Crónicas del muerto y del degollado (II) por Guillermo Giacosa (*)
Qué país que no estuviera poseído por una turbulenta soberbia podría arrogarse el derecho de dictaminar quiénes cumplen y quiénes no con los derechos humanos. Esa debería ser tarea de organismos no gubernamentales ajenos a los intereses políticos de cualquier potencia.
Es una tarea ardua que reclama, entre otras cosas, una aguda visión antropológica sobre matices culturales, donde hallar el justo medio no es sencillo. La prohibición, en Francia, del uso del velo en las escuelas por parte de las estudiantes islámicas dio lugar a una polémica tan prolongada como notable en sus ponderaciones.
Sigamos, sin entrar en temas conflictivos como ese, con los contenidos del informe chino sobre EE.UU.
En ese país" -dice- "alrededor de 30 mil personas fallecen cada año por heridas de bala" (Reuters el 19/12/ 07). Además, "los abusos de poder de los departamentos judiciales y policiales han dado lugar a graves violaciones de las libertades y de los derechos de sus ciudadanos. Los casos donde las autoridades encargadas de la aplicación de la ley vulneraron los derechos civiles de las víctimas aumentaron un 25% -desde el año fiscal 2001 a 2007- respecto a los siete años anteriores, según estadísticas del Departamento de Justicia de EE.UU. Sin embargo, la mayoría de los oficiales encargados de la aplicación de la ley que habían sido acusados de brutalidad policial no fueron procesados", destaca el documento.
"Por otra parte, la libertad y los derechos de los ciudadanos han venido siendo marginados. El derecho de los trabajadores a sindicalizarse ha sido restringido. Se informó que el número de miembros de sindicatos disminuyó en 326 mil en 2006, con lo que el porcentaje de afiliados a sindicatos descendió del 20% en 1983 al 12%, en la actualidad". Y agrega: "La población pobre en EE.UU. se incrementa constantemente. Según estadísticas dadas a conocer por el Buró de Censos de ese país, en agosto de 2007 la tasa oficial de pobreza fue del 12.3 %, lo que suponía que 36.5 millones de personas vivían en esa situación".
Para quienes se pueden haber distraído les recuerdo, antes de que lean lo que viene, que estoy hablando del informe chino sobre Estados Unidos y no sobre Etiopía o sobre Sudán.
"El número de las personas hambrientas y sin hogar se ha incrementado de manera significativa en las ciudades estadounidenses. El Departamento de Agricultura declaró, en un informe presentado el 14 de noviembre de 2007, que 35.52 millones de estadounidenses, incluidos 12.63 millones de niños, sufrieron de hambre en 2006, un incremento de 390 mil respecto al año 2005".
Y finaliza este informe, que es enorme, con las siguientes consideraciones: "Recomendamos al Gobierno de EE.UU. que enfrente sus propios problemas en materia de derechos humanos y deje de aplicar las equivocadas y poco inteligentes prácticas de doble rasero a este respecto". Se trata del noveno año consecutivo que China publica este registro de los derechos humanos en EE.UU. para responder a los informes anuales del Departamento de Estado de ese país.
(*) Aparecido en su columna del diario Perú21
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