viernes, 21 de mayo de 2010

PALACIOS DE CANDIDEZ





Kallop no tiene Escrúpulos
Daniel Saba de Perupetro ofreció la semana pasada declaraciones exclusivas a CARETAS. La breve entrevista se hizo en plena madrugada de edición, apenas aterrizó de un viaje por China y Corea del Sur. Pero las explosivas revelaciones que hizo durante un diálogo más extenso ameritan la siguiente publicación.
–Usted ha dado a entender que sospechaba de Petro-Tech como la empresa que estaba detrás de los “petroaudios”. ¿Qué le molestaba a ellos de Perupetro?
–Era todo junto, porque la empresa estaba en venta pero en US$ 2 mil millones, y termina vendiéndose en US$ 900 millones. El negocio se cae de una manera importante. Hay otro detalle, cuando se hizo el pago se retuvo US$ 150 millones por contingencias que pueda haber. Supongo que de encontrarse que Petro-Tech estaba detrás del chuponeo ese dinero tendría que pasar al Estado peruano. Lo peor que les puede pasar a ellos es que una persona que no está tachada por nadie, como era yo, los acuse. Como decía Camus, solo cuando todos seamos culpables habrá democracia. Es la democracia que les gusta a ellos, me tienen que culpar de algo para que yo esté en su mismo nivel. Se trata de enlodar a todo el mundo y lo hacen con los audios, solo que se está poniendo más patético porque este asunto (que lo involucra con Julio Vera Gutiérrez y Jorge del Castillo) no tiene ni pies ni cabeza.
–¿Cuál era la relación de Perupetro con Petro-Tech antes que usted llegara a la entidad?
–Para los que están vinculados al mundo del petróleo lo de Petro-Tech no era ningún misterio. Todos sabían que hacían lo que les daba la gana, desde su misma creación y cuando se adjudican el lote Z2B allá en el 93. Hubo mucha gente muy vinculada a ellos, también vinculada al gobierno (de Fujimori), que ayudó a que esta empresa gane ese lote. En el período de Toledo hay una tolerancia especial. Lo de la planta de gas de PGP es una de las cosas más escandalosas que se ha dado en el Perú, porque era un robo directo al Estado. Le robaba sus hidrocarburos con la anuencia del Estado peruano. Cuando se inaugura esa planta donde se consuma el robo, van representantes del gobierno a festejar. Es una vergüenza, pues.
–¿Cómo conoció a William Kallop?
Cuando entró a Perupetro y se lanza el primer proceso de licitación, uno de los primeros viajes que hago es a Houston y allí Petro-Tech invita a toda la delegación peruana y a otras personas a una comida. A la salida de la comida, cuando me despedí de Kallop, me dijo con una sonrisa realmente mafiosa, “cualquier cosa que necesites me avisas”. Después fuimos viendo todas las cosas que se llevaban mal y empezamos a ajustarlos. Primero les cobramos el impuesto a las utilidades empresariales, que era un caso que ellos no querían ver, durante todo el gobierno de Toledo se habían negado sistemáticamente a pagar y la verdad sea dicha, Perupetro tampoco cobraba con mucho entusiasmo. Después vino el tema de PGP. En los dos casos decíamos, “o lo solucionamos o te rescindo contrato”. La resolución de contrato implicaba un juicio previo, pero si eso sucedía no iban a vender. ¿Cómo vendían si eran una empresa que estaba en juicio con el Estado? Cuando le planteamos lo de PGP, una persona de Petro-Tech les dijo a los técnicos nuestros: “esta nos las pagan una por una”, y parece que sabía de qué estaba hablando. Finalmente pagan lo de PGP e incluso se allanan a no reclamar más, pero después sale el escándalo de los petroaudios.
–¿Lo de ahora sería una nueva vendetta?
–O es una vendetta o es una protección para los US$ 150 millones, pero viniendo de esta gente no me extraña. Kallop es un sujeto sin mayores escrúpulos, es conocido por eso. No es de las personas que reparan en qué daño están haciendo. Él sigue adelante.
–¿Lo volvió a ver después del evento de Houston?
–Aquí, cuando le dijimos que íbamos a ir a juicio en el caso del impuesto a las utilidades, vino acá a plantear un arbitraje internacional. Se le dijo que se iba a consultar al directorio y ellos dijeron que no.
–Ya le había ido bien en otro arbitraje muy cuestionado.
–Ese es el otro caso típico de Kallop, poner a un presidente del directorio que venía de Petro-Tech en Perupetro.
–La sutileza no era su fuerte.
–Es tejano, pues. Y, mira, cuando el directorio le dijo que no, el que más me apoyó en esa decisión fue Quimper. Como había trabajado en Petro-Tech los conocía y creo que le habían quedado debiendo plata.
–¿Cuál era el papel del abogado Alberto Varillas?
–Era el representante legal.
–¿Pero era solo un abogado?
–No, mucho más que eso. Era algo así como el alter-ego de Kallop.
–¿Qué declaró usted en el juicio del “chuponeo”?
–Me llamaron como testigo y cuando me preguntaron quién creía que era, dije que Petro-Tech. Al otro día sale Giselle Giannotti diciendo que el lobbista Rómulo León está preso y los demás sueltos. ¿Quién le dicta lo que tiene que decir?
Hay gente que trabajaba acá que ha estado metida en esto. No sé si recuerdas cuando (Fernando) Rospigliosi saca el documento del puntaje cero (la calificación que recibió Petro-Tech antes de asociarse con Petroperú) en la televisión, ese documento no lo tenía nadie, salió de Perupetro. La persona de la que sospechaba ya no está en la empresa.
–Hablemos de Alberto Quimper. En el audio parece que de alguna forma usted supiera que él trabajaba para los noruegos de Discover.
–Cuando pasa lo del audio yo no sabía que Quimper trabajaba para los noruegos, pero sí sabía que él los conocía a los noruegos, porque cualquier empresa que iba a Perupetro con intención de invertir era conocida por los directores.
–¿Con Petro-Tech corriendo solos en exploración de zócalo la competencia era bienvenida?
–Claro, sobre todo de empresas que tuvieran una especialidad off shore y que pudieran ir más adentro. Petro-Tech está costa afuera pero muy cerca. Allí se sabe ya cuál es el potencial. A nosotros nos interesa saber cómo tiene Brasil, por ejemplo, qué es lo que hay adentro. No olvidemos que Discovery se adjudica áreas de las que no se tiene ninguna información. Con el nivel de conocimientos actuales lo más probable es que no haya nada y la inversión que se tiene que hacer en pozos profundos es enorme. No es un negocio seguro de ninguna manera.
–¿Cuál ha sido el impacto de los “petroaudios” en el negocio?
–La empresa Perupetro quedó destrozada. Nadie quiso firmar un informe, ningún documento, un nivel de desmoralización terrible, y eso era algo que a empresas del tipo de Petro-Tech les convenía, porque ya no se fiscaliza. El trabajo que se ha tenido que hacer para recuperar la empresa ha sido muy arduo. Por eso que este lanzamiento de la licitación 2010 es todo un acontecimiento. No se lanza licitación en el 2009 porque la empresa estaba como estaba. No había quien quisiera formar una comisión.
–¿Qué se va a licitar este año?
–23 lotes en la selva y uno en la costa.
–¿En que quedó la licitación de los petroaudios?
–En punto muerto. Ellos (Savia, ex Petro-Tech, ahora propiedad de las estatales de Corea del Sur y Colombia) no han renunciado. Inclusive ahora que estuve en Corea me preguntaron cuándo les iban a dar los dos lotes que ganaron. Los noruegos siguen pagando su fianza de cumplimiento de palabra. Tampoco se puede disponer de esos lotes.
–¿El que sigan pagando su fianza significa que tampoco quieren ir al choque?
–Por lo que ha trascendido en el juzgado estarían dispuestos a hacerle juicio al Estado. No sé si será una bravata, pero supongo que estarían más contentos si se les devuelven sus lotes. Es una decisión política muy difícil y la pelota está en la cancha de Palacio.
–¿Es usted amigo del Presidente?
–Lo de amigo del Presidente es un exceso, tengo una relación con García de mucho respeto pero nunca hemos sido amigos. Ahora está circulando la versión de que somos amigos de niños y que hemos estudiado en el mismo colegio. Recién lo conocí en el 2001. Cuando llegó de Colombia reunió a un grupo de tres o cuatro personas para enterarse cómo estaba la situación del país y después no lo volví a ver hasta que me llamó. La amistad no existe.
–Con los últimos audios se ha dado entender que hay un tráfico de influencias donde se beneficia el amigo del entonces primer ministro y usted fue presionado para ello. –No hubo ninguna presión de ningún tipo y el informe legal y técnico, necesario para que esto entre a directorio, fue anterior a las llamadas de Quimper. No hay ninguna relación directa entre las llamadas y que esto entre a directorio; iba a entrar de todas maneras. Para que tenga efecto la aplicación de esta ley se necesita la aprobación del directorio de Perupetro y un decreto supremo. Solo así el beneficio podía entrar en vigencia para la empresa, en este caso Petrolera Monterrico.
–¿Entonces el lobby se tenía qué hacer en el Ministerio de Energía y Minas?
–Por supuesto, pues.
–Pero se puede pensar que después se haría el lobby con el MEM.
–¿Entonces por qué no lo hicieron y el tema se quedó muerto? (el MEM rechazó el informe de Perupetro que recién lo volvió a enviar al ministerio en junio de este año. El beneficio no se aprueba hasta hoy).
¿Allí había un aprista (Juan Valdivia) y Vera Gutiérrez le da un departamento de Del Castillo porque su trámite fue aprobado por el directorio de Perupetro?
¿Es una satisfacción orgásmica el haber aprobado en Perupetro?
No entiendo, no tiene sentido. Tampoco quiero aparecer como abogado de Del Castillo porque no lo soy y con él tengo menos amistad que con García. No sé por qué han hecho la permuta pero no tiene relación con este caso.
¿Si por esto le dan un departamento entonces cuando salga el Decreto Supremo qué le darán? ¿Un avión?
–¿Cuáles con las características del pozo de Vera Gutiérrez?
–17 barriles diarios. Ahora ha subido un barril, están en 18. Por ese pozo no vale la pena ni tomarse un café. Para que un pozo sea decente, digamos, tendría que tener mil a mil 500 barriles.
–¿Cuánto podría ganar este señor con el beneficio de la ley?
–160 dólares diarios de regalías.
–Dice que los técnicos habían aprobado ya el pase al directorio el tema de Monterrico. ¿Cuándo fue eso?
–En marzo del 2007 se nombra a la comisión y el 1 de abril del 2008 dan su informe. Las llamadas de Quimper son del 14 de abril de ese año. Yo particularmente estoy en contra de dar incentivos con precios altos pero la ley es la ley.
¿Qué podemos hacer? ¿Cómo hacemos para no cumplir una ley?
Se llama Ley de campos marginales porque los lotes del noreste estaban produciendo ya muy poco. El espíritu de esa ley era incentivar a los contratistas para que inviertan más y produzcan más en los lotes que prácticamente ya estaban agotados. Eso tiene sentido en un contexto de precios mucho más bajos, no tiene sentido en el contexto de precios más altos.
–¿Usted estaba de acuerdo con el proyecto de ley presentado por José Carrasco Távara para extender los beneficios?
–No estoy de acuerdo con ese ni con el otro proyecto que está ahora en el Congreso que se llama Segunda aplicación de la 28109, y nosotros allí hemos opinado en el Congreso que no. Con el precio a US$ 85 el contratista no necesita mayores incentivos para seguir trabajando.
–¿Esta ley debería derogarse?
–Ya se aplicó a todas las que podían beneficiarse. Era aplicable solo en los campos marginales de Talara.
–¿Qué opinión le merece la secuencia de publicación de los audios?
–El objetivo sigo siendo yo. No es solo la secuencia sino la manera como los presentan. Esto es un psicosocial que no es asunto de amateurs sino de profesionales. Primero el audio donde se escuchan las voces de los supuestos delincuentes, después música de Wagner de fondo que ya da qué pensar, y después termina y el locutor arremete diciendo “esto es un delito”. Al pobre televidente no le queda más que pensar que todos son unos delincuentes. Todo fue planificado por profesionales.

Corrupción :::: Luego de controversial venta de Petro-Tech, William Kallop compró mansión de casi US$ 14 millones. Fortuna la amasó en el Perú.
Una Manzana en Palm Beach
Una comunidad de surfistas acaba de comentar la paradoja en su sitio web: “Ex petrolero offshore compra 7.2% de Quiksilver”, titulan.
Claro. La exploración de hidrocarburos en el zócalo continental es una actividad que combina con la tabla hawaiana como el agua cristalina con el crudo. En este caso el magnate que amasó su fortuna en el rubro adquiere una significativa participación en una de las marcas de ropa y accesorios más entrañables entre los tablistas.
“Un par de cosas son seguras”, puede leerse en boardistan.com. “El señor Kallop conoce su camino en los negocios internacionales, y su inversión de US$ 48 millones en Quiksilver sugiere que es más bien matonesco con la marca”. En otro sitio de tablistas que se oponen al taladreo offshore (Not the Answer), subrayan el conflicto de intereses. “Es como si Tiger Woods fuera anfitrión del evento del marido del año”.
Cuando en boardistan señalan que William Kallop sabe por dónde se mueve (“knows his way...”) hacen alusión al remoto caso del Perú, un país con más olas que petróleo donde la empresa Petro-Tech, propiedad de Kallop, fue ligada “a la peor crisis política de la administración de Alan García”.
Un tercer sitio de negocios relacionados con la tabla, Transworld Business, calcula que la transacción del pasado 15 de abril significó US$ 1.3 millones de ganancia inmediata para Kallop por los vaivenes bursátiles. La acción de Quiksilver pasó en pocas horas de US$ 5.35 a US$ 5.49.
La Casa della Porta
Con el interminable cuento de los “petroaudios” siempre hay que volver al principio: había una vez intereses industriales que gatillaron la difusión de unas conversaciones “chuponeadas” que hasta hoy, un año y medio después, siguen dictando la agenda periodística gracias a sus capítulos anexos.
Como lo explica en detalle en las páginas siguientes, Daniel Saba de Perupetro cree firmemente que los intereses en cuestión eran los de Petro- Tech. Es la primera vez que el sobreviviente político de esta historia, recientemente ratificado en su puesto por el presidente Alan García, hace declaraciones tan directas al respecto.
La de Quiksilver es la más reciente movida financiera de Kallop. Desde la controversial venta de Petro-Tech por US$ 900 millones en febrero del 2009, el empresario no ha vuelto al Perú. Ni siquiera para el nacimiento de los mellizos que tuvo con su esposa peruana, Cristina Newall.
Sí se ha preocupado en conseguir el mejor hogar posible. En agosto del año pasado adquirió una famosa mansión de Palm Beach, en Fort Lauderdale, por US$ 13.9 millones. Kallop también parece conocer su camino cuando se trata de obtener lo que desea. La casa 195 de Vía del Mar no estaba en el mercado cuando se firmaron los papeles.
Su primer dueño fue William McAneeny, presidente de la Hudson Motor Car Company (1928). El último, y quien le vendió la casa a Kallop, fue Gerald Vento, mogul de la telefonía y comunicaciones.
Casa della Porta debe su nombre a la entrada que presenta motivos mitológicos trabajados durante seis meses por labradores de piedra italianos. A juzgar por la foto aérea de estas páginas, la nueva mansión Kallop deja a las de los vecinos millonarios como humildes chalés frente al mar.
Leven anclas
El selectivo gusto de Kallop no se limita a sus domicilios. Ahí nomás tiene anclados sus yates. El primero también ha tenido varias vidas. Fue construido en 1931 para Sewell Avery, el poderoso empresario de las cadenas de tiendas de departamentos Montgomery Ward. Avery se opuso con vehemencia al New Deal de Franklin Roosevelt, que le expropió las tiendas y el yate, entonces llamado Leonore.
Con el tiempo, Leonore pasó a ser la nave de uso personal del presidente de los Estados Unidos. El yate presidencial. Cada mandatario le cambiaba de nombre pero el más recordado es el de Honey Fitz, puesto por John F. Kennedy.
El yate de unos 40 metros fue vendido a un privado en 1970. Kallop lo compró por casi US$ 6 millones y en el 2002 invirtió US$ 2.3 millones más en su restauración.
La segunda embarcación es La Diva. La fecha exacta de la compra por parte de Kallop no es conocida, pero en el 2005 se ofrecía en el mercado por US$ 3.75 millones. El nombre original del yate de 31 metros y medio es Ivana. Eso es por Ivana Trump, la ex esposa del archimillonario y propietario original Donald Trump.
Los medios especializados registran que la pareja Kallop-Newall ofrece fiestas en ambos yates e incluso los alquilan para eventos lujosos. Una de las más comentadas fue la que Cristina brindó en enero del 2008 en honor a su amiga peruana Nina Thais Bazo Nanfi, que se casó con el norteamericano Albert Mendez de la Bourdonnais.
Hay que advertir que, a diferencia de las transacciones de Quiksilver y Casa della Porta, la compra de los dos yates se realizó antes de la venta de Petro-Tech. Así se entienden mejor las dimensiones del muy cuestionable negocio descrito por Saba, que alude a la “tolerancia” anterior frente a una empresa que debía decenas de millones de dólares en impuestos, se apropiaba del gas que le pertenecía al Estado peruano y dejó inservibles varias de las plataformas marinas.
Y todo lo consiguió con un contrato de servicios, donde le sirvieron en bandeja la fortuna y no tuvo que explorar nada. Al lado de esta historia, Alberto Quimper es un calichín que juega a la boquilla. Los profesionales guardan silencio y levan anclas en Palm Beach.
Fuente: Revista Caretas (magnífico número, por cierto)
En el programa televisivo que conduce, la Dra Ross Mary apareció hecha un pichín. "Soy una perseguida política" dijo esta vez, bastante mejor vestida que de constumbre.
Esta semana en su espacio radial le había contestado cachosamente al Congreso cuando al genio barbado de "Dog of farm" Mulder se le ocurrió tapar el escandalazo de COFOPRI con las cutras de uno de los brothers del cholo sagrado. Ella defiende la dinastía de Pachacutec, generosa amiga de Petrotech y del Decano.
Y así como este circo de incapaces -y rapaces- no nos merece la menor credibilidad, tampoco podemos hacer caso de las pataletas de las abogadas metidas a periodistas que -so pretexto de la libertad de prensa- defienden los intereses del hombre al que le sirven los corn flakes en el desayuno. Hábrase visto. Como si tuvieramos disposición a la indigestión mental.
Ya viene siendo hora de que todos aquellos que esten sospechados de haberle birlado un mango al estado vayan a demostrar su inocencia al juzgado de instrucción respectivo y paguen las cuentas con un poco mas de conciencia ciudadana. Cumple con tus impuestos como cualquier hijo de vecino.
Hay un montón de pequeños comerciantes que la sudan y la ponen.
Aunque sé que pedirle civismo a un arribista ex- fujimontesinista negociante leguleyo es mas difícil que amarrarse los zapatos con guantes de boxeador.
Las declaraciones del Sr Saba son claras. La historia de Kallop esta contada.
Sólo nos falta saber quién manda a chuponear, quién se vio con Paganini por esta gracia y que de una vez por todas la ley se cumpla.
¿Es mucho pedirle a la prensa libre que nos deje de cantar el mismo tango de la persecución política conocido como el Sindrome de Crousillat?
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