1- Gordo bastardo sigue atacando por twitter en su afán de ser líder de una oposición que lo beneficie en sus apiraciones de un tercer mandato, y con la misma autoridad moral de siempre. La misma con que la se ha vuelto una repulsiva ameba.
Los fujiratas, van en su interpelación 200, y todo por la libertad del sátrapa que goza de una rica cana vip.
Midori no renuncia. Lima parece zombieland. Y tenemos que andar esquivando los virus tipo Matrix con las balas
¿Mis impuestos sirven para algo?
Páguenle un extra a Callahan y que les pase (asi como jugando) un poco del plomo a los susodichos.
2- Gisella celebra tener competencia.
Celebra que esta misma sea nuestra versión chicha de Truman Capote cruzado con Guido Montenerde.
Gisella, ¿por qué no celebras el silencio?
3- Y otro derrame en la Reserva Pacaya Samiria.
El costo del progreso de quienes en su afán de ganar plata no reparan en la vida misma.No respetan nada.
Una buena multa y el cese inmediato de su actividades es lo menos qué puede hacer el gobierno hasta que se compruebe en que magnitud ha afectado el agua, la flora y la fauna.
Progreso, la de crímenes que se cometen en tu nombre. Y las leyes, pintadas están con petroleo.
Pluspetrol, no se olviden, es el nombre.
4- Y en Tacna la gente consume agua con notables porcentajes de arsénico.
No importa carajo, Dios es peruano y aun nos quedan las matardocitas para contrarrestar a los matadores (del pueblo).
En este gobierno, alguien sabe qué significa genocidio.
Erin Brokovich, prepárate...
5- No hay clases hasta dentro de una semana. Pobres padres.
La pandemia, epidemia,(o cojudemia) de la NH nos va ganando el partido que ni el Pep Guardiola con todos sus gestos lo va a poder voltear.
Buen fin de semana. No se dejen embaucar por el mazazo de los dominicales diseñados para una bajada moral.
Lean! que los libros no muerden, ni -como los apristas- piden coimas para liberarte.
Aun hay gente decente, aún, en la política, no perdamos la fe que el verdadero cambio (ese que nace del corazón) esta en camino mas vigente que nunca.
