
Susana, que será loca pero es legal, no asistió al evento en donde reino -para variar- la concha de todos aquellos que deberían vestir traje a rayas.
Para no quedarnos atras, proponemos cuatro bodas y un funeral para que el bondadoso Dr Chanchirafa García (que acaba de declarar que al genocida Abimael Guzmán también le toca el mismo trato en su condición de ser humano) las autorice y terminemos de entender que este Perú, gracias a sus gobernantes de turno, es un país de pacotilla para el festin de los tagarotes de siempre.
El funeral es -obviamente- para el Dr Alan Catrasca porque en su afan de generar humo nos pone ante los ojos del mundo en un trance realmente vergonzante.
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