domingo, 27 de febrero de 2011

LENGUA VIPERINA

Lo que nos quedaba en el tintero
por Hugo Del Portal

Heterofóbicas manifestaciones
Cuando un caballero, con un presente de reciente salida del clóset, como Jefe de Campaña del principal candidato opositor, al que mejor presentan las encuestas, incita a un debate, argumentando que sólo pide la sede del mismo y señala, chistocito, Bagua, nadie sale a enseñarle que una dama merece mas respeto, ya que -así la susodicha sea un plomo, que no lo es- está en el campo de la competitividad y en este país no hay consideraciones para quien se mete a cosa de machos.
Igual paciencia deben tener nuestros congéneres de la comunidad gay, cuando alguien les enrostra su condición sexual como si eso fuera insulto o un demérito válido. Cualquier adjetivo sonará a hueco y le hará mucho mas daño a quien lo emita, ya que el sólo pensar así, es un problema de adaptación, base primordial de cualquier tipo de inteligencia.
Ahora, que esta orientación no cree ghetos, cofradías, ni argollas, porque, ya le ha pasado a una conocida abogada y política, el darle chamba en el socorrido aparato del estado peruano, a nuestra pareja -hetero y/o homo- está mal. Es un nepotismo medio entre familiar y erótico. Es solucionar la cuenta de la casa con plata ajena.
Conste que la pareja del ofendido Señor se tendrá que dedicar de lleno a la actividad privada (el Cala, for example, si todavía existe, cosa que ignoramos) pero ya no podrá ser, digamos, for example también, Gerente de Sedapal, o funcionario del Ministerio de Vivienda, si en verdad desea conquistar legítimos derechos.
Contratar a los chicos del petit comité del clan podría parecer una manifestación de heterofobia que perjudica a un grupo que tan sólo exige lo que es justo.
Poco listos que hablan de las listas
Nuestra mala educación democrática nos hace expresarnos como verdaderos asnos, como acémilas desconsideradas con el prójimo. En primer lugar, nadie está prohibido de hacer lo que la ley no le impida y postular a una curul parlamentaria tiene mínimos requisitos legales que valen para todos los colores.
Y aunque no nos guste o nos duela, los argumentos de rigor académico no garantizan honradez, laboriosidad, o creatividad. Tampoco cultura o inteligencia.
La gente culta que he conocido no terminó ninguna carrera universitaria y los realmente buenos como seres humanos son de una simplicidad que parte la razón. Yo no puedo afirmar si una señorita que jugó al voleyball o un caballero que cante o actúe, es un buen o un mal candidato mientras no intercambiemos algunos fragmentos de tinieblas frente a un par de buenas tazas de café y cigarros.
Descalificar por generalizaciones vanas es tan brutal como inútil y lo que es peor, nos limita en la posibilidad real de conocer alguna extraordinaria pero anónima persona que camina por el mundo esperando su momento para brillar.
En toda lista, hay buenas y malas opciones, gente de valor y sinverguenzas de todo pelaje. He aquí algunos casos positivos para su conocimiento:
Paul, mi primo, que es un tipazo del joraca, un hombre que sabe las cosas y conoce de su tema (derechos para discapacitados) porque lo ha vivido con fuerza y dolor, va por la lista de PPK con el número 19.No es lobista de nadie y su campaña es austera. El cuenta con mi voto, sin duda alguna, pese a que entre éste blog y el gringo viejo de PPK hay una situación ideológica casi de antípodas.
Píensenlo bien, con Ollanta esta Chehade con el 6, Javier Diez Canseco con el 12 y con Toledo, Pease va en la casilla 10.
Y tienen a la gente de Fuerza Social de Susana Villarán que ha sido electa en un proceso tan democrático que no parece de este país y en donde pueden encontrar personas valiosísimas. Revisen la página de la Onpe.
A esos críticos, amigos del descarte, un consejo sano: un poquito más listos para hablar de listas. Sus comentarios son agresivamente idiotas.
Las Leyes Corleone
Las cosas con Castañeda son claras. Cada vez que la Trisomía 21 del grupo del Decano quiere bajarlo, le avientan una denuncia sobre el manejo de su gestión municipal y le piden una pormenorizada rendición de cuentas.
Claro que apesta horrores que se contrate por tanta plata a quien nos da el diploma de buena conducta, pero la ley lo ampara como amparará la gestión de éste gobierno y como AMPARÓ a todos las asministraciones anteriores sin que nadie haga nada por cambiar este sistema legal que se presta y que juega para la corrupción en masa a la que estamos sometidos desde que el primer pendejo criollo, nuevo republicano, inventó la deuda por la guerra de la independencia.
La contraloría, órgano que debe ser un inmaculado gestor de una eficiente fiscalización, terceriza sus funciones a estudios contables por mecanismos que parecieran los de una licitación bastante pagana, generando la inevitable corrupción, ya que estas organizaciones le pagan sueldos miserables a sus auditores, llevándose los dueños la parte del león. Un fiscalizador con la billetera tela es una fácil presa de cualquier arreglo bajo la mesa.
¿ Cúanto funcionario nace de la conversación que genera un informe arreglado ?
¿ Cúantos pagos por asesorías y nombramientos indebidos ya se han gestado así ?
Luchito va a tener que hilar fino para explicar sus manejos gerenciales pero no va ser condenado jamás porque los que saben cómo es la cosa, dónde está a punto la rica mermelada, se hacen los tercios con las modificaciones para ellos poder continuar con el cobro de la herencia mafiosa de un estado al que pareciera imposible reformar por su entraña atávicamente delincuencial.
Me ofrezco para elaborar una lista de sugerencias. Cambios reales que matarían a las ratas en sus cómodas madrigueras burocráticas.
¿ Querrán, los que tienen la sartén por el mango, empezar con la verdadera transformación de un estado ineficaz y enfermo de corruptelas ?
Lo dudo. Este es el Perú, paraíso de una eterna canallada impune.
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