"Quedó claro que son más socios que nunca"
JORGE BRUCE. El psicoanalista analiza la aparición del ex jefe del SIN Vladimiro Montesinos en el juicio que se le sigue a Alberto Fujimori. Su diagnóstico: Existe un evidente pacto entre el asesor y el dictador.
Luego de ocho años, Montesinos y Fujimori se vieron las caras en el juicio. ¿A qué jugó esta vez el ex asesor al escudar con toda su prepotencia al procesado Fujimori?
Lo primero que hizo Montesinos es decir que Fujimori es inocente de todos los delitos que se le acusaba, y luego desplegó un número de altanería, arrogancia y cierto desprecio por el fiscal (José Peláez) con sonrisas cachacientas. El juego parecía ser que Montesinos iba a empujar, hasta donde se lo permitían, un despliegue de maldad insolente y chantaje al tribunal al argumentar que si no les gustaba sus respuestas se acogía al silencio.
¿Vio a un Montesinos que buscaba la aprobación de Fujimori demostrándole que aún tiene poder al desafiar al fiscal Peláez?
Lo que vi es que son más socios que nunca, y actúan en abierta complicidad. Eso está clarísimo. El fondo del asunto es que Montesinos defenderá a Fujimori hasta las últimas consecuencias, más allá de la tentación de presentarse como un personaje que aún es poderoso. Será todo lo delincuente, corrupto y asesino que sabemos, pero sigue siendo un ser humano con un narcisismo muy grande que se muere de ganas de mostrarse con inmensas capacidades, aunque por ratos se descubra que es un fanfarrón.
Esa actitud confirma que psiquiátricamente es megalómano, que tienen una sobreestimación delirante de sus talentos
Sí, porque en un momento dice "¿cómo voy a responder a 10 preguntas?" y luego señala que sí podría porque tiene memoria nemotécnica. Su narcisismo es más grande que todos los pactos con Fujimori para no decir nada. De todo esto, me ha llamado la atención su agresividad, esos desplantes, movimientos de hombros, de manos. Si no supiera que está en la cárcel, pensaría que ha tomado alguna medicación que lo ha puesto en tal grado de excitación que, usando jerga psicológica, parecía algo maníaco; es decir, lo contrario a deprimido. Su lenguaje corporal es de una persona triunfante.
¿Tal vez porque no se sintió tan solo al ver a su ex socio también en el banquillo?
No se puede descartar de que hay un goce al ver a Fujimori en el banquillo y estar él como testigo en un estrado más alto y, además, tratando al fiscal como a su pupilo.
Mientras, Fujimori reía. ¿Qué rol jugaba cada uno en la escena?
Fujimori gozaba del show y Montesinos era un personaje que a ratos vivía una fantasía, porque hablaba en tiempo presente como si estuviera en los sótanos del SIN: "El general ordena, el comandante acata y yo analizo". Jugó a ser un seudosubordinado porque sabe que no lo era. Así quedó claro que estos personajes cínicos han restablecido su relación resquebrajada más allá de las inculpaciones mutuas.
Montesinos busca favores de los fujimoristas
¿Qué gana Montesinos al proteger a Fujimori?
Montesinos está jugando un partido con escasísimo margen, porque está condenado a 20 años de prisión. Al defender a Fujimori, quizás está apostando a que los fujimoristas en el Congreso le devuelvan el favor en el futuro.
Lo curioso es que el abogado de Fujimori salga a decir que Montesinos abusó de su derecho de acogerse al silencio...
Ha tenido el cuajo de decirlo. Ya no sé si en este mundo de enmarañamiento nadie sabe para quién trabaja. Es que en este tipo de personajes que han cometido los delitos más atroces la palabra contradicción significa nada. No me sorprende que más adelante vuelvan a atacarse.
Lo primero que hizo Montesinos es decir que Fujimori es inocente de todos los delitos que se le acusaba, y luego desplegó un número de altanería, arrogancia y cierto desprecio por el fiscal (José Peláez) con sonrisas cachacientas. El juego parecía ser que Montesinos iba a empujar, hasta donde se lo permitían, un despliegue de maldad insolente y chantaje al tribunal al argumentar que si no les gustaba sus respuestas se acogía al silencio.
¿Vio a un Montesinos que buscaba la aprobación de Fujimori demostrándole que aún tiene poder al desafiar al fiscal Peláez?
Lo que vi es que son más socios que nunca, y actúan en abierta complicidad. Eso está clarísimo. El fondo del asunto es que Montesinos defenderá a Fujimori hasta las últimas consecuencias, más allá de la tentación de presentarse como un personaje que aún es poderoso. Será todo lo delincuente, corrupto y asesino que sabemos, pero sigue siendo un ser humano con un narcisismo muy grande que se muere de ganas de mostrarse con inmensas capacidades, aunque por ratos se descubra que es un fanfarrón.
Esa actitud confirma que psiquiátricamente es megalómano, que tienen una sobreestimación delirante de sus talentos
Sí, porque en un momento dice "¿cómo voy a responder a 10 preguntas?" y luego señala que sí podría porque tiene memoria nemotécnica. Su narcisismo es más grande que todos los pactos con Fujimori para no decir nada. De todo esto, me ha llamado la atención su agresividad, esos desplantes, movimientos de hombros, de manos. Si no supiera que está en la cárcel, pensaría que ha tomado alguna medicación que lo ha puesto en tal grado de excitación que, usando jerga psicológica, parecía algo maníaco; es decir, lo contrario a deprimido. Su lenguaje corporal es de una persona triunfante.
¿Tal vez porque no se sintió tan solo al ver a su ex socio también en el banquillo?
No se puede descartar de que hay un goce al ver a Fujimori en el banquillo y estar él como testigo en un estrado más alto y, además, tratando al fiscal como a su pupilo.
Mientras, Fujimori reía. ¿Qué rol jugaba cada uno en la escena?
Fujimori gozaba del show y Montesinos era un personaje que a ratos vivía una fantasía, porque hablaba en tiempo presente como si estuviera en los sótanos del SIN: "El general ordena, el comandante acata y yo analizo". Jugó a ser un seudosubordinado porque sabe que no lo era. Así quedó claro que estos personajes cínicos han restablecido su relación resquebrajada más allá de las inculpaciones mutuas.
Montesinos busca favores de los fujimoristas
¿Qué gana Montesinos al proteger a Fujimori?
Montesinos está jugando un partido con escasísimo margen, porque está condenado a 20 años de prisión. Al defender a Fujimori, quizás está apostando a que los fujimoristas en el Congreso le devuelvan el favor en el futuro.
Lo curioso es que el abogado de Fujimori salga a decir que Montesinos abusó de su derecho de acogerse al silencio...
Ha tenido el cuajo de decirlo. Ya no sé si en este mundo de enmarañamiento nadie sabe para quién trabaja. Es que en este tipo de personajes que han cometido los delitos más atroces la palabra contradicción significa nada. No me sorprende que más adelante vuelvan a atacarse.
Montesinos parecía estar excesivamente medicado por la euforia que demostraba (¿o se habría afilado la ñata con un poquito de ayudín?) y a todos se les está pasando por alto revisar nuevamente toda la presentación del ex-asesor porque hay evidentes claves de extorsión regadas por todos lados. Como decir: tengo la información en mis ordenadores o proporcionar un video (ya visto por todos) de su entrevista con Abimael Guzman y Elena Iparraguirre (ese donde escuchan a Frank Sinatra) y luego mandar uno nunca visto, uno completamente inédito, con su desagradable abogada al candidazo programa de la Chichilia (QUE DIFUNDE UN HECHO YA SABIDO QUE SOLO QUERÍA DECIR YO TENGO OTROS VIDEOS QUE USTEDES NO HAN VISTO).
Hablar de la Cía y del caso Irán/Contras nos recordaba la venta de armas a las FARC (y la droga saltando por toda la sala) es una jugarreta que puso nervioso hasta al muñeco de abogado que defiende al delincuente nipón. Revisén el video, no por nada Nakasaki insistirá con llamar nuevamente al gemelo de su cliente.
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