miércoles, 28 de agosto de 2013

LA HORA DEL BIEN DESPERTAR


Me han empezado a parecer unas reales boberas, las profecías de ese tal Nostradamus.
Por lo que veo en el horizonte de este país de macros que nos condena a transportarnos en  micros.
He pensado -que como ciudadano de a pie y de transporte público- que si le hubiera hecho caso a mi amigo "Dedos" hoy estaría entrampado en el horrible tránsito de Lima con una 4X4 adquirida en base a un buen juego bajo la mesa y cantaría la Marsellesa, gritando Ave Alan! o Ave Agustin! no se, y no estaría juntando monedas y comprando de a tres por dos en Metro para cubrir mis necesidades consolativas vitivinicolas. 
En otras palabras de ser honrado no se saca un carajo. Incomodidades. Te odian hasta las plantas. En fin.
Sino me creen pregúntele a Susana a quien hasta un periodista medianamente inteligente como el chato ataca sin piedad, llamándola wildeana sin leer a Wilde y otras gracias más, y todo por no hacerle el juego al sistema.
Un sistema moribundo que esta podrido de raíz por la corrupción.
Porque este caimán dando coletazos, pretendiendo con infamia sacarte la poca plata que tienes en el bolsillo, dejando que las tras-nacionales como Telefónica se la lleven en paila sin pagar impuestos, o que la minería se haya convertido en la fiebre que azotaba a los ambiciosos gambusinos del viejo oeste americano.
Somos un país con muchas leyes, todas con llaves maestras que permiten burlarlas, somos victimas del embrutecimiento general provocado por medios que son la gran puta babilónica de  estos tiempos, somos una anómia galopante, una anancefalia como destino y lo que es peor, estamos contentos con ello.
Un país en donde un ladrón como García, o un palurdo como Toledo, o un zafio como Fujimori pueden ser opción de gobierno ( y no nos da vergüenza, carajo) y otros de peores pulgas se asoman sin descaro, no merece que un anarco hedonista serio como el que escribe se preocupe de como va la balsa en medio de esta lluvia de heces. 
Me gusta el cine demasiado. Tanto como la Literatura. 
No los voy a dejar para preocuparme de un pueblo (que muchas veces es de mierda) y esto, pese a que también hay gente de la puta madre que merecerían mejores caminos, mas vida de verdad, porque con una anticipación escalofriante asistimos a lo que sigue siendo el país puesto al palo, el gran remate, el descalabro institucional de la nación peruana en manos de los aviesos fácticos de siempre
¿Aunque perdieron las elecciones, siguen mandando los mismos que cortan el jamón? Si.
Después de dos años de nada, podemos esperar algo de Cosito? Nada. Salvo un divorcio falseado que le permita a la ambiciosita de su mujer colocar en su curriculum vitae,  una pastosa candidatura a la presidencia, que no va ganar nunca, porque, como ya hemos dicho, a la dientona no la quiere nadie.
Estamos condenados a ver que se nos pasen los trenes de la historia, a ser mendigos sentados en bancos de oro, a las cleptocracias, a los linchamientos mediáticos contra cualquier síntoma de honestidad. 
Pero no se olviden que a los cholos se les sube el indio de vez en  cuando y ya toca una asonada después de tanto liberalismo boludo de tecnocratas neocon con caras de aficionados swinger de la confusión.  
La pelea ahora es legal. Apoyemos a Borea en exigir una Nueva Constitución. Cubramos las espaldas de la gente honesta, defendamos a quienes encarnen verdaderos valores y ya después veremos qué hacemos cuando llegue la noche de nuestros cuchillos largos y encanemos a tanto ladrón luego de decomisarle lo que se haya robado del tesoro público.
El Perú es nuestro, sigue siéndolo  es hora de recuperarlo eso si,  previo despertar de las conciencias.