UN ANIMAL






YO SOY ESPÍA
por Chachi Prado

Yo soy espía. Y mi mamá también.
La vieja es infaltable a la misa dominical del Padre Ennio. Ella es pía.
Mis primeros avatares en el mundo del espionaje se dieron cuando el negro Chi (que en realidad era injerto de chino con crola) descubrió que frente a la ventana del salón de quinto de primaria, una señora madura pero manducable, se vestía frente al espejo de una cómoda, observándose sucesivamente mientras se ponía el corpíño, las bragas, las medias, el portaligas (en esa época se usaba todavía el erótico admíniculo) y el vestido.
Con el tiempo mi vocación aumentó con la gloriosa vista (¿o visualización?) de las primeras películas del agente OO7 con Sean Connery como James Bond que era tremendo pipiléptico y que se chapaba lomos de la talla de Usula Andrews (1*) con la misma facilidad con que mandaba al otro barrio a cualquier matón del bando contrario. A Connery le siguió Roger Moore que también era eléctrico al extremo de mostrarse en un flotante coito espacial sin gravedad frente a la mismísima reina de Inglaterra (2*) haciendo esos famosos ojitos sinverguenzas con los que coronaba su actuación.
Ya de grandecito, espiaba a la infaltable vecinita que se calateaba sin correr las persianas, o escuchaba por el anexo telefónico los desmanes bastantes arrechifes de mi hermana con su jefe, el Dr Piñon Gordillo, cuando planeaban ir a matarse como locos a Huampaní el fin de la semana, mientras la esposa del Doc visitaba a sus parientes en el norte.
No se como empecé a abrir la correspondencia ajena. Tenía las llaves del buzón del condominio y rebuscaba las cartas en donde me informaba de los estados de cuenta del vecindario y de las notificaciones judiciales, por las que me enteraba que en el 401 había un juicio por sevicia ( el zambo había gomeado a la señora por aligerar los cascos) o que en el 305 el estado demandaba al chato por haberse atendido en el seguro social usando documentación fraguada como trabajador de una empresa inexistente.
Fue una lógica consecuencia que cuando estando en la chamba llegó a mis manos la documentación del ponja (que había vendido casas subvaluadas para evadir impuestos) o la del presidente en ejercicio (que tenía tres libretas tributarias usando sus tres nombres, seguramente por consejo del pendeivis de Quimper) o de la sociedad de Popi con Picasso (para el negocio restaurantero) procediera a ponerlas al palo, al mejor postor por supuesto, y cobrara unos buenos cocos por información que periodísticamente algún valor político tendría.
No había nada ideológico en este cuento. Negocios, nada personal. Ustedes comprenderán: Una vida extramatrimonial costosa. La genética de la lujuria.
Sinceramente no recuerdo con exactitud como llegaron los rotos hasta mis dominios. Supongo que tenía cierta fama en algunas redacciones y de ahí al soplo hay dos chelas de por medio y un par de alcahuetes dispuestos a proporcionar el número de mi celular. Me contactaron después de un buen reglaje.
Yo estaba dedicado a buscar datos concretos sobre la edad y la dirección de algunas potables damas en las páginas de la RENIEC y de ESSALUD (lo que hacen todos los jeropas del barrio) y decidieron contactarme.
Me abordaron por mi lado débil ( con una chola que estaba fuertaza y que cuando cruzaba las piernas me producía un alocado priapísmo) y me pidieron secretos militares.
Que locos. Lo único que tenía sobre milicos es que los putas chupan como vikingos, bailan todos igual y se tiran la gasolina.
Ya no hay ni siquiera cuarteles. Si los han vendido todos -a sus paisanos precisamente- y ahora son departamentos con vista al mar o con vista al mar de cholos de que toman su combi al frente.
Pero plata es plata y uno no está para despreciar.
Aviones. Tanques. Misiles. Talla de chuzos de los Comandantes Generales. Donde chupan. En que antro bajan la caña. Nombre de la caserita y pose preferida.
Ni se imaginan lo impresionante que puede ser recibir un giro de cinco mil dolares por revelar que al General le gusta el asunto teniendo como fondo el estruendo de las marchas militares.
No he sido egoísta. He ayudado a la familia. He pagado el trío puntualmente en todas mis casas (que no son pocas, a mi me dicen Loco Badani).
Incluso le di plata para el examen de admisión a mi sobrino. Y el burro no ingresó.
Ahora sólo espero que el Muñeco Ariza no me vaya a echar.
Aunque debo confesar que estoy preocupado por las consecuencias de mis pocos patrióticos actos.
Mas aún cuando en mi cachuelito de agente de inteligencia he tenido que chuponear a medio mundo y he guardado en mi laptop algún dato sobre gente del gobierno.
Cosas personales. Cachos por aquí y por allá. Conversaciones histéricas sobre depósitos bancarios, o sobre concesiones petroleras en la selva.
En fin, que sea lo que Dios quiera. Mi nombre es Prado, Chachi Prado.
(1*) Operación Trueno
(2*) Moonraker
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