por Hugo Del Portal
Había una vez un político honrado. Además de honesto estaba comprometido con la justa causa del pueblo. Y pese a que el compromiso era arduo, lo cumplió con tanto entusiasmo, que hasta se dio tiempo para escribir algunos libros que fueron éxitos de librería, best sellers de su tiempo. En ellos supo delinear y desenmascarar los sucios negociados del poder fáctico y señalarnos quienes eran los dueños del Perú.
Ayer hubiera cumplido 82 años. Ya van 18 años de su partida
Para quien escribe estas líneas Carlos Malpica Silva Santisteban será siempre un verdadero ejemplo, de esos que no necesitan homenajes porque la gente decente es pura corrección desde su más íntimo contexto. Además bien señaló Gonzáles Prada: "Las glorias de la vida nunca llegan o llegan tarde"
Ayer su viuda y sus hijos han recibido una distinción en la antigua Cámara de Senadores (ahora Hemiciclo Raúl Porras Barrenechea) de manos del Presidente del Parlamento, Daniel Abugattas, quien esta pagando, con estos actos de caballerosidad, las viejas deudas de nuestra ingrata democracia.
Lo han saludado desde su óptica personal, Raúl Wiener, Javier Diez Canseco, Aída García Naranjo y Ricardo Letts. Con discursos cargados de emoción y de amor.
Porque al camarada que deja semejante legado se le respeta siempre y se le ama con la misma convicción que nos reúne en la búsqueda del cambio.
Desde mi pequeño espacio de esta red, brindó porque este elogio nos sirva para encarar los desafíos como lo hacía Carlos Malpica, con transparencia y ética absoluta, por las que el lodo de la sucia política peruana, jamás pudo macular su noble recuerdo y para que no nos asalte la permanente tentación del fracaso.
¡Si carajo! luchar y persistir hasta vencer.
(*) La tentación del fracaso es el título de la Biografía del Maestro Julio Ramón Ribeyro.
