lunes, 27 de octubre de 2008

ABOGADO DEL DIABLO






Petróleo Angurriento
por Hugh Player

Conforme han ido pasando los días el panorama de la escuela mafiosa se ha ido aclarando debido a que el ventilador (de tipo industrial) sigue encendido lanzando bosta en distintos medios (diferenciados en las formas pero no el fondo) y poniendo en evidencia que somos un país que bien podría ser una nueva y gloriosa cuna de la cosa nostra, modernizada y con una amplia y muy prometedora base.
Si J.R. Ewing se la jugaba en Dallas, aquí el asunto va mas bien por el Denme y el Dales con esa gracia oleaginosa con la que solemos aceitar para posteriormente ser debidamente engrasados en aras de nuestro particular bienestar, constituido en el loco anhelo de siempre querer y tener más.
Pero con todo este asunto de interceptaciones telefónicas y conversaciones histéricas, de correos electrónicos (que una secretaria ejecutiva pinchipinchesca
decide entregar en colaboración eficaz) exterminando los últimos vestigios de una fingida buena reputación de la familia de su ex jefe, estamos acercándonos a la siempre dolorosa e inevitable verdad: la cosa iba y va mucho más allá.
Es la idea clásica, bastante conocida ya, de conseguir un testa (búsquense un huevón, un gringo con zapatos italianos y casimir ingles) y usándolo con creatividad, apropiarse de los codiciados y prometedores lotes. Una jugada qye cambia vidas.
Entonces la ambición pareció darse un encontronazo con quienes esperaban hacerse del crudo, privatizando Petroperú o reinvirtiendo sus millones de dólares provenientes de impuestos impagos). Y de repente empieza el combate.
Personajes del entorno del Virrey de Cononut Grove (y por consiguiente de Soros, el del millón) y los tagarotes del medio (ya registrados hasta en la encuesta de los más poderosos) sacándole los ojos a unos despistados noruegos (a los que convencieron con unos pasajes a Machu Picchu y un paseo por los caminos del inca, con su buena chola) que parecen haber sido reclutados en algún bar de Oslo por lo que se podría decir que los verdaderos dueños de Discover podrían ser tan peruanos como el pisco que tantean estas ansias de riqueza administrando el poder desde su turno gobernativo.
Como se movía el precio del oro negro en el mercado (llegó casi a los ciento cincuenta cocos el barril) hasta necesitaron unos recipientes especiales para contener la baba que se les chorreaba con el proyecto del pocito propio.
Pero también sabían el riesgo de meter sus narices en negocio de blancos como Don Perico o Don Dioni y sus evidentes conexiones internacionales.
Como viene la bola de nieve pareciera que el objetivo de este ajuste de cuentas es sacar del partido medio lesionado al Tobi local porque en otros tiempos el asunto ya dormiría el ronque de los justos encarpetado por ahí. Pero nadie suelta y la cuerda se sigue viendo tan tirante que no tardan, en lo que termino de escribir este comentario, en aparecer más pruebas que ensanchen el círculo de la corrupción denunciada.
Tanto golpe es también una clara advertencia para ocasionales metecos.
Nos gustan las cosas tal como están. Nada personal, cuestión de negocios.
Entendamos pues que después de largar el inventario de acusaciones no va a quedar títere con cabeza. Y que sólo el dinero puede generar estas peleas con la promesa de hacerse imperdonables y eternas.
Que les sirva de moraleja a quienes desde su renacer político creyeron que pudieron jugar ping pong con los grupos económicos de poder. O que creyeron capitalizar el poder político en cuenta bancaria cifrada. Con ellos –los tagas- no hay más trato que el del patrón que les dice con voz sumamente seria: yo mando y tú obedeces y con la mía ni te metas porque ahí quedas.
Esta ilusión por la que deseaban convertirse en empresarios petroleros (tan obvios que inventaron una empresa para asociarla con el estado a su cargo) empieza con la desprestigiada familia León y corre por entre los vericuetos del manejo burocrático del gobierno buscando a su padre creador.
¿Adivinan quién podría ser el dueño de tan diabólica criatura?
Así es, pero guárdenme el secreto hasta el final de la película porque este film recién ha comenzado. Y los efectos especiales prometer deslumbrarnos.
En cuanto a la aparición de nuevas conversaciones grabadas, que nadie cante victoria, el chisme nos ha confirmado que hay muchísimas pruebas más (bien guardaditas para usarlas como presión) y que los recibió, nada más y nada menos, que una dama, ya tíona ella, de pasado “hurtadomillerista”
Aunque ella niegue todo, la forma en que interroga a los implicados denota que ella cuenta con más información de la que sus interlocutores suponen.
Un apunte, para que se den cuenta de lo intonso de este culebrón de audio y correos electrónicos, ¿alguien está preso por este negociado? Nadie.
Romu nada de pechito en Acapulco. Bieto y el gordo como son viejitos ayer libaban sus ricos en whiskachos en casa mientras preparaban la parrilla dominical familiar. Y Luciana ha aprendido a poner carita de teletubbie.
Y los funcionarios de mando están con comparecencia. Que cinismo. Que cuajo. Que país.
Cuando acabe la presión y el reparto y las repartijas se hagan con ecuanimidad cesarán los escandalos. Mientras sigan quiere decir que no hay humo blanco para ver quien se queda con el gas del Candamo. Y que la cosa sigue movida.
Y todo el bururú con el que nos castigan y distraen a diario (estando a punto de venderle nuestros puertos a los chilenos con un estilo bien solapa) es parte de una partida de humo del pálido póquer de las mas miserables conveniencias.
Ninguno de los implicados en este petroleogate vale tres mangos. La presión apunta hacia arriba. Veremos.
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