Quienes sabemos lo bromista (un tipo re jodido) que es Ricardo, sabíamos que nos esperaba una magnífica producción. Porque Un cuento chino es un filme buenísimo.
La historia nos habla de Roberto, un ferretero renegón y solitario que además de atender su negocio con una actitud media cansada, colecciona noticias absurdas, desde un día terrible en el que regresó a su casa y el había sido parte de la historia gráfica que determina, incluso, la vida de su propio padre.
Por casualidad conoce a Jun Quian, un ciudadano chino asaltado a la salida del aeropuerto de Buenos Aires y con el que se desarrolla una relación tirante, entre simpatías y antipatías, trabada por la imposibilidad de comunicación al expresarse en distintos idiomas pero que determinará que Roberto pueda salir finalmente de la burbuja a la que el pasado lo ha encadenado con dolor.
Dirige Sebastián Borensztein, que también ha escrito el guión de esta extraordinaria cinta, la que yo recomiendo porque:
a) nadie como Ricardo Darin para putear a la usanza argentina,
b) porque no me cansaré de repètir que es uno de los mejores actores del mundo y c) se apoya en la muy solida prestancia de quienes saben hacer cine en un país que ya sabe lo que es ganar un Oscar .
Un cuento chino es para todos aquellos que saben maravillarse ante las infinitas posibilidades que puede tener la vida. Copia pirata en DVD limpia.
NOTA: Soy de los que compran cintas piratas porque las distribuidoras, o se tardan demasiado o no estrenan las mejores películas, si éstas no son comerciales, de esas que le gusta al tipo medio masita.
Siempre voy al cine. Años que asisto a la función del auténtico cinemero, que es la de matinee (cuando el macherío labura y hasta se pueden hacer muy simpáticas amistades de sexo femenino) pero ya viene siendo hora que quienes programan los estrenos en las salas piensen que no todos somos del gusto de ver sanguinolentas elucubraciones de terror o malos actores corriendo autos.
Un poco de respeto y consideración.
