lunes, 29 de octubre de 2007

EL MARINO DEFENSOR (DE OFICIO)





Antihéroe en combate por Cesar Hildebrandt (*)
El marino Luis Giampietri acaba de decir que en contra de Alberto Fujimori, su padre político ultra putativo, “sólo hay especulaciones”.“Pido que se respete el principio de presunción de inocencia”, ha añadido este señor que es vicepresidente de la República gracias a Alan García y que fue uno de los ejecutores de la masacre de prisioneros rendidos en El Frontón (primer reinado de Alan García).El señor García no ha salido, de inmediato, a tomar distancia moral de tamañas declaraciones. ¿Es que tal distancia moral no existe? Así parece.Lo que Giampietri dice implícitamente es que la Corte Suprema de Chile hizo mal en aceptar la extradición de Fujimori. Lo que Giampietri dice explícitamente es que para él el cúmulo de declaraciones testimoniales variadas y concurrentes, resoluciones supremas, órdenes de ascenso, cheques del Banco de la Nación girados a favor de Montesinos, decretos de urgencia, cuentas millonarias de los jefes militares que sostenían al mandatario nipón, declaraciones juradas de traficantes de armas en busca de una rebaja de pena, en fin todo eso que permitió a la fiscal Mónica Maldonado y a los magistrados mayores de la judicatura chilena pronunciarse por la extradición, todo eso “es hasta ahora pura especulación”.O sea que en este país las vice Presidencias están dedicadas a la carambólica apología del delito, una, y a ponerle un hombro al ascenso de la pareja, la otra. Y en ambos casos este almirante de las sombras, este no-Grau, este capitán de un navío fantasma en cuya cubierta piden clemencia unos descamisados, es el protagonista.Como lo destaca el blog “Desde el tercer piso”, luego de que el señor Giampietri gimoteara por su líder in péctore (García es sólo el segundo de sus amores políticos), de inmediato, como en orquestación matancera, el jefe de los procuradores y presidente del Consejo de Defensa Judicial del Estado, Moisés Tambini del Valle, señaló que para él también prevalece, en el caso de Fujimori, la presunción de que el hombre de La Cantuta y Barrios Altos “es inocente”.Alex Kouri debe de haber saltado de alegría ante estas dos tomas de posición, que están dirigidas a presionar al poder judicial y constituyen abierta e indeseable intromisión. Beto Kouri, que siendo analfabeto funcional acaba de publicar un libro inteligible y sin figuritas, debe de haber felicitado a su suegro, o sea al mismísimo doctor Moisés Tambini del Valle, aprista-fujimorista y, dada su edad, ex aprista-odriista, ex aprista-pradista y ex aprista a secas como todos los apristas-alanistas de estos tiempos.Porque el Apra es como Indiana Jones, un explorador temerario que busca lo que perdió y en el camino es capturado por los peores. Y lo que el Apra perdió, esta vez definitivamente, es el rumbo. Lo que significa que el segundo pierolismo del doctor García es el tercer fujimorismo para los que no verán caer nada de la mesa del TLC y menos que nada del mesón avaro de la minería y más nada de las prosperidades siempre ajenas.El permitido fujimorismo de Giampietri y el de la señora que oficia de embajatriz de su pareja, no son casualidad. Tampoco se trata sólo de una alianza parlamentaria eventual y pragmática. Es que el doctor García ha aceptado, por fin, que el fujimorismo fue una de las tantas encarnaciones de la derecha peruana. Y si él gobierna con y para la derecha, no hay cómo negarse a un entendimiento con quien la representó con éxito y barras bravas durante diez años.De modo que el juicio que se viene algo tiene de farsa y mucho de incómodo para el doctor García y su entorno más íntimo. La farsa no vendrá del veredicto, que podría ser severo en tres de los siete casos a ser juzgados, sino de lo que puede venir después –y de lo que ya se habla en ciertos círculos próximos al fujimorismo–: la potestad del indulto presidencial en nombre de la reconciliación del país, en nombre del futuro y en nombre del interés nacional (pongan comillas o cursivas donde quieran).¿Que no? Hace un mes, Joseph Estrada, corruptísimo ex presidente de Filipinas, fue condenado a cadena perpetua por haberse robado 80 millones de dólares del tesoro público (eso es lo que se pudo probar en el largo juicio que se le siguió). Ayer, la presidenta filipina, Gloria Arroyo, le concedió la gracia del perdón. “Es necesario terminar con las divisiones”, arguyó la mandataria. Estrada ya está libre y lo primero que hizo fue ir a visitar a su enferma madre de 102 años. Una multitud de partidarios lo vitoreó a las puertas de la cómoda residencia que ocupó mientras duró el arresto domiciliario al que estuvo sometido.La jurisdicción milagrera de Santa Rosa de Lima alcanza a las Filipinas. Y el doctor García cada vez habla más de lo divino (aunque Garrido Lecca oficie de azteca ángel caído). Ya veremos.

(*) Aparecido en su columna del diario La Primera

No hay comentarios: