miércoles, 10 de junio de 2009

LA DÓCTRINA DE LOS TRES CHIFLADOS




Recuerdo haber visto alguna vez a Pedro Picapiedra intentar componer la prehistórica cañeria de los Marmol, tapando sucesivamente los agujeros con diferentes accesorios hasta que la tubería de huesos explota inundando la casa de sus vecinos. Jodido Pedrito que nunca hizo caso de los sanos consejos que recibe. Dicho esto sin ninguna alusión a la terquedad manifiesta de cierto ex Premier que ya ha pasado de lejos a ser un baratísimo Inca sin filtro.
Los amos del desastre siempre han sido Los Tres Chiflados quienes eran capáces de destruir la totalidad de lo que pretendían reparar. Sólo Curly, Larry y Moe podían destrozar aquello que nos parecía indestructible, incluso propinándose entre ellos muy serios golpes, para luego fugar en esas carreritas disparatadas con los que todos nos desternillamos de la risa. Pupupupupupupupuuuuu. A correr.
Sin embargo estos capos del humor acaban de ser superados largamente por la segunda experiencia de gobierno aprista que corre con nota desaprobatoria desde hace bastante rato y en compañia de unos muy nerviosos fujimoristas y de la gentita del PPC, o Unidad Nacional preocupados por el billete del jefe.
Decidieron suspender los decretos y no derogarlos como pedía el clamor de las comunidades nativas. Pese a la casi asfixiante cargosería del nacionalismo raca.
No olvidemos que los mismos decretos siguen siendo inconstitucionales sin remedio ni posibilidad de arreglo. Y que los nacionalistas acabaron la sesión advirtiendo sobre la responsabilidad del gobierno, en el caso de nuevos enfrentamientos que nadie desea, y jurando que se van a quedar a dormir en el pleno, posiblemente en sus propios escaños y tapándose con sus inutiles proyectos de ley. Que gente.
Y es que sólo el abuso de la teoría americana "The Three Stooges" por la cual se pretende tapar los agujeros de la realidad utilizando tan sólo sus afeminados y gananciosos deditos mediante la dación de dispositivos legales que no son lo que la exigencia popular reclama y pretender salvar el partido con un empate de locales colgándose del arco hasta con los aguateros del congreso demuestra que este gobierno no sólo esta mal herido sino que el proyectil los impacto en plena chimba estupidizándolos y dejandonos solo a merced de la piedad del misericordioso para que nos libre de otra sangrienta confrontación porque por razones que trascienden algún negocio obscuro o por la incapacidad natural para gobernar, se pretende solucionar con un golpe de martillo en la propia mano lo que demanda una necesaria e inteligente reflexión.
La teoría de "Los tres chiflados" no solo da de trancazos en vano, tampoco soluciona nada en definitiva y siempre nos deja con la posibilidad de salir al cuete.
Pupupupupupuuuuu. ¿Aló, Palacio de gobierno? .
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