martes, 7 de abril de 2009

DIONISIO...UN RICO CAVIAR II


Entrevista a Dionisio Romero (2da parte):
"No debí dejar pasar Yanacocha"
El empresario se retira del BCP, banco que condujo por más de 40 años y, con esta entrevista, deja el espacio libre y la cancha pareja para sus sucesores.
Esta es la segunda parte de la
primera entrevista que Dionisio Romero Seminario concede en casi una década y la primera como ex presidente del Banco de Crédito del Perú (BCP).
Dista monumentalmente, en carácter y actitud, del típico ejecutivo acartonado que ostenta su posición con la misma ramplona arrogancia con la que cuelga en la pared de la oficina los diplomas de cuanto curso ha asistido. Él tiene un Szyszlo que le regalaron cuando renunció a la presidencia, en una pequeña oficina en su banco.
El BCP es el banco más grande del Perú y, sin embargo, su ex presidente y conductor durante 42 años, habla con sencillez de todos los temas, no pontifica y está dispuesto a dar un consejo a cualquiera que se lo pida. Experiencia, tiene.
Se jubila en medio de una crisis, ¿no pensó en que quizá no era el momento indicado?
Esa es la excusa que más usamos los que no queremos jubilarnos. Cuando me jubilé hace ocho años de Romero, lo dejé en una situación difícil, financieramente estresado. Allí tenía la justificación aparente de postergar mi jubilación hasta dejar más ordenadas las cosas para los muchachos. Estos tiempos de crisis que vienen también podrían haber sido una excusa para convencerme a mí mismo de que habría que esperar a que acabe la crisis…
...porque tiene experiencia y ya ha vivido otras…
Esta crisis no la han vivido y consejos es fácil dar. Lo que hemos hecho en el banco previendo esta crisis, es incrementarle la liquidez de una manera sustantiva. Eso se dice fácil, pero cuesta mucho dinero en el resultado de ganancias y pérdidas. La liquidez, que es la primera barrera ante un problema que pueda venir. Doy consejos, es fácil darlos…
¿A quiénes?
A mi hijo, a Walter (Bayly). Ha venido un cliente grande a visitarnos y le he dado los mismos consejos. A mis clientes buenos les tengo cariño y aprecio. A este cliente, constructor, le dije: va a haber muchas oportunidades. Los gerentes activos están viendo qué posibilidad hay de comprar algo barato o de absorber alguna empresa.
Mi consejo es “no te programes para adquirir y así aprovechar la crisis, prográmate para sobrevivirla. Sé sólido, no muy agresivo, no te sobreextiendas. Lo demás va a caer por su propio peso.
Prudencia…Prudencia, es lo mejor en esta crisis, en las crisis. Y cuando uno es así y sobrevive, las oportunidades se presentan porque habrá otros que caerán en el camino. Y esto es válido para EE.UU. y Europa… espero que no sea válido para el Perú, pero mejor es estar preparados.
¿Cuál ha sido su lección de vida?
Mi tío Feliciano, que era un hombre muy inteligente, tenía la perspectiva correcta de los negocios. Él decía que no es importante en qué negocio vas a incursionar, sino qué persona tienes para que te lo maneje. Porque incluso, si el negocio no es bueno, con una buena gerencia puede marchar. Y así ha sido en (el grupo) Romero desde que éramos pequeños. Porque tanto mi padre como mi tío Feliciano creían que tenían una enfermedad que los iba a matar jóvenes y entonces se rodearon de gente muy capaz para que manejaran la firma. Se ponía mucho énfasis en la gerencia. Eso lo repetimos siempre, el banco es mejor o peor que otro banco, no por los sistemas o el edificio, sino por la gente. Por eso se me ha hecho fácil manejar muchas compañías. Además, les cojo cariño a los buenos gerentes y fastidio a los no tan buenos.
¿Qué valora más?
Capacidad profesional y humana. Tienen que ser justos. No deben ser prepotentes ni maltratar a sus subalternos, esos no son buenos y se tienen que ir, porque su gente no colaborará con ellos. Habrá algunos que se serruchan el piso, pero muy poco, y es la competencia. Lo más importante es rodearse de gente buena.
¿Cómo llega al banco?
Me invitaron a participar en el directorio a los 30 años —yo nací en 1936—, no porque fuera brillante o un buen cliente sino porque teníamos un 12% de acciones. Además, entiendo que hubo un problema con don Manuel Mujica Gallo, creo que le pidieron retirarse del directorio por un problema de alguna urbanización. Creo que mucho puede haber tenido que ver Tato Osma, arquitecto y amigo, hijo político de don Enrique Ayulo Pardo, presidente. Mi primera sesión de directorio fue el 28 de diciembre, el día de los inocentes (risas). Entonces ya era el banco más grande.
¿Cómo pasa de Banco Italiano a Banco de Crédito?
Es muy simple. Durante la Segunda Guerra Mundial, Italia fue enemigo del Perú, y entonces había que quitarle el nombre para que no lo expropiaran. Así que se cambió de nombre y la Banca Comerciale Italiana pasó sus acciones a testaferros. Allí ponen a don Enrique Ayulo Pardo, un caballero.
¿No cree que los empresarios no han hecho suficiente por combatir la pobreza?
No creo. El rol de los empresarios es hacer empresa y dar trabajo, así como invertir y ganar el mayor dinero posible, dentro de normas éticas. Si no robas, ni engañas al cliente, tratas de vender al precio más alto y comprar tus suministros al precio más bajo. La brecha entre pobres y ricos se está agrandando, y eso está muy mal. Porque la inflación es un impuesto ciego que le pega más a los pobres, pues es un impuesto regresivo. Hay que apostar por aquellos impuestos progresivos, como el Impuesto a la Renta que, he dicho muchas veces, hay que incrementar.
Allí hay una contradicción: usted dice que no es responsabilidad del que hace empresa repartir la riqueza sino del Estado, pero cuando hay una crisis como la actual, es el Estado el que tiene que entrar a rescatarlos con la plata de todos.
Pero por el bien de todos. Provocaría decir que estos, que son los culpables, entonces que quiebren. Pero si quiebran hacen un daño tremendo a los demás, tiene un efecto dominó. Los accionistas han sufrido, lo han perdido todo, a los funcionarios los han despedido, no es que haya habido culpables y que hayan salido ilesos. El accionista de AIG, ahora tiene cero.
¿Es cierto que Emilio Botín, del Banco Santander, le ofreció comprarle el banco?
No. Nunca nadie ha ofrecido comprarlo, pero por rumores lo hemos vendido hasta 20 veces. Al final el Santander no hizo bien su trabajo y compramos su operación en US$57 millones, cuando valía fácilmente el doble.
¿Pero están dispuestos a vender o son como el grupo Brescia?
Yo creo que sí, siempre, dependiendo de la oferta. No serías un hombre de negocios si te niegas a considerar cosas atractivas. Ellos no venden, nosotros sí. Y hay algunas empresas del grupo, no puedo decir los nombres, que en los próximos meses se van a vender. Incluso no puedo decir que el banco no se vende. Hay presidentes que dicen “no se vende” pero porque no quieren salir de la silla. Pero uno es presidente de todos los accionistas y no solo de Romero.
Un negocio que se le pasó...
Yanacocha, no lo debí dejar pasar.
Internacionalizarse, ¿fue un error? ¿Lo volverán a intentar?
Sí, lo fue, nos costó muchísimo dinero y esfuerzo. Pero sería más agresivo de repetir la experiencia. Compraría los bancos más grandes.
¿Intentarlo? Depende del sucesor.
LA EMPRESA
[NOMBRE] Banco de Crédito del Perú.
[SEDE] Lima, Perú.
[ANTIGÜEDAD] 120 años.
[NEGOCIO] El banco ofrece toda la gama de productos financieros para todos los segmentos y actores económicos, desde el corporativo hasta la banca de personas y microempresas. Aún tiene dos operaciones en el extranjero.
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