SABLE LASER

EL ERROR DE LAS VICTORIAS PIRRICAS

por OBIWAN KENOBI

Muchos creen que la suspensión de los decretos que afectaban a las comunidades indigenas de la selva es un paso atras en la gananciosa gestión del gobierno.

Efectivamente, es una derrota del neogordismo alanista y de sus obvios y evidentes intereses en el futuro remate de la selva. Pero nada garantiza que esta suspensión temporal no vaya a perder su tenue temporalidad en cualquier momento (sobre todo cuando al parecer hay mucha plata sobre la mesa) más aún, cuando los actores han quedado como jugando a la pega inmovil en la posición que revela la antesala del patadón y el trastazo, al que esta administración es tan afín.

Recordemos que estos decretos son inconstitucionales y que la exigencia popular reclamaba su inmediata y justa derogación.

Eso sí, yo todavía no veo la luz verde para un dialogo que cumplirá en agosto su primer año. Todos sabemos cómo dialoga este gobierno cuando pone de espaldas contra la pared a sus interlocutores. Su estilo es inamovible.

Ahí esta Pizango acusado de terrorista sedicioso, de incentivar revueltas y también de entrenar mal a la selección nacional de fútbol y de hundir el Titanic en complicidad con un iceberg. Para pateticos acusetos hay que llamar al Apra. Precisamente por no haber respetado el dialogo es que ahora lamentamos las muertes de peruanos, sean policías o civiles.

Insistimos en que conociendo el material con el que tenemos que batallar no podemos confiar en la promesa del gobierno de portarse como niños buenos porque al primer descuido nos enyucaran con saña y sin asco, otra vez los mismos decretos.

No necesitamos ser videntes para leer tan facilmente lo que nos depara el porvenir.

La duda que es la fueerza de mi razonamiento es la peor tara de mi caracter escribió alguna vez Julio Ramón Ribeyro. La serenidad es necesaria en todas las dirigencias (mas aún en la de izquierda que tiene fama de afiebrada por el comportamiento de de sus mas claros representantes) Pero creo que es inteligente, desde su punto de vista, buscar deslegitimizar un Congreso en que la nueva superconvivencia de la mafiosa derecha nacional hace lo que le da gana sin que se pueda hacer nada por evitarlo. Es ahí cuando me parece útil el discurso rabioso de la Cajahuanca o el lamento casi ancestral de la Sumire. Porque tienen un propósito, un objetivo con posibilidad y resultado.

En la mañana veíamos casi con diversión la actuación del lacroso de Velásquez Quesquén, quien en un tono de conciliador buenagente, les pedía que fueran a sus escaños, "ya pues, Juvenal, ya pues Otarola, mira que nos han votado para ver los intereses del Perú". Pide 15 minutos de receso. Regresa a la hora.

Otra vez el exhorto que ya a estas alturas del partido es para el ex-orto y luego, "entonces vamos a ver la lista, hay 64, hay quórum, votemos por la suspensión de los rebeldes por cuatro meses", los nacionalistas se ponen de pie y arrancan a cantar el himno (dicho sea de paso, bastante desafinado) El presidente del Congreso pasa lista y ya hay 10 menos, "no hay quórum, se suspende la sesión hasta el lunes".

Los nacionalistas corren a su conferencia de prensa del día, piden que se vaya el gabinete, blablabla, reiteran su inquebrantable voluntad de lucha y Ordoñez sufre un vahído (reconocemos que pensar en cuatro meses de ausencia de sueldo puede provocar lipotimias)

Pero seamos honestos ¿hay otra forma de llamar la atención o de protestar mas efectiva que esta? No.

La única salida te conduce a esta especie de sabotaje colegial.

Y la prueba es que pese al frío, minutos después, sudaba Velásquez Quesquén cuando regresó para convocar "a sesión del Congreso a las cuatro de la tarde". Evidentemente el úkase vino de afuera en el orden jerárquico de siempre: Los tagarotes, Tobi, sus ministros, los chulis del parlamento y la multiplicidad de echeandías de la prensa y otros adyacentes siempre listos para la ocasión.

Hablando de esta prensa vendida será bueno analizar como Canal N envía a la selva a sus corresponsales babosos (esos que nunca estuvieron en el tercio superior) a preguntarle -pretendiendo ser malevolos- a los pobladores, específicamente sobre el contenido de los decretos para hacer notar que la gente no conocía el contenido. Eso lo sabe y lo repite el gobierno porque es precisamente el mismo gobierno el que prepara y aprueba estas leyes sin consultarlas con el pueblo, sin darlas a conocer (por arreglos bajo la mesa y entre gallos y medianoche) pese a tener la obligación de comunicarlas. Eso sin contar como el Poder Económico desde tiempos inmemoriales mantiene en la ignorancia a la gente para manipularla con mayor facilidad.

Así que, Sres de El Comercio, dueños de Canal N, no nos vendan sebo de culebra que ya los conocemos bien y sabemos por donde juega su interes.

A estas alturas del partido cuando el gobierno ya ni siquiera esconde su asociación con el fujimontesinismo delincuencial (cuyos líderes andan presos por el latrocinio de la decada de los noventa) todo vale y pese a que a mí, este nacionalismo me parece de lo mas raca que existe, creo que las formas que encuentren para protestar -sin incentivar la violencia- son valederas y que si hoy día los suspenden en sus funciones, será un pasito mas del régimen a su inminente final.
Lo seguirán, los ricachos que lo manejan, los empleaditos con cara de político, los cobardes envalentonándose con mujeres renunciantes y cierta prensa de la cual hay que hacer todo lo posible por distanciarnos por que a la menor duda nos confinden con los juegos mezquinos por los que ellos viven, escriben y matan.
Todos queremos la paz. Pero no aquella de los cementerios, ni tampoco la que envilelece las almas: la de la sumisión por necesidad, miedo o interes.

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