Sala suspendió la audiencia pública del juicio oral a Fujimori
Los gritos y la exaltación con la que clamó su inocencia en los cargos que le imputa la Fiscalía como autor mediato de las masacres de Barrios Altos y La Cantuta y los secuestros en los sótanos del SIE le pasaron la factura a Alberto Fujimori. El médico asistente del Inpe, durante el receso de la primera audiencia pública en la sede de la Diroes, comprobó el cuadro de hipertensión que presentó el ex presidente, que estuvo acompañado por dolores en el pecho, y recomendó un reposo absoluto de 24 horas para el acusado.
La Sala Penal Especial, que preside el vocal César San Martín, acogió esta recomendación y suspendió la audiencia. "Prestando atención al informe tanto escrito como oral del médico asistente del Inpe vamos a suspender esta audiencia para el próximo día miércoles para las 09:30 horas", dijo el vocal supremo, tras pedir puntualidad para que no ocurra lo de hoy, que empezó con un retraso de una hora. "La audiencia del miércoles empezará a la hora señalada con los que estén presentes", acotó.
PERDIÓ LOS PAPELES. Lo que desencadenó la crisis de presión arterial de Fujimori fue su intervención en la audiencia, en la que, totalmente desaforado, clamó a gritos su inocencia por los cargos de homicidio calificado, lesiones y secuestro que se le imputan, por los que podría recibir 30 años de cárcel si es hallado culpables por el tribunal que hoy empezó a juzgarlo en un proceso histórico para el país.
El ex mandatario alegó que recibió en 1990 el país casi al borde del colapso, "agobiado por la hiperinflación, el aislamiento financiero internacional y el terrorismo generalizado", y que frente a esta situación durante su gobierno, "hubo reformas dentro del contexto del respeto a los derechos humanos".
A raíz de mi Gobierno se respetan los derechos humanos de 25 millones de peruanos, sin excepción alguna. Si se cometieron algunos hechos execrables los condeno, pero no fueron orden de quien habla", enfatizó Fujimori pasando de un estado pasible, que se había mostrado durante las más de tres horas de audiencia, a la exaltación, sorprendiendo a los presentes en la sala, incluido al tribunal, cuyo presidente invocó al ex mandatario a que guarde las formas y solo se limite a pronunciarse puntualmente acerca de los cargos. "Yo por eso rechazo los cargos, totalmente, soy inocente, y no acepto esta acusación fiscal", gritó ofuscado el ex mandatario.
"Acusado Fujimori, aquí mando yo, tranquilo, tiene usted que respetar las directivas del tribunal", replicó el vocal César San Martín, pero el ex mandatario, aún fuera de sí, le pidió "30 segundos" para terminar de exponer su estrategia de defensa en medio de los aplausos de sus seguidores. Esta situación fastidió al tribunal, que le advirtió a los fujimoristas que ese tipo de manifestaciones están prohibidas y que si vuelven a ocurrir se verá obligado a retirarlos de la sala.
En el intermedio de la primera audiencia, la congresista Keiko Fujimori, hija mayor del ex mandatario, justificó el exabrupto de su padre. "Estaba molesto con toda razón, porque los cargos que se le imputan son absolutamente falsos", refirió.
La Sala Penal Especial, que preside el vocal César San Martín, acogió esta recomendación y suspendió la audiencia. "Prestando atención al informe tanto escrito como oral del médico asistente del Inpe vamos a suspender esta audiencia para el próximo día miércoles para las 09:30 horas", dijo el vocal supremo, tras pedir puntualidad para que no ocurra lo de hoy, que empezó con un retraso de una hora. "La audiencia del miércoles empezará a la hora señalada con los que estén presentes", acotó.
PERDIÓ LOS PAPELES. Lo que desencadenó la crisis de presión arterial de Fujimori fue su intervención en la audiencia, en la que, totalmente desaforado, clamó a gritos su inocencia por los cargos de homicidio calificado, lesiones y secuestro que se le imputan, por los que podría recibir 30 años de cárcel si es hallado culpables por el tribunal que hoy empezó a juzgarlo en un proceso histórico para el país.
El ex mandatario alegó que recibió en 1990 el país casi al borde del colapso, "agobiado por la hiperinflación, el aislamiento financiero internacional y el terrorismo generalizado", y que frente a esta situación durante su gobierno, "hubo reformas dentro del contexto del respeto a los derechos humanos".
A raíz de mi Gobierno se respetan los derechos humanos de 25 millones de peruanos, sin excepción alguna. Si se cometieron algunos hechos execrables los condeno, pero no fueron orden de quien habla", enfatizó Fujimori pasando de un estado pasible, que se había mostrado durante las más de tres horas de audiencia, a la exaltación, sorprendiendo a los presentes en la sala, incluido al tribunal, cuyo presidente invocó al ex mandatario a que guarde las formas y solo se limite a pronunciarse puntualmente acerca de los cargos. "Yo por eso rechazo los cargos, totalmente, soy inocente, y no acepto esta acusación fiscal", gritó ofuscado el ex mandatario.
"Acusado Fujimori, aquí mando yo, tranquilo, tiene usted que respetar las directivas del tribunal", replicó el vocal César San Martín, pero el ex mandatario, aún fuera de sí, le pidió "30 segundos" para terminar de exponer su estrategia de defensa en medio de los aplausos de sus seguidores. Esta situación fastidió al tribunal, que le advirtió a los fujimoristas que ese tipo de manifestaciones están prohibidas y que si vuelven a ocurrir se verá obligado a retirarlos de la sala.
En el intermedio de la primera audiencia, la congresista Keiko Fujimori, hija mayor del ex mandatario, justificó el exabrupto de su padre. "Estaba molesto con toda razón, porque los cargos que se le imputan son absolutamente falsos", refirió.
Nominado para el Oscar a la mejor actuación por su papel de cínico y delicadamente medicado, el otrora candidato al Senado Japonés (en donde lo rechazaron como una basura) hizo una de las defensas mas Televisa (emporio de la producción de bodrios telenoveleros) que nos ha tocado presenciar. Gritó como una loca. Se juro inocente (nótese que en eso coinciden todos los delincuentes) y luego de ponderar su gobierno (sin mencionar los millones que se levantó) con dolores en su pechito lo llevaron a descansar. Sus hijos (cómplices de su Api) y sus ayayeros (como el mapache mercachifle de Raffo) justificaron el disfuerzo del otrora lider partidario de Cambio 90 y Nueva Mayoría(función que no se sabe quien carajo representa ahora) alegando que era inocente (si así son los inocentes, ¡cómo serán los culpables!) Era de esperarse, esto estaba más visto que los pechereques de Lulli Salazar. Nakasaki (hay que reconocerlo) es un buen jugador legal pero siempre estas rachas suelen acabar mal, todo tiene su final, María Elena diría el faraón de la salsa.
El teatro ponja continúa mañana. Que alguien le vaya alcanzado la espada al samurai ...pero para que se haga el harakiri.
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