miércoles, 25 de julio de 2007

MEDICINAS MORTALES





Nigeria denuncia a Pfizer por probar medicamentos en niños
Realizó una prueba con el antibiótico Trovan en menores que tenían meningitis. Piden 7.000 millones de dólares de indemnización.
Nigeria presentó hoy cargos formales contra la empresa farmacéutica Pfizer por un ensayo de un medicamento que realizó en 1996 en niños en el país africano, para el cual no habría tenido autorización.
El viernes, Nigeria había retirado la demanda original contra Pfizer porque contenía "errores técnicos", según las autoridades, y había anunciado que iba a volver a presentar los cargos.
Pfizer realizó una prueba con el antibiótico Trovan en Kano, en el norte de Nigeria, en niños que tenían meningitis.
La acusación de 23 puntos, que incluye fraude, conspiración, entrega de información falsa, falsificación y perjurio, fue presentada hoy ante el juez Anwuri Chikere, quien instruyó a las agencias de seguridad del país garantizar la presencia de los acusados ante la corte el 29 de octubre próximo.
Además de Pfizer, los acusados son Pfizer Nigeria y seis de sus empleados: Isa Dutse, Scott Hopkins, Debra Williams, Mike Dunne Samuel Ohuabunwa, Robert Buhl y William Steere.
Según el texto de la demanda, los acusados fueron hallados en posesión de la droga trovafloxacina, entonces aún no probada ni registrada, que era potencialmente peligrosa para la salud humana.
Ellos habrían importado ilegalmente la droga a Nigeria y la habrían utilizado para realizar ensayos clínicos en algunos afectados por una epidemia de meningitis bacteriana en Kano, sin tener los certificados adecuados.
Los 200 niños fueron engañados por los acusados acerca de la eficacia de la droga y sufrieron diversos efectos adversos, entre ellos sordera, parálisis, daño cerebral, pérdida de visión, problemas en el habla y muerte, añade el texto.
Los acusados también habrían conspirado para conseguir una carta falsificada de aprobación para los ensayos clínicos en abril de 1996.
Nigeria pide 7.000 millones de dólares de indemnización a Pfizer.


No es la primera vez que una trasnacional farmacéutica comete un acto ilegal de esta naturaleza y de esta magnitud casi genocida. No hay sanciones que equiparen los daños causados y lo que duele más aún, es la actitud de desprecio por la vida humana, proveniente de esa obscuridad típica de la codicia del hombre. Por el dinero la humanidad es capaz de matar a sus congéneres sin importarle el número, puede ser un millar o un millón, para eso están las guerras, las armas de destrucción masiva y sobre todo, el instinto natural tanático estimulado en demasía por el deseo de poder. Para eso los grandes comerciantes de fármacos necesitan el nivel de pobreza de Africa, para usar a esos pueblos olvidados como conejillos de Indias mientras la empresa llena sus cuentas bancarias con sobregiros de la muerte. ¿Quién regula esto? . Nadie, no conviene a los usos del poder. El estado paupérrimo de ese continente -sometido aún como una raza atrasada- debería estar en la agenda de nuestra conciencia. Jamás nos liberaremos mientras los bussines-men de la obscura decadencia mantengan a nuestros hermanos africanos en este límite infernal de vida, en esta pesadilla de ignorancia y desolación.

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