sábado, 28 de mayo de 2011

ESQUELETOS EN EL ARMARIO




¿Pachacutec is back?
Por Hugo Del Portal

Siempre  he dicho que los defectos que le atribuyen a Toledo son estupideces.
En este país, todos chupan, todos trampean y todos halagan su nariz con una buena línea de coca cuando la ocasión lo amerita.
Lo digo con la absoluta calma del medio abstemio que no consume drogas pero que fuma como chino en quiebra y al que le gustan mucho todas  las mujeres sin necesidad de ser uno de esos machos rijosos que pueblan el planeta.
Alguna vez Julio Ramón Ribeyro hizo decir a Luder que “odiaría ser gobernado por un hombre que haya ganado un premio a la virtud”.
Y Cayo Bermúdez o Cayo Mierda, el celebre personaje de Conversación en la Catedral, nunca tocaba los vicios de la gente porque pese a ser un tipo despreciable y un enemigo feroz, sabía entender esa hilacha de la naturaleza humana. Ocuparse de los defectos ajenos es, además de pueril, bastante hipócrita.
Siempre sostuve que los errores de Alejandro Toledo en el campo político y en el manejo estatal estuvieron inducidos e impuestos por pésimos asesores y por nefastas compañías como la de Pedro Pablo Kuczinsky (que venían de la mano con George Soros, Susana de la Puente y todo el tóxico del caso) y que tarde o temprano, la historia le iba a responder y le iba a cobrar por dejarse blanquear, por olvidarse del grito popular que lo llamaba Pachacutec, por la frivolidad con que dejo que se convirtieran en leyendas urbanas la exposición mediática de cierta tarambanería innecesaria e inadecuada para quien aspira a ser un gran estadista.
Su gobierno fue malo porque se dejo pasar por encima por los grupos de poder y se olvido de los pobres. Por olvidar su extracción de clase y convertirse en el pertinente Felinillo de los gringos y de Bush a quien sirvió con inusitado amor.
Hubo un tapado racismo de ciertas personas hacia su gestión. Obvias barreras culturales y de comunicación entre los electores y su elegido.
Pero en el campo del respeto a la libertad de expresión y en lo escrupuloso que fue para no chocar con los derechos humanos, respetando las leyes, pese a esa prensa fascista que le exigía ser parte de la carnicería habitual, el cholo supo ser correcto y eso hay que remarcarlo y reconocerlo. Demócrata ha sido siempre. Eso no lo puede negar nadie.
En la medida que su partido es una organización que se arma en base a procesos electorales, tampoco tuvo esa militancia ladrona masiva que tienen los que tejen redes de clientelaje político como el APRA o el fujimorismo.
Hubo nepotismo con unos impresentables hermanitos y excesos no muy graves y fáciles de corregir. Lo que fue intolerable, era que los dejara hacer sus torpezas.
Contrario a lo que piensa esa baba que suele ser -a veces- el pensamiento popular su mujer es un encanto. Puedo decir que sus ojos son unos fulminantes relámpagos y que su acento sin erres acelera mi pulso. Y que me gusta que sea de esas locas medias contestonas porque me atrae la bravura en las gringas que casi siempre son lacónicas y frías.
Por lo demás el cholo acaba de crecer. Se ha puesto los pantalones largos, un poco a la fuerza, al ver a su ex Ministro de Economía, ese tal PPK, revelarle con sus actos, el plan que se organizó hace un par de años para desplazarlo de su posibilidad presidencial con un juego de intrigas. 
(Y también incluímos al mudo Castañeda, que acaba de perder la careta, con lo que se ha mostrado como el político venal que siempre fue y sobre el cual esperamos una buena auditoria para ver la realidad moral de su gestión. Irse a rendir a los pies de quien lo maltrató a extremos delirantes a través de las carátulas de la  prensa chicha es una clara demostración de lo que el dinero le puede hacer a la gente y al ex alcalde lo acaba de convertir en un desmemoriado sinvergüenza)
Toledo está aprendiendo a la mala. Que bueno. 
Ya sabe con quien se puede contar y con quien no. 
Yo saldría de ese saboteador de Bruce, de inmediato.
Malograr la campaña con desaciertos es una cosa. Pero apoyar a la hija del sátrapa y fomentar fisuras en el frágil esquema de Perú Posible ya es el colmo.
Es hora de que Toledo retome el centro izquierda que le pertenece por derecho propio y que empiece a pensar más en peruano que en ese adoptado yanquismo.
Apoyar la candidatura de Humala es un gran paso que significa que Alejandro ha empezado a mirar (por fin) hacia dentro y que acaba de ver sus raíces, aún vivas.
Puede ser Presidente del Perú en el 2016, sólo y sólo si entiende, que el mejor trabajo es el que hará por su pueblo que lo quiere de regreso en su mesa.
Gracias cholo, por tu apoyo valiente y claro. No esperabamos menos.  
Y para las puyas y críticas que recibirás de la prensa basura, estaremos aquí, los que deseamos tu evolución, para defenderte con el arma de quienes creemos que tu vuelta al redil, augura indiscutibles mejoras en el panorama político del Perú.
¿Pachacutec is back?
Queremos creer: Yes, he is back.