Periodismo fujimorista sale del clóset político, pero el caso de Frecuencia Latina ya califica como negocio de reciclaje.
Fiebre Naranja
Precisamente ahora es que los cerezos florecen en Japón y tiñen los paisajes de todo el país. A falta de cerezos, aquí hay naranja. Ora huando, ora tangelo, ese es el color de moda en la inusitada primavera fujimorista vivida hoy en el Perú.
Al aparente shock inicial causado por la sentencia de 25 años impuesta al ex presidente, las columnas de opinión que atacan la sentencia han saltado de las páginas de La Razón para hacerse más evidentes en diarios como Correo y Perú.21.
Pero el caso de Baruch Ivcher, como al menos todo lo indica, ya es reciclaje puro. Jaime Bayly se probó la camiseta naranja en la entrevista a Keiko, igualmente recibida con alborozo por Beto Ortiz. El empresario también se jaló a Nicolás Lúcar que, aunque hoy aparezca como independiente, fue figura de la televisión del fujimorato. La impronta de la nostalgia por el autoritarismo, con el cual Ivcher simpatizó tanto en un principio, ya se siente en los noticieros.
Lo extraordinario es que Ivcher, quien se hizo millonario y héroe de la libertad de prensa simultáneamente debido a Fujimori, ahora haga gestiones ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para evitar pagar impuestos y al mismo tiempo utilice su canal para explotar el sentimiento naranja que atrae al “Chino”. Todas las instancias judiciales del país, incluido el Tribunal Constitucional, han ordenado que Ivcher, luego de cobrar una injusta y cuantiosa indemnización de US$ 20 millones, pague S/. 52 millones de tributos adeudados por la empresa durante los años que el gobierno de Fujimori, amparándose en la doble nacionalidad
Ivcher que no le permitía ser dueño de un medio de comunicación, le expropió el canal.
No tan favorables a la causa del “Chino”, a diferencia de lo que ocurrió durante su gobierno, han sido otros programas televisivos. Pero Jaime de Althaus sí ha resultado muy crítico a la sentencia desde su programa nocturno en Canal N y su columna en El Comercio. Argumenta que los grandes casos iniciales contra Fujimori debieron ser los de la corrupción y no los más complicados de Derechos Humanos, pues al fin y al cabo su gobierno terminó con el terrorismo y eximir de culpa a las sospechosas y rojas víctimas de Barrios Altos y La Cantuta resultará contraproducente (ver nota previa). Más confundido parece Fritz Dubois en Perú.21, ex jefe de asesores del MEF de Jorge Camet, quien se encuentra seguro de la naturaleza excesiva de la sentencia y espera que el huayco contra el ex presidente no signifique la persecución del “fujimorismo económico” (más en Mar de Fondo). Tendría que especificar si ello también se refiere al modelo de saqueo estatal ejecutado con entusiasmo y eficiencia durante diez años.
De todos modos, salir al fresco es mejor que mantenerse en el armario político. Nada de malo tiene la simpatía por el fujimorismo si además se toma en cuenta que hoy, en democracia, esta tendencia cuenta con votos y una bancada que, a pesar de Carlos Raffo, ha trabajado con cierto criterio. Trascendió además que, luego de la sentencia, el bloque parlamentario fujimorista ha decidido no ser obstruccionista ni abstencionista. A la rabia inicial de Keiko parece sobreponerse el criterio de Santiago para diseñar propuestas de gobierno que trasciendan el indulto al padre como objetivo único. El hermano del ex presidente está decidido a volver a ser el surtidor de cuadros técnicos para su partido que fue en la primera mitad de los 90. Es parte del juego político y otrora entusiastas hombres de prensa como Juan Carlos Tafur parecen apostar sí o sí por Keiko en la segunda vuelta.
Lo complicado para el periodismo era mantener esas simpatías y negarlas con hipocresía. Como ocurrió en buena parte del gobierno de Alejandro Toledo, a quienes muchos fujimoristas que tiraban la piedra y escondían la mano se mostraron empeñados en tumbar. Ahora es más sano mostrar las cartas, aunque la fiesta japonesa que celebra el florecimiento de los cerezos sea en realidad una oda a lo efímero.
Fiebre Naranja
Precisamente ahora es que los cerezos florecen en Japón y tiñen los paisajes de todo el país. A falta de cerezos, aquí hay naranja. Ora huando, ora tangelo, ese es el color de moda en la inusitada primavera fujimorista vivida hoy en el Perú.
Al aparente shock inicial causado por la sentencia de 25 años impuesta al ex presidente, las columnas de opinión que atacan la sentencia han saltado de las páginas de La Razón para hacerse más evidentes en diarios como Correo y Perú.21.
Pero el caso de Baruch Ivcher, como al menos todo lo indica, ya es reciclaje puro. Jaime Bayly se probó la camiseta naranja en la entrevista a Keiko, igualmente recibida con alborozo por Beto Ortiz. El empresario también se jaló a Nicolás Lúcar que, aunque hoy aparezca como independiente, fue figura de la televisión del fujimorato. La impronta de la nostalgia por el autoritarismo, con el cual Ivcher simpatizó tanto en un principio, ya se siente en los noticieros.
Lo extraordinario es que Ivcher, quien se hizo millonario y héroe de la libertad de prensa simultáneamente debido a Fujimori, ahora haga gestiones ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para evitar pagar impuestos y al mismo tiempo utilice su canal para explotar el sentimiento naranja que atrae al “Chino”. Todas las instancias judiciales del país, incluido el Tribunal Constitucional, han ordenado que Ivcher, luego de cobrar una injusta y cuantiosa indemnización de US$ 20 millones, pague S/. 52 millones de tributos adeudados por la empresa durante los años que el gobierno de Fujimori, amparándose en la doble nacionalidad
Ivcher que no le permitía ser dueño de un medio de comunicación, le expropió el canal.
No tan favorables a la causa del “Chino”, a diferencia de lo que ocurrió durante su gobierno, han sido otros programas televisivos. Pero Jaime de Althaus sí ha resultado muy crítico a la sentencia desde su programa nocturno en Canal N y su columna en El Comercio. Argumenta que los grandes casos iniciales contra Fujimori debieron ser los de la corrupción y no los más complicados de Derechos Humanos, pues al fin y al cabo su gobierno terminó con el terrorismo y eximir de culpa a las sospechosas y rojas víctimas de Barrios Altos y La Cantuta resultará contraproducente (ver nota previa). Más confundido parece Fritz Dubois en Perú.21, ex jefe de asesores del MEF de Jorge Camet, quien se encuentra seguro de la naturaleza excesiva de la sentencia y espera que el huayco contra el ex presidente no signifique la persecución del “fujimorismo económico” (más en Mar de Fondo). Tendría que especificar si ello también se refiere al modelo de saqueo estatal ejecutado con entusiasmo y eficiencia durante diez años.
De todos modos, salir al fresco es mejor que mantenerse en el armario político. Nada de malo tiene la simpatía por el fujimorismo si además se toma en cuenta que hoy, en democracia, esta tendencia cuenta con votos y una bancada que, a pesar de Carlos Raffo, ha trabajado con cierto criterio. Trascendió además que, luego de la sentencia, el bloque parlamentario fujimorista ha decidido no ser obstruccionista ni abstencionista. A la rabia inicial de Keiko parece sobreponerse el criterio de Santiago para diseñar propuestas de gobierno que trasciendan el indulto al padre como objetivo único. El hermano del ex presidente está decidido a volver a ser el surtidor de cuadros técnicos para su partido que fue en la primera mitad de los 90. Es parte del juego político y otrora entusiastas hombres de prensa como Juan Carlos Tafur parecen apostar sí o sí por Keiko en la segunda vuelta.
Lo complicado para el periodismo era mantener esas simpatías y negarlas con hipocresía. Como ocurrió en buena parte del gobierno de Alejandro Toledo, a quienes muchos fujimoristas que tiraban la piedra y escondían la mano se mostraron empeñados en tumbar. Ahora es más sano mostrar las cartas, aunque la fiesta japonesa que celebra el florecimiento de los cerezos sea en realidad una oda a lo efímero.
FUENTE: REVISTA CARETAS
LA NUEVA ASESORÍA
por Obiwan Kenobi
Baruch siempre hablaba en los años noventa de la necesidad de operarse los ojos para estar a la moda. Como buen hebraico sapazo esta vez busco al toque unos galenos de primer orden con amplia experiencia en socotrocos.
Y mejores cirujanos que el falso de James Baily, el pendeivis de Nico Lucar o el convenenciero de Betito Ortiz no va a encontrar para afianzar la campaña de la Sra Keiko De Vito hacia la presidencia del año 2011 en la que ella jura (y unos cuantos estafadores le han hecho creer el cuento) que pueda ser PRESIDENTA
El pez globo y los fujimoristas consideran la Frecuencia Judio Colchonera como predio de la yakuza. La echada esta vista y la pelada de fondos que le van aplicar en la línea sionista de la rebajadita de tarifas del two channel va ser total.
En el fondo Baruchito sabe que la viviente caricatura de South Park tiene bien guardian la plata del viejo. Ahí apuntan todas estas lobas: a los honorarios que van a cobrar por esta nueva asesoría. Son cien años de perdón, por si acaso.
Nada mas fácil que esquilmar una china gorda y ambiciosa y al api desesperado.
Tanto así que ya se van subiendo a la combi de Fuerza 2011, el inefable Aldo Mareadategui (el titular de Correo de hoy ha sido ordenado directamente por sus amos, los debedores de impuestos) y con un gusto horroroso nos dice (como si no tuvieramos ojos) que Keiko esta inflada y que ya ha ganado las elecciones en Chile, Argentina y Trinidad y Tobago.
Faltan un par de años para las elecciones. Estas son las primeras escaramuzas.
Después de tanta vaina y jaleo, al final podría salir electo Homero Simpson.
O como siempre, algún focking advenedizo -un outsider le dicen- de esos que aparecen el area, como el fantasma Daniel Onega, para anotar de un cabezazo y llevarse el premio del partido.
Porque en el Perú, como en la dimensión desconocida, (o los dibujitos animados)siempre pasa lo menos esperado. ¡Kina presidente, Kina presidente!
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