domingo, 17 de agosto de 2008

EL LADO MAS OBSCURO DE LA MENTIRA






La prensa “liberal” y la difusión de mentiras neoconservadoras
Entre la imbecilidad y la maldad
Paul Craig Roberts

“Aunque no es verdad que todos los conservadores sean estúpidos, es verdad que la mayoría de los estúpidos son conservadores.”
John Stuart Mill
Hace muchos años, durante los años setenta si mi memoria no me traiciona, el neoconservador Irving Kristol, imitando a John Stuart Mill, llamó a su partido conservador, el Partido Republicano, “el partido estúpido.”
Kristol se refería a la incapacidad de los republicanos de competir en el frente político. Jack Kemp y Ronald Reagan sacaron a los republicanos del desierto, pero ahora los republicanos han vuelto al partido estúpido, o más precisamente al partido idiota.
Tomemos un minuto para examinar la propaganda electoral presidencial que los republicanos envían por Internet, y se verá lo que quiero decir. Por ejemplo, recientemente mientras Obama viajaba por el extranjero mostrándose al resto de nuestros aliados, operadores políticos republicanos hicieron una guerra relámpago por Internet con la sugerencia de que Obama podría no ser ciudadano estadounidense. Se ponía en duda de que cualquiera de sus padres haya sido ciudadano estadounidense. El mensaje sugería a continuación que Obama se negaba a presentar su certificado de nacimiento. Durante todo esto, Obama viajaba por el extranjero con un pasaporte estadounidense, un documento que no puede ser obtenido sin un certificado de nacimiento de EE.UU.
Considerando que el candidato republicano, John McCain, nació en la Zona del Canal de Panamá, sólo el Partido Republicano podría haber sido suficientemente tonto como para poner en duda que el candidato demócrata haya nacido en uno de los 50 Estados.
Las indirectas y el negativismo con el que los republicanos están realizando su campaña presidencial no tienen precedentes. No hay señal de tema alguno en la campaña Karl Roviana de McCain
Los temas han sido superados por el odio, la mentira y la guerra.
Los republicanos defienden la guerra sin fin, el Estado policial para que seamos más “seguros,” y la “independencia energética,” que significa perforar buscando petróleo en la Reserva Natural Nacional del Ártico y ante las playas de la Costa del Golfo de Florida.
Lo que los republicanos realmente quieren decir con “independencia energética” es que logren imponerse sobre los ecologistas. Los republicanos asimilan a los ecologistas a la misma categoría que los abortistas, los gays, las feministas, los beneficiarios de estampillas para alimentos, los sindicalistas y los terroristas. Para un republicano, salvar a EE.UU. significa imponerse sobre esa gente.
La noción de que los estadounidenses puedan lograr la independencia energética perforando pozos offshore y en el Ártico es absurda. Una serie de expertos han señalado que los mejores datos no sustentan una posibilidad semejante.
Por ejemplo, Robert Kaufman, de la Universidad de Boston, citando datos del gobierno de EE.UU., informa que EE.UU. podría tener 40.000 millones de barriles de petróleo en reservas no desarrolladas que no están en zona de acceso prohibido. Otros 19.000 millones podrían estar en sitios offshore de acceso prohibido y en la Reserva Natural Nacional del Ártico.Todo este petróleo no puede ser extraído de una vez, y aparentemente nada antes de 2017. Ponerlo todo en producción aumentaría, piensan los expertos, la producción de petróleo de EE.UU. entre un 1 y un 4%. En otras palabras, nada. Actualmente EE.UU. utiliza 21 millones de barriles por día. En el mejor de los casos, la Reserva Natural Ártica podría producir en 2017 1 millón de barriles por día, cerca de un veinteavo del actual consumo de EE.UU. y un ochenta y seisavo del actual uso mundial.
Eso no es independencia energética, y no tendría un efecto material en el precio. Por cierto, la exportación de puestos de trabajo estadounidenses por corporaciones de EE.UU. tiene una efecto mucho mayor sobre el precio en dólares del petróleo al inflar el déficit comercial de EE.UU. y reducir el valor de cambio del dólar estadounidenses. Pero, claro está, aquí hablamos de hechos, y los hechos no interesan a los republicanos.
Los republicanos están interesados en imponerse sobre los “malos.” Que los malos sean Bush, Cheney, Rice, Wolfowitz, Perle, Billy Kristol, y otros parecidos supera la imaginación de los republicanos. Para ellos, los malos son los “cabezas de toalla” con barbas y togas y están “allá,” donde hay que matarlos antes de que vengan “acá.” El grado de intelecto republicano se reduce a “allá” contra “acá.”
El otro gran coco de los republicanos son los “medios liberales.” Fox “News” ha convencido a los republicanos de que “los medios liberales” ponen en peligro a EE.UU. al ponerse de parte de terroristas.
Evidentemente, los republicanos nunca leen los “medios liberales.” Fue Judith Miller del “liberal” New York Times quien sirvió como si fuera un hecho toda la desinformación neoconservadora sobre Sadam Husein y sus armas de destrucción masiva y conexiones con al Qaeda. Sin que el New York Times les abriera camino, los neoconservadores jamás se habrían salido con la suya con sus invasiones ilegales.
El 18 de julio de 2008, el New York Times permitió que el israelí Benny Morris vomitara mentiras sobre Irán que utilizó para justificar un ataque contra ese país, posiblemente utilizando armas nucleares. Es el mismo New York Times que los idiotas conservadores consideran como parte de los “medios liberales.”
Fue ABC News la que ofreció la desinformación neoconservadora de que el ántrax había sido tenido su origen en Sadam Husein. Y hoy, 9 de agosto de 2008, mientras escribo estas líneas, el “liberal” Washington Post ha escrito un editorial instando que EE.UU. se lance a la guerra contra Rusia.
Con su editorial: “Detener a Rusia: EE.UU. y sus aliados deben unirse contra la guerra de Moscú en Georgia,” el Washington Post ha establecido un récord mundial de la cantidad máxima de mentiras en la cantidad mínima de palabras.
Con la excepción del Washington Post, todo el mundo sabe que Georgia (el lugar de nacimiento de José Stalin, no Georgia, EE.UU.) inició la agresión que mató a mantenedores de la paz rusos y a cientos de civiles en Osetia del Sur, mantenedores de
la paz que estaban allí con la aprobación de Georgia y de acuerdos internacionales.
Los verdaderos hechos se encuentran en toda la prensa del mundo. Pero el “liberal” Washington Post ofrece la mentira de que Rusia ha atacado a Georgia y concebiblemente planifica conquistar toda Georgia. “Es un grave desafío para EE.UU. y Europa,” vocifera el vocero del régimen de Bush, alias, “los medios liberales.”
Sedientos de sangre, los “medios liberales” declaran: “EE.UU. y sus aliados de la OTAN deben imponer juntos un precio a Rusia.”
Vemos en esto la combinación de idiotez y engaño en una frase, EE.UU. ha demostrado que es incapaz de ocupar Iraq, mucho menos Afganistán. Rusia tiene un inmenso superávit comercial. Los aliados de EE.UU. en la OTAN dependen del gas natural ruso. ¡Sin embargo el “liberal” “liberal” Washington Post quiere que EE.UU. en bancarrota y sus “aliados de la OTAN,” que dependen del gas ruso, “impongan un precio a Rusia” por defender a sus mantenedores de la paz!
Pocas veces ha visto el mundo una aberración parecida al del neoconservador Washington Post, un panfleto tan alejado de los “medios liberales” como sea posible.
Georgia formó parte de la Vieja Rusia y de la Unión Soviética durante dos siglos. Después del colapso del comunismo soviético, la Fundación Nacional por la Democracia [NED], financiada por el contribuyente estadounidense, rompió todos los acuerdos que el presidente Reagan había concluido con Gorbachev y comenzó a utilizar dineros públicos estadounidenses para amañar y comprar elecciones en antiguas partes constituyentes del imperio ruso/soviético.
La NED compró a Georgia como colonia de EE.UU. La afrenta a Rusia fue extrema, pero entonces Rusia era débil. Oligarcas con dinero extranjero habían agarrado el control sobre los recursos rusos, y Rusia estaba en una situación desesperada y no pudo resistir al imperialismo estadounidense.
Putin corrigió la situación para Rusia
Utilizando ahora armas estadounidenses, Georgia, por motivos que aún deben ser revelados violó su propio acuerdo con Rusia y atacó a Osetia del Sur, matando al hacerlo a mantenedores de la paz rusos. Vladimir Vasilyev, presidente del Comité de Seguridad de la Duma Estatal [cámara baja del la Federación Rusa] dijo a la prensa: “Las cosas que estaban ocurriendo en Kosovo, las cosas que estaban ocurriendo en Iraq – ahora vamos siguiendo el mismo camino. Mientras más evoluciona la situación, mejor comprenderá el mundo que Georgia nunca podría hacer todo esto sin EE.UU.” Sí, sin EE.UU. no habría guerra en Osetia y no habría guerra entre Rusia y su antigua parte constituyente.
Sin EE.UU. no habría guerra en Afganistán. No habría guerra en Iraq.
Sin EE.UU. no habría 1,2 millones de iraquíes muertos y 4 millones de iraquíes desplazados. No tenemos idea de las bajas de civiles afganos, aunque parecería que mujeres y niños son objetivos primordiales de las fuerzas de EE.UU. y de la OTAN que “llevan paz y la libertad a Afganistán.”
Recientemente, la Secretaria de Estado Condi Rice dijo que el gobierno de EE.UU. no podría impedir un ataque israelí contra Irán. Israel es un país independiente, dijo la Secretaria de Estado. ¡Qué mentira extraordinaria!
Israel no puede existir sin el dinero y las armas estadounidenses. Israel no puede atacar a Irán sin volar por sobre Iraq, lo que la fuerza aérea de EE.UU. puede impedir fácilmente. Es claro como el día que el régimen de Bush ha dado luz verde a Israel para que ataque a Irán de manera que el régimen de Bush pueda apresurarse a ir en “defensa de Israel.”
Mientras tanto los medios “liberales” instan a EE.UU. a involucrarse en una guerra entre Rusia y Georgia. La demencia conducirá al lanzamiento de armas nucleares.

(*) Paul Craig Roberts fue secretario adjunto del Tesoro en el gobierno de Ronald Reagan. Asimismo, fue redactor jefe asociado del Wall Street Journal, en su sección de editoriales, durante 16 años columnista de Business Week, y columnista de Scripps Howard News Service and Creator’s Syndicate en Los Angeles. Ha ocupado numerosas cátedras universitarias, incluyendo la Cátedra William E. Simon Chair en Economía Política, Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, Universidad de Georgetown e Investigador Invitado Sénior, Hoover Institution, Universidad Stanford. Fue condecorado con la Legión de Honor por el Presidente de Francia y con la Medalla de Plata del Tesoro de EE.UU. por “sobresalientes contribuciones a la formulación de la política económica de EE.UU.”
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