miércoles, 11 de marzo de 2015

UNION CIVIL: ARCHÍVESE POR AUTOGOL!

Desde el primer momento en que se puso al debate la ley de Unión civil homosexual, muchos intuimos que el tema se iba a manejar políticamente, como una cortina de humo, a la que somos tan propensos, lejos de los intereses de los interesados. Que al parecer son solo los únicos afectados.
A nadie le importa, la gran mayoría esta en contra solo por repetir monsergas pacato religiosas, solo por que no hay planos comparativos culturales porque esa gran mayoría, tampoco sabe, no lee, no se instruye, desprecia la cultura y lo que sabe de sus derechos consiste en defender y vivir su voluntad por ver y dar sintonía a a la televisión basura, o a votar por politicastros impresentables o a levantarse algo (léase ganarse alguito) vía coima, o como se le llame al hecho simple de robar sin asco. 
Que la gran mayoría este a favor o en contra de algo no es óbice para ensalzarlo o repudiarlo, solo una mentalidad gananciosa puede creer que una encuesta le va a dar rédito electoral. Y es así como se ha decidido una votación con una obvia metida de mano del conservadurismo eclesiástico, que incluso anda bastante lejos de la misma concepción del Papa Francisco. 
Hay quienes dicen que hay cosas mas importantes, posiblemente en lo inmediato sea cierto, pero eso es para sociedades básicas, asalvajadas que no saben, lo que de verdad son y valen los derechos humanos del otro individuo, del prójimo, porque fácil es amar a la humanidad pero difícil amar al prójimo. (*) 
No se si tengo amigos  o amigas gays, no es un tema que me acerca ni me aleje de las personas. Tengo el mismo interés y los mismos preceptos en la vida sexual de los heterosexuales como los de homosexuales, osea que lo que hagan entre cuatro paredes es asunto de ellos. 
Y las manifestaciones callejeras (sean de cariño o exhibición) de ambos lados me parecen patéticas y ridículas. No hay respeto para quien no respeta ni considera la cualidad de la  otredad de los  otros.
Que los Bruces asuman lo que han hecho mal para fracasar tan estrepitosamente, que los amigos del LGTB reconozcan su incapacidad para educar a la opinión pública, que entiendan todos los del a favor y los del en contra, que no se trata de sus egocentrismos baratos, sino de conceptos que van mucho mas allá de su necesidad de hacer circos personales, desenmascarar solapas, o de sentirse aceptados, o en todo caso de lo que pareciera prometer la nueva Unión Solidaria (seguridad económica, premio consuelo de los manipuladores) cuyo solo nombre nos hace pensar en que van a robar pero hacer obra matrimonial. 
Se pierden batallas en los contextos de una guerra, acá no hay ninguna guerra, hay un proceso educativo postergado hace siglos, y es ahí en donde se tendrá que trabajar para que la ciudadanía de esta republiqueta de desconcertados aliterarios, entienda lo que significa la palabra derecho.  
Ahora, Not my tempo!

(*) Julio Ramón Ribeyro en "Dichos de Luder"