La lucidez de Chomsky (2)
por Guillermo Giacosa (*)
Entrevista de Vincenc Navarro resumida. Chomsky: “Uno de los motivos de la presión consumista que existe en EE.UU. y que se remonta a los años 1920 es el reconocimiento, por parte del empresariado, de que, si no se atomiza a la gente, si no se la conduce hacia “las cosas superficiales de la vida, como por ejemplo, el consumo de moda”, la población se puede voltear en contra suya. Hoy, un 80% de la población cree que el país “está dirigido y se mueve acorde con unos pocos grandes intereses que solo se preocupan por ellos mismos”, sin tener en cuenta el bienestar de la población. Un 95% de la población piensa que el Gobierno debería prestar más atención a la opinión pública y no lo hace. El grado de alienación de la población hacia las instituciones democráticas es enorme. De ahí la importancia de que las personas estén absorbidas por el mundo del consumo, preocupadas en cómo pagar sus tarjetas de crédito, separadas, sin escuchar debates críticos. Siempre que sea así, los empresarios creen que pueden controlar a la población”. “La gente tiene estas ilusiones, y debemos preguntarnos cuál es el origen de ellas. No es difícil entender qué ha pasado, y el establishment lo entiende perfectamente. Durante las primarias, en el 'Supermartes’, el 5 de febrero, la emoción era muy grande. En el Wall Street Journal: su titular principal del 'Supermartes’ decía así: “Los temas políticos retroceden a lo largo del 2008, puesto que los votantes se centran en el carácter de los candidatos”. Después, apareció una encuesta, de la cual casi no informaron, que revelaba que 3/4 de la población quería que los medios cubrieran las opiniones de los candidatos sobre los temas más importantes que el país enfrentaba. Exactamente lo contrario de lo que se manifestaba en el titular de aquel diario. Los medios enfatizaban características personales de los candidatos, mientras que la población deseaba saber su opinión sobre los temas que la preocupaban. Los dirigentes evitan tocar temas que preocupan a la población. No es verdad que los votantes prefieran la personalidad de los candidatos por encima de otros temas. Los votantes quisieran poder votar a favor de un sistema de salud, pero no se les da opción. Los dirigentes del partido y los de relaciones públicas que venden bienes de consumo a través de la TV anuncian a los candidatos del mismo modo que anuncian bienes de consumo. Cuando ves un anuncio en la TV, no esperas aprender nada de ello. En realidad, si tuviéramos un mercado libre, como describen los economistas, en el cual los consumidores informados toman decisiones racionales, la General Motors explicaría las características de los carros que vende. No lo hace. Lo que hace es crear ilusiones, por la vía de gráficas complicadas, de una actriz conduciendo hacia al cielo o cosas por el estilo. La clave es engañar y manipular a la audiencia. Cuando “vendes” los candidatos, ocurre lo mismo. No entran en temas importantes, es peligroso y el público puede no estar de acuerdo contigo. Por tanto, vendes carácter, trivialidades, temas personales”.
Entrevista de Vincenc Navarro resumida. Chomsky: “Uno de los motivos de la presión consumista que existe en EE.UU. y que se remonta a los años 1920 es el reconocimiento, por parte del empresariado, de que, si no se atomiza a la gente, si no se la conduce hacia “las cosas superficiales de la vida, como por ejemplo, el consumo de moda”, la población se puede voltear en contra suya. Hoy, un 80% de la población cree que el país “está dirigido y se mueve acorde con unos pocos grandes intereses que solo se preocupan por ellos mismos”, sin tener en cuenta el bienestar de la población. Un 95% de la población piensa que el Gobierno debería prestar más atención a la opinión pública y no lo hace. El grado de alienación de la población hacia las instituciones democráticas es enorme. De ahí la importancia de que las personas estén absorbidas por el mundo del consumo, preocupadas en cómo pagar sus tarjetas de crédito, separadas, sin escuchar debates críticos. Siempre que sea así, los empresarios creen que pueden controlar a la población”. “La gente tiene estas ilusiones, y debemos preguntarnos cuál es el origen de ellas. No es difícil entender qué ha pasado, y el establishment lo entiende perfectamente. Durante las primarias, en el 'Supermartes’, el 5 de febrero, la emoción era muy grande. En el Wall Street Journal: su titular principal del 'Supermartes’ decía así: “Los temas políticos retroceden a lo largo del 2008, puesto que los votantes se centran en el carácter de los candidatos”. Después, apareció una encuesta, de la cual casi no informaron, que revelaba que 3/4 de la población quería que los medios cubrieran las opiniones de los candidatos sobre los temas más importantes que el país enfrentaba. Exactamente lo contrario de lo que se manifestaba en el titular de aquel diario. Los medios enfatizaban características personales de los candidatos, mientras que la población deseaba saber su opinión sobre los temas que la preocupaban. Los dirigentes evitan tocar temas que preocupan a la población. No es verdad que los votantes prefieran la personalidad de los candidatos por encima de otros temas. Los votantes quisieran poder votar a favor de un sistema de salud, pero no se les da opción. Los dirigentes del partido y los de relaciones públicas que venden bienes de consumo a través de la TV anuncian a los candidatos del mismo modo que anuncian bienes de consumo. Cuando ves un anuncio en la TV, no esperas aprender nada de ello. En realidad, si tuviéramos un mercado libre, como describen los economistas, en el cual los consumidores informados toman decisiones racionales, la General Motors explicaría las características de los carros que vende. No lo hace. Lo que hace es crear ilusiones, por la vía de gráficas complicadas, de una actriz conduciendo hacia al cielo o cosas por el estilo. La clave es engañar y manipular a la audiencia. Cuando “vendes” los candidatos, ocurre lo mismo. No entran en temas importantes, es peligroso y el público puede no estar de acuerdo contigo. Por tanto, vendes carácter, trivialidades, temas personales”.
(*) Aparecido en su columna del diario Perú21.
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