McCain renueva la pesadilla por Guillermo Giacosa (*)
Todo indica que el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos será el senador John McCain, antiguo héroe de la guerra de Vietnam según la visión gringa de la historia. Teniendo en cuenta que EE.UU. es un país adolescente, donde los pendencieros suelen tener un lugar de privilegio, no es imposible, a pesar de la pésima administración de Bush, que el pueblo de ese país, o el grupo de ciudadanos relativamente pequeño que acude a las urnas, vuelva a votar por el Partido Republicano.
A pesar de distanciarse de Bush en algunos aspectos, McCain es, también, un pendenciero y conserva esa retórica paranoica de los políticos estadounidenses que viven inventando enemigos o problemas donde no los hay como metodología para mantener su posición de dominio en el planeta. Aunque la historia está gastada, pareciera que a los gringos, como a los niños, les fascina que les cuenten siempre el mismo cuento.
Aquí algunos extractos de los discursos de McCain para hacernos una idea de lo que le espera al planeta en caso de que llegue a la Casa Blanca: "Nuestras fuerzas armadas están muy dispersas y no son suficientes. Aumentaré el personal del ejército de tierra y de la marina pasando de los 750,000 soldados previstos a 900,000 (.) Todavía podemos gastar más en nuestra seguridad".
"Los últimos años de fracaso en Irak han demostrado que EE.UU. solo debe hacer la guerra con un número suficiente de soldados y con planes realistas de victoria. Ese no fue el caso. Nuestro país y el pueblo iraquí pagaron el precio. Ha sido necesario esperar cuatro años para que, gracias a los refuerzos de personal militar, EE.UU. adopte una estrategia contra la insurrección que nos brinda una oportunidad realista de éxito. Tenemos que ganar. Las consecuencias de un fracaso serían espantosas: una derrota histórica permitiría pensar a los extremistas islámicos que, tras vencer a la URSS en Afganistán y a EE.UU. en Irak, el mundo les pertenece y todo es posible; convertirían un Estado en un refugio terrorista en pleno corazón de Oriente Próximo; una guerra civil podría desembocar en un conflicto regional e, incluso, en un genocidio; Irán se consideraría invitada a dominar Irak y la región".
Como se puede apreciar, cuando los gringos se cuentan el cuento a sí mismos, se potencia su inventiva y se anula su capacidad de análisis. Lo crean o no, actúan en consecuencia y la realidad termina adaptándose a sus visiones apocalípticas como en Irak, donde lograron transformar a los indiferentes en verdaderas bombas de tiempo.
Con respecto a Irán, repite el argumento de Bush, desestimado por la CIA y por otras agencias de seguridad, afirmando que ese país busca armas nucleares y los medios para usarlas. "Protegido por un arsenal nuclear, podría fomentar y organizar atentados terroristas contra cualquier enemigo real o supuesto, incluido EE.UU., y abastecer de armas nucleares a sus clientes terroristas. Una acción militar no es nuestra opción preferida, pero no debemos excluirla". Mc Cain renueva la pesadilla de un país incapaz de mirar más allá de su propio ombligo.
(*) Aparecido en su columna del diario Perú21
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