Sr. Carlos Enrique Juscamaita Aranguena
Calle Nicolás Rodrigo 380, casa Nº 14,
Monterrico, Santiago de Surco, Lima.
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Estimado Enrique:
Nosotros nos conocimos hace unos años, en medio de la lucha por la causa del pueblo y la nación peruana que lideraba Ollanta Humala. En mayo del 2010 consulté con él y se mostró muy entusiasta con que –siendo Presidente del Comité Malpica y permaneciendo en esa importante tarea- me hiciera miembro formal del PNP. También consulté con Daniel, con Marisol y contigo. Como resultado de esas consultas, el 1º de junio del 2010 me afilié. Ollanta lo había tomado con mucho entusiasmo, tuvimos una entrevista larga, me regaló el Ideario y el Estatuto. En ese entonces Daniel era responsable nacional de organización y tú responsable de organización de Lima. Tú y Daniel me tomaron juramento. Recordarás que yo empuñé el Estatuto y el Ideario y juré por éstos y por mi honor.
No voy a analizar todas las vicisitudes del último año y medio, sería mucho, aunque ha habido asuntos muy importantes. Tengo –por ejemplo- un ensayo sobre cómo y por qué ganamos las elecciones. Me interesa examinar contigo sólo nuestra relación en los últimos tres meses.
El nueve de agosto último llegaste a mi casa invitado a celebrar mi cumpleaños. Me tomaste a un aparte y me dijiste privadamente que traías un saludo cordial de Ollanta y Nadine; la reafirmación de su amistad conmigo; una perspectiva de creciente amistad y unidad política hacia el futuro; y que tú, Enrique Juscamaita, habías sido nominado por ellos para mantener un enlace vivo como intermediario político entre ellos y yo.
Como bien sabes, en todo este tiempo, desde este nueve de agosto hasta hoy, no he podido conseguir que el mecanismo establecido funcione,… en absoluto. Últimamente, desde comienzos de noviembre, te he pedido, insistentemente, ante lo dramático de la situación nacional, una reunión urgente con Ollanta para presentarle nuestros puntos de vista, intercambiar con él, y tratar de comprenderlo, (porque –confieso- no lo comprendo), antes de tener que salir públicamente a debatir y deslindar. Tú planteaste la alternativa de que tuviese –en vez- una reunión con Siomi,… yo acepté. Confirmé mi aceptación, la hice enfática. Tú dijiste que una u otra –con Ollanta y/o con Siomi- tú la harías realidad de inmediato.
La última vez que hablamos fue el sábado 12 de noviembre 2011 a las 8 am en mi casa. Te entregué cuatro ejemplares de mi último libro “La Ruptura”, fraternalmente dedicados, para Ollanta, Nadine, Siomi y para ti mismo. También dos copias del discurso mío en la sala Porras del Congreso el 26 de octubre en el aniversario del Comité Malpica y homenaje póstumo a CMSS por Daniel Abugattás. Han pasado doce días. Doce días de tensión nacional. Muy dramáticos. Sigue tu silencio hasta hoy. No me devuelves las llamadas. Esta carta es obligada.
Mis discrepancias con la línea política que expresa Ollanta y confirma y elabora por su cuenta Siomi,… es ahora ya muy grande. En gran resumen: yo no creo que sea dable sostener que “… el Perú es un país minero.” Eso atenta frontalmente contra el pueblo y contra el artículo 1º de la Constitución y no lo puedo aceptar. Tanto la actual Constitución como la anterior, por cuyo espíritu, principios e ideario juramentó Ollanta a la presidencia, dicen lo mismo, o casi: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad es el fin supremo de la sociedad y del Estado.”
La Constitución no dice que será en base a “los precios de los minerales” o “el valor de las exportaciones” o “de las futuras inversiones comprometidas”, o “el monto de los impuestos pagados al Estado” que se determinará que el Perú sea preferentemente país tal o más cual. Es la persona humana lo que define. Y sólo la persona humana. Y ésta –la persona humana- está en el Agro. Le da vida, contenido y fuerza al Agro.
En la actividad minera hay un 1% de la población económicamente activa. En el Agro hay un 33% de las personas humanas que están productivas, económicamente activas. Es decir en el Agro 33 veces más que en la Minería. Esto no puede ser ignorado por Ollanta. Simplemente no puede serlo. Después de cinco siglos de existencia del Perú -que nace en la conquista- recién hace siete años, en el 2004, la minería pasa a tener –por el alza brutal de los precios internacionales- un simple mayor valor de su producción bruta interna que el agro.
El Agro es: persona humana, clima, agua, suelo, tecnología, financiamiento, infraestructura, mercado. Eso es de lejos, principalmente, mayoritariamente el Perú. ¿Cómo puede Ollanta confundirse de esta manera y pasar a expresarse “por el oro y por el agua”? ¿Es posible esto? No vemos cambios. Vemos continuismo. ¿Intentará Ollanta enfrentar la protesta de las masas conscientes y organizadas de su propio pueblo peruano?
De todos estos temas,… y de una perfectamente factible solución técnica, real y efectiva, para el Impacto Ambiental específicamente para el proyecto minero Conga,… y del movimiento popular nacional y de sus justas y democráticas luchas,… y de la Oligarquía que es la principal causante de la corrupción, la pobreza y la exclusión en nuestra patria,... y de los poderes fácticos que es como los llamó Ollanta en su discurso en UNASUR, en Paraguay,… quisiera poderle hablar. Quisiera impedir que tengamos que hacerlo enfrentando su desviación públicamente, reconviniéndolo: (“Ollanta, amigo, vuelve a tu camino”). Aunque pareciera que ya fuese inevitable.
Por eso te pido respóndeme esta carta con una propuesta concreta, de inmediato.
Ayuda –por favor- a darle a esta complicada situación una salida favorable a la causa del pueblo y la nación peruana.
Fraternalmente, el 24.11.11
Ricardo Letts Colmenares
Contundente carta notarial de Ricardo Letts. La verdadera izquierda empieza a tomar posiciones muy serias y comienza a tomar una prudente distancia de las trágicas patinadas del gobierno.
