sábado, 11 de junio de 2011

ESQUELETOS EN EL ARMARIO

 SE LAS EXPLICO CON PELAS (*)
(Ni como lossers la hacen bien)
Por Hugo Del Portal

Amante del cine, como soy,  (hasta niveles casi parafílicos) ensayo una explicación adecuada a los entendimientos más indomables.
Como si fuera para niños de menos de ocho años, con la misma paternal paciencia y la mejor buena onda (que no nos puede robar el desfile de cínicos que ha estresado hasta a los pobres mamíferos acuáticos del elegante hotel sanisidrino) les alcanzamos este comentario de fin de semana.
En el remake de Pelham 123, Ryder (Travolta) secuestra uno de los trenes del Metro de New York, la exigencia del rescate es precedida del asesinato de uno de los rehenes y todo el tinglado del delito juega secretamente en desestabilizar la bolsa (susceptible a inquietarse con alteraciones sociales desde el 9-11) y provocar una ganancia espectacular. El personaje revisa las oscilaciones de la misma en su laptop mientras sostiene conversiones irónicas con los que pretende extorsionar.  
Si un delito de esa magnitud puede constituirse en elemento importante para mover una bolsa como la neoyorquina, imagínense lo que se puede hacer con una como la de Lima, considerada de muy poca profundidad hasta para los legos como yo para quienes la economía consiste en tratar de llegar con lo que gana hasta el arco del gol de fin de mes hasta que sale el 26 para -de una patada descalificadora- tirarnos el sueldo al corner justo cuando están jugándose los descuentos.
Lo que pasó este último lunes –incluso- es una clara muestra de manipulación y de tan mala factura que los movimientos en contante y sonante fueron mínimos.
Entendemos que los que promovieron este chiste patético no querían seguir perdiendo parte de su crematístico luego de la vana  inversión que hicieron para beneficiar a la más tacuchi de los Fujimori.

La inmediata reacción, ahí nomas el martes, y el desfile de anti-Humalistas en el oportuno (y lastimoso) besamanos nos recuerda a Michael Douglas –Gordon Gekko-
comiéndose por la plata a su propia hija y a su yerno luego de pintarles un lindo cuento de padre decidido a recuperar el amor de su familia. Es muy parecida a la choteada de los buenos muchachos de la Confiep con el gordo Catrasca García ya que no han dudado en sacarlo de su agenda del blueberry y borrarlo y hasta bloquearlo como amigo del Facebook 
Habiéndose terminado la posibilidad de los negocios, le toca descubrir a este director de zarzuelas fallidas, que el dinero es una puta que nunca duerme. 
¿Cuatro bodas y un funeral? No, cinco funerales, el de la mazamorra aguada de la derecha, el de los empresaurios y sus gollerías, el de los medios de comunicación echados tan meretriciamente, el de los arribistas de todo pelaje vestidos de geishas y el de Alan García, próximo a rendir cuentas para que nos enteremos de todo aquello que no sabemos sobre cómo es que la plata llega sola y que nos enseñe sobre los beneficios del vivir como un no hortelano.
 
Le toca a la nueva administración de Ollanta (y a toda la izquierda) entender que no nos podemos dar el lujo de sufrir el “Síndrome de Carlitos Brigante” (Carlitos way) en donde le dan vuelta al personaje por no actuar conforme corresponde a la circunstancias y al entorno, Al Pacino no quiere volver a la senda del delito y le perdona la vida a quien al final lo última, justo cuando esta por alcanzar el sueño, no dudan en traicionarlo, porque han visto que Carlitos esta flojo, no tiene carácter, es débil.
La política nos exige ser buenos concertadores (no consertadores como escriben algunas acémilas de la televisión, en Enemigos Públicos) pero como tales, sabemos que los perdedores sólo están autorizados a suplicar nuestra tranquilidad y clemencia.
Jamás a exigir nombres, o situaciones, que les garanticen la permanencia de sus esbirros en las instituciones del estado. Revisen ustedes mismos los directorios de las mismas y conocerán el porqué hay tanto interés en que se sobreviva la cabeza que mantenga el cuerpo. En seguir tratando de vivir de la transfusión de sangre del país. En este odioso y ya intolerable status quo.
Para evitar sufrir el final de Carlitos Brigante, los gobiernos, el Central de Ollanta Humala y el Municipal de Susana Villarán, deben extirpar el cáncer de la corrupción que se ha reciclado en sus dependencias bajo el manto de tecnócratas (que no fueron jamás porque a ellos los trajeron en chancletas, sacándolos de las cocinas de sus casas) porque supuestamente le dan continuidad a un modelo que en el mundo entero ya entró en crisis por quiebra e ineficiencia y sobre todo por anacrónico.
¿Próximos a sus 180 primeros días, qué sabotea la gestión edil, hasta provocar el incendio de pruebas para escapar a las auditorias? El mismo mal que padeció Carlitos.
ES HORA DE QUE LA GENTE DECENTE DE FUERZA SOCIAL tome las acciones del caso y revise los antecedentes de los fujimoristas y apristones que ahora aparecen como solapados especialistas cuando son los quinta columnas de ocasión.
Lo mismo para la gente de GANA PERÚ para que en la iluminación enceguecedora del momento triunfal puedan ver que están destinados a mejores tareas que atender la perpetuación de las condiciones que favorecen el monopolio del poderoso.

Como en The Matrix, esto empieza  con el simple acto de creer, de tener fe en el pueblo de este país y en su destino militante, en la armonía general, en sus intelectuales comprometidos, en sus estudiantes limpios de corazón, en sus clases medias emprendedoras y decididas, en sus trabajadores organizados, en los que nos identifica a todos como objetivo común e impostergable: el cambio.
Con la derecha y sus desparramados exabruptos no se negocea jamás. Lo digo y lo sostengo siempre. Es vano e inútil. Es medio suicida.
La gordita que acaba de perder las elecciones no puede ni podría definir a partir del veintiocho de julio donde va a dormir el delincuente homicida de su padre, menos puede sugerirle al Nobel, Mario Vargas Llosa o a su hijo Álvaro, desde su ridícula medalla de segundona, que vivan aquí, o en Madrid, o en Washington.
Ella deberá quedarse a saldar sus querellas judiciales pendientes y esperemos que lo mismo se haga en los Estados Unidos con la familia de su marido.
Avísenle a ella y la manga de sinvergüenzas que la secundan que the game is over.
Que pese a que ellos mataron menos y que no les constan los actos delincuenciales de Montesinos, la suerte esta echada, así De Soto haya inventado la taza para ambidextros.

Colofón y Dedicatoria.
A todos aquellos que se desgañitaron y que aun se inflaman de cólera por el triunfo del Comandante Ollanta Humala y que acaban de ser traicionados por los que les inspiraron esas tristes hilachas de fascismo y esa miserable genética de racista bamba (que tiene al tío trigueño prohibido en el álbum familiar)les dedico estas líneas con mi mejor onda y comprensión ante el hecho de haber sido, y ser, víctimas propiciatorias de la manipulación y tontos útiles del terrible bullicio de las barreras culturales de la incomunicación.

(*) Pelas, neologismo moderno y juvenil peruano para definir películas.