Hay un grave problema cuando ante la inminencia de ser descubiertos y expuestos, como los ladronzuelos que son, se apela a la confusión histérica entre realidad y ficción.
Es el miedo. El mismo pánico que mostraban ayer en las inmediaciones del Mercado Central cuando obligados por el cierre de los accesos tuvieron que caminar fingiéndose ofendidos y la gente los escrachaba de la manera mas directa. El caminar de sapo y la desagradable presencia de la Salgado recibió el mensaje de forma clara: Oye tía, no te quiere nadie y tu clientela política solo funciona cuando hay menestra de por medio, definitivamente eres una mujer que esta muy sola.
Y el movimiento que aupó a los japoneses hacia el poder esta casi dando los últimos suspiros de agonía. Y no solamente fue ella; el ex-marino Tubino recibió un merecido cono de señalización en la cabeza. Cono que para el humor negro era de color naranja.
Daba pena ver a la sobrina de la Cuculiza rogándole a la policía que la deje pasar en el obvio apuro de retirar todo lo comprometedor de la oficina asignada en el parlamento.
La Letona y otros fueron mas solapas a la hora de retirarse con el rabo entre las piernas. Y los apristas en la puerta de develarse el secreto de sus codinomes, (Sipán= Velásquez Quesquén), han corrido por los techos, a esconderse, como hizo en su momento algún cobarde suicida de su propia pelambre.
Pero somos nosotros los que andamos queriendo recuperar un país que nunca hemos tenido porque no hemos sabido pasar a la acción de la militancia solidaria, al compromiso con la evolución real.
Somos nosotros los que hemos creado este monstruoso parlamento de Yesenias, Bartras y Mamanis, o de sujetos como Reategui, quien aun habiendo confesado sus delitos como colaborador eficaz, sale a dar, desde el subsuelo de la moral, sus nada interesantes opiniones.
Son los periodistas estúpidos que incapaces de sentir asco e indignación le calzan un micrófono en el hocico, para que un delincuente, comprobado y confeso, se despache. Son libertades sin razón.
Y porque nuestra poca indisciplina, nuestro silencio de ensimismados, nos hace cómplices, hemos decidido volver a estos blogs que creamos hace doce años y que gozan de todas las prohibiciones habidas y por haber. Porque somos unas ladillas cuando nos lo proponemos.
Por eso hemos optado por sumarnos a los esfuerzos por desinfectar todas las instituciones de nuestro país, que están en manos de la mafia desde hace mas de treinta años. Es el poder judicial, el ministerio público, el Tribunal Constitucional, los ministerios, absolutamente toda la estructura y la superestructura del estado peruano, las que sufren del cuelloblanquismo denunciado.
Nada cambio desde 1985. Se han asentado en sus cotos y manejan el país desde el presidio.
La clase política y la institucional esta sujetada en el chantaje de quienes le saben sus miserias.
Le vamos a invertir tiempo. Y ganas. Y frustraciones, si como, no. Y mucha incomprensión.
Pero como ya dijo Eddie "Fast" Felson:
