martes, 25 de octubre de 2011

ABOGADO DEL DIABLO



En torno a la crisis estética
por Hugo Del Portal




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Hay amores horribles que ultrajan en realidad el abolengo de este sentimiento y lo despojan de toda su aureola romántica. Por ejemplo el que existe entre uno de los jefes de la Agencia y una de las secretarias. El jefe es viscoso, moluscoide, fofo, cincuentón y mediocre. La secretaría una gorda desteñida, mastodóntica, con los dientes fuera de las encías y una nariz tan larga que es una infracción permanente a las leyes de la cortesía. Una de esas mujeres, en suma, que como alguien decía "harían peligrar la continuidad de la especie si uno se encontrara solo con ellas en el mundo". Y lo peor de todo es que ambos son casados; en consecuencia cabe pensar qué sórdida catástrofe debe constituir en cada caso su matrimonio, para que le busquen fuera de él esta compensación ominosa. Cuando los sorprendo en la oficina haciéndose sig nos de inteligencia, bromas o mirándose desde lejos embobados, me avergüenzo por mí, por mi especie. Y cuando imagino que estos amores deben consumarse en secreto, adulterinamente, en cuartos de hotel, en sabe Dios qué camas de alquiler y evoco sus atroces cuerpos confundidos, siento la tentación de arrojarme por la ventana, presa de una locura incurable.
Julio Ramón Ribeyro.

Cito al Maestro porque esta boda ha sido escupida por todos los medios con una gruesa de fotos francamente alucinantes.
Y es que España está en crisis (como te digo una co te digo la o)
Y no tiene nada que ver la edad de la novia porque yo conozco mujeres de 50, 60 y 70, que ya quisiera, alguna mozuela, tener tales encantos, tan majestuosos e impresionantes, que derriten sólo por el simple hecho de compartir el espacio con tamañas presencias de mujer.
Pero joder, que esta Duquesa (que además de portar uno de esos títulos nobiliarios tan anacrónicos y absurdos que unicamente sirven para un siglo muy obscuro que necesita mantener cortes borbónicas en situaciones de mezquino poder, rapiña y ambición) es tan espantosamente fea que bien podría adornar el ciclo Vade Retro de TNT, hacer el rol principal en Zombieland o demandar al cirujano plástico que perpetró semejante mascara extraña que envidiariamos en Halloween.
Y hay amores horribles que ultrajan el abolengo de este sentimiento...
Que la próxima revolución los coja a la mala y los juzgue en una corte de "ultras" (declarados defensores de la belleza del amor) y que los sentencien sin piedad a mirarse entre si, fijamente, por toda la eternidad. Amén.