Carta a Wong
por César Hildebrandt (*)
Señores de Cencosud en el Hinterland
Señores de Cencosud en el Hinterland
Señores:Me entero quie han conseguío quie los peruanos les autoricen el corso del 13 y no quería pasar esta oportunidad sin decirles quie ustedes son la avanzaá de la patria y lo mejor de toó el empresariau quie espera repetir, en nombre de Portales, las hazañas de Arica y Tarapacá.Claro quie ya no será por la vía anticuaá de la guierra sino por los caminos del comercio y la compra de toó lo comprable en ese espacio vital chileno que empieza en Moquegua y termina en Tumbes, donde empieza nuestro aliao el Ecuador.¿Recuerdan ustedes cuando les decía quie fueran a comprar Perú, quie estaba barato, y quie ustedes, remolones, no me creyeron al comienzo y se hicieron los retrecheros? Me imagino que ahora me agradecerán quie haya sido tan perspicaz. Porque ahora tenemos algunas cosas de nuestros anexaos muy claritas. En primer lugar, tienemo ese triángulo isóscele del mar de Prat, quie ninguna Haya ni la puta que lo parió nos va a quitar pero ni una onza. Porque al mar de Prat no me lo toca nadie sin pasar antes por los procedimientos de Contreras, quie después de esos procedimientos ya no se te ocurre naá con qué joder porque, por propia experiencia, puedo decirles que los muertos no joden. En segundo lugar, sin ninguna Covadonga ni Esmeralda ni lanchita, oiga usté, tenemos su marina mercante y nos vamos a la conquista pacífica de sus puertos, siguiendo el ejiemplo de Matarani. En tercer lugar, tenemo, como se dice en el lenguaje inmobiliario destos cabrones, sus aires pú, es decir que nuestra LAN está en nuestro patio delantero como nuestros Hawker Hunter el día glorioso en quie extirpamos el cáncer del marxismo. En cuarto lugar, estamo a punto de comprar millones de sus hectáreas en la selva, quie es algo que nos faltó tener pero estamos compensándolo. Y en esos millones de hectáreas podremos agrandar la riqueza forestal y superar la fatiga de muchos suelos, quie de eso se trata cuando se hace patria, de ampliarnos por la razón y por la fuerza, que no es quie sea una o lo’tra sino quie son las dos conjuntas.En quinto lugar, tenemos a medio gobierno del país derrotau metío en el bolsillo, empezando por la ministra del ramo que ya saben y terminando por todo lo alto (no sé si me dejo entender). O sea quie esta vez sin ningún Lynch quie ponga orden, los que nos tocaron como allegaus por el norte aceptarán quie les ocupiemos la geografía que ellos han despilfarrau nomás pú.Por eso y todo eso es importante quie ustedes, ilustres señores de Cencosud, parte de nuestra avanzada sin pólvora esta vez, hayan volteau la tortilla y puedan ahora desfilar por las calles de Lima. Es un acto simbólico quie le va pegando en la mente a la indiaá que, como decía ese poeta comunista que a veces escribía de lo más bien, “lo mío es tuyo, lo tuyo es mío, toda la sangre formando un río...” Claro quie aquí no va a haber sangre sino cobranzas y si hay un río será el Bío Bío, que todo ya me suena a cueca nortina. Lo único que tengo que confesar es quie me cuesta mucho decirles que son dueños de “Wong” –perdónenme, pero no puedo escribir eso de “Wong” junto a su nombre, porque me suena a mapuche mezclau con esquimal-. Dicho con toó el respeto. Adelante mijos, quie así se hace patria grande (más grande) y se difunde la bravura de nuestros antepasados. Hay que empernar la mayor cantidad de mestizas a ver si de ese marrón agitau sale algo mijor. Un comentario final, quie espero que no les moleste: aunque su corso es estratégicamente importante, la verdad es quie el verdadero corso soy yo, que fui, sin falsas modestias, el Napoleón del 11 de septiembre. Desde el infierno y para siempre vuestro, Augusto Pinochet Ugarte, Comandante en Jiefe.
(*) Aparecido en su columna del diario La Primera.
Con el sarcasmo que lo caracteriza (y una inspiración a prueba de balas después del sabotaje cobarde al estupendo programa radial que conducía) el maestro César Hildebrandt nos entrega una pieza de antología. Y es que este desfile, corso o como lo quieren llamar, que arranca desde el Parque Reducto (en donde los chilenos y los traidores culis chinos enfrentaron malamente a unas tropas peruanas mermadas) es una afrenta y una burla al honor nacional que no tiene nombre y que se explica en la recatafila de plumones que nos gobiernan y en las chequeras de los mercantilistas hambrientos que sólo pretenden rematar el país a un empresariado chileno que hace el juego de su guerra moderna: QUEBRARNOS COMO NACIÓN POR EL LADO DEL JUEGO DE LA INVASIÓN Y EL MANEJO ECONÓMICO.
Pinochet baila en el averno mientras nosotros seguimos danzando con los mismos lobos de siempre. Sin embargo, y no lo duden, verán gente de todos los estratos, semi-tarados y sin nivel moral o cultural pasando su día familiar viendo felices el ridículo desfile de los esclavos de estas tiendas haciendo méritos por unos cuantos reales. ¿ Por qué no hacen su payasada el día cinco de abril que cae a pelo ? .
Sabemos que al peruano común no le gusta leer, enterarse de cómo son las cosas.
Es uno de esos temores sobre los que suele filosofar Pacho O'Donell, el miedo a la verdad. Lástima, por nosotros mismos, que nos gusta caminar completamente ciegos hacia nuestro cruel destino. Ignorantes y felices.
¡¿ Qué fue de la investigación a los raros negocios de Wong ?! La tapadera esta boba, provecho con la mermelada, amigos de la prensa de investigación.
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