jueves, 24 de enero de 2013

EL DECANO DE LA COMEDIA FACIL



El chiste del año
El Comercio y las claves sobre la lectura de diarios en el Cultura Perú
El nombre lo dice todo: “Contra todo pronóstico: Prensa peruana rompe las tendencias”. Ese es el título del libro que ayer por la noche presentó Francisco Miró Quesada Rada, director de esta casa editora.

El libro, hecho por el grupo El Comercio, recoge estudios de circulación realizados por la consultora internacional KPMG, a pedido de la Sociedad de Empresas Periodísticas del Perú (SEPP). Se midió la circulación de los 12 diarios miembros de la SEPP, entre ellos El Comercio.

Sus datos asombran: la venta de diarios en el Perú creció 55% entre el 2007 y el 2011.

En su presentación, Francisco Miró Quesada Rada comentó que entre los factores que han permitido que la venta de diarios se incremente en el Perú están su valor informativo, su valor multitemático y su rol como formadores de opinión pública. Además destacó la alianza con los canillitas y la adaptabilidad de los grupos editoriales en la creación de diversas publicaciones.

Para Miró Quesada Rada, el alza en la lectoría se explica a través del crecimiento de un mercado que busca verse reflejado en los medios.“Esto se debe no solo al crecimiento económico, sino a una sociedad emergente. Esta sociedad se identifica con los medios y se siente representada a través de estos”, remarcó.

Hernán Chaparro, gerente general de la consultora GFK, considera que un factor para el crecimiento de la lectoría es el auge económico del país, pero también que“la oferta de productos editoriales ha crecido”.

OTRAS OPINIONES
Chaparro estuvo a cargo de los comentarios del libro junto con Pedro Tenorio, director de “Correo Semanal”; Carlos Espinoza, director de “Trome”; y Úrsula Freundt-Thurne, directora de la carrera de Periodismo de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).

La académica consideró que el libro constituye un gran referente en la formación de nuevos periodistas.

Tenorio sostuvo que la lectoría no ha crecido en Europa y EE.UU. por la alta penetración de Internet y los smartphones. Coincide con Freundt-Thurne en que, no obstante, se deben prever escenarios a futuro.

La presentación del libro se realizó en el hotel Westin, en San Isidro.

Confieso (y que me pongan los cilicios cadentes) que tengo suscripción a El Comercio. 
Me la regalaron, aunque se que costó 80 mangos, que yo hubiera invertido en vino, cigarros, chocolates,  sinceramente (o en mujeres o en cualquier otro vicio menor). 
Me lo dejan en casa, los jueves (para que mi hamster tenga papel, y resuelva el geniograma) los sábados, con el somos, para constatar si alguno de mis amigos always losser, la hizo y sale de nuevo rico en Circo Beat y los domingos porque uno en este país no tiene estabilidad laboral ni de domicilio y porque con un grapadora hago unas bolsas de papel para basura, que son la envidia de mis vecinas. 
Lo leo de pasache, previo grabol, porque es nauseoso. Y porque descubro que para escribir en el Decano hay que contar con tres grandes saberes, saber callar, saber obedecer y saber mentir.
Es un asco y mejor y mas entretenido es el Trome que por un sol (comprando diez soles de gasolina) te lo dan en cualquier grifo con un pan con jamonada y un café aguado pero socorrido. 
No se si se sigue imprimiendo Perú 21. Creo que ya no sale. No se francamente, pero en este país la lectoría de diarios se debería medir en horas de la mañana según la cantidad de gente parada en los quioscos, diez cholos mirando El Bocón son segura lectoría y hasta dan comentarios deportivos que ya quisieran Peredo o Butters, o cualquiera de esos otros repetidores de obviedad. 
Me parece una burla este librejo, y es una amenaza intonsa contra la tala de arboles y un abuso que se gaste papel en semejante mierda. 
Porque es y será un libro de mierda (próximamente te lo colocan a cinco mangos con tu cupón y a 7.5 sin cupón) lleno de sandeces y mentiras indemostrables como la inmortalidad de los poetas. 
En este país la gente es una bestia, no lee, bueno los que escriben los guiones de programas cómicos leen Condorito y yo leo Corin Tellado porque soy de tipo enamoradizo cursilón.
La foto que acompaña esta nota es de los dueños de El Decano, ninguno chambea, no han estudiado ni para ceramistas, y la mayoría de ellos es como Radio Felicidad, viven del puro recuerdo, aunque éste siempre huela a los gallardos desagues que forjaron la empresa en sus mejores tiempos. 
Lo mejor de la presentación -concluyeron unánimemente los asistontos(*)-, fue el buffet molecular del Westin y el pisco sour
gratis. 
(*) SIN NADA ÚTIL QUE HACER, COMEHORAS)