lunes, 11 de marzo de 2013

LA VERDADERA PALABRA DEL MUDO




LA VERDADERA PALABRA DEL MUDO
(debate con notorias ausencias e incomodos silencios)
Hugo Del Portal

Hace algunos años atrás, la fundación  Konrad Adenauer, promovió un concurso de cuentos adaptados para la televisión a nivel Latinoamérica.
Quizás poca gente sepa que competimos con países como México y Argentina es donde el nivel de producción nacional es de mayor y mejor inversión. Pese a eso, los primeros puestos los obtuvieron “La agonía de Rasu Ñiti” de José María Arguedas y “Las botellas y los hombres” de Julio Ramón Ribeyro.
Las actuaciones sobresalientes de Luis Álvarez y Jorge Guerra han quedado grabadas en mi memoria con el orgullo adicional que los guiones fueron adaptados del trabajo de dos grandes escritores peruanos.
Esto es un indicativo que con la gente adecuada somos capaces de construir el éxito y que si hubiese una voluntad superior al deseo de embrutecer gente, nos preocuparíamos –por respeto a quienes han obligados a gastar millones en un innecesario proceso de revocación- en hacer una seria exposición de motivos (de eso se trataba el debate de ayer)
Ahora suena a bolero: ausencia de motivos, más allá de lo que se filtra desde esa coladera de zafios que es el comité de la opción del caos y el desgobierno.
Los que se retractaron, ya venían haciéndolo desde hace días porque las intervenciones escritas que les proporcionó la anencefálica asesoría del mudo y del panzón Mr. Cash, era de una injuria que rozaba con la inmundicia de lo más ruin. Difamación de la mala.
Dicen que el abogado (que gracias a su talento como defensor le consiguió treinta años de cárcel a una conocida folklorista) espetó, yo no soy un doberman,
En alusión al negocio de canes amaestrados que hace años maneja el silencioso chiclayano. Quizás por eso su combi revocadora se confunde con las camionetas de las veterinarias en donde se baña y aliña a los perros, además de entrenarlos para la defensa personal o de los bienes.
En la revista Vela Verde, se preguntan hoy, si Marco Tulio trabaja por el No.
No, el Si es su negocio, pero para disfrutarlo no puede pasarse una temporada en  San Jorge, y que –en su juego taimado- prefirió salir con una de sus frases, de esas que ya componen la historia universal de la infamia (sí, soy impresentable y qué?  Fue la de ayer) y evitarse una demanda penal al exponer en el debate (que demandaron con la urgencia vulgar que los caracteriza) y luego poner al Concejal Pablo Secada a polemizar –como el mismo dijo- con el hombre invisible que en realidad es la verdadera cara del revocador tramposo y sin motivos de peso.
Esta es la palabra del Mudo, sino son agravios, no hay argumentos porque robar no es una especialidad académica, es un delito que en los políticos resulta un crimen de lesa humanidad.
El Sr Castañeda  no solo tiene el lío de Comunicore (donde está por decidirse si lo incluían como acusado porque el es tan eficaz que sus gerentes robaban y no se daba cuenta, a el se le paseaban las tortugas) tiene cincuenta mil chifas de gestión, líos que van desde como obtiene los financiamientos (con mordida), la construcción de obras que se hunden, se caen, se quiebran y que no tienen la garantía del contratista, (porque las cartas fianzas eran inventadas, eran de organismos no autorizados por la Superintendencia a dar este documento de garantía), o porque firmó contratos que más que huella digital tenían su uña negra clavada y que una gestión honesta y transparente, que atrae inversión privada porque la decencia de su alcaldesa es una garantía y porque la solución de los grandes problemas de Lima, va por la recuperación de la dignidad del vecinos, su inclusión, y su reinserción en muchos casos es lo que hace una ciudad eficiente y verdaderamente de todos.
Sin cultura y formación, seguiremos lanzando botellas plásticas desde las ventanas de los ómnibus de transporte público,  así como seremos presa fácil del cohecho y de la coima, porque lo que esta administración quiere recuperar es valores que nos harán interactuar con la ciudad como seres responsables.
Si, aun sabiendo lo que ha dejado El huno Castañeda y su gente como saldo de su gestión, seguimos repitiendo esa frase cínica y estúpida, del “no importa que robe mientras haga obra”, dejaremos que el verdadero gran revocador, El panzón Mr. Cash,  ponga la piedra angular para su tercera re-elección, y se termine de llevar lo que queda del país, concesionar las veredas y las avenidas y confiscarnos el derecho de una ciudad ordenada y equilibrada,  para todos, habremos claudicado del futuro que nos merecemos.
Aquí se juega la reserva moral del país, de la ciudad.
Estos improvisados impresentables que vinieron con textos escritos a remarcar con trucos refritos de campañas anteriores (ya Hugo Otero quemó  sus últimas neuronas chilenas) y que nos mostraban a esa señora realmente fantasmal, como una muñeca de ventrílocuo,  sin  vida, en su real dimensión, es una muestra más que –como ya han escrito Hildebrandt y Tafur- García se la juega este domingo y al parecer los excesos de litio sour y otras sustancias no muy santas, lo han convertido del Dartk Vader, de la política local a un Jabba el Hutt que se ahorcara con su propia cola.
La cola que identifica a todos los que son como el,  tan proclives al gusto por lo ajeno.  Y si es del estado, mejor.
Usted deciden:
40 veces No, es convocar una ciudad mejor para todos, es creer en una vida limpia y digna.