García es un periódico de ayer por César Lévano (*)
El escritor y periodista argentino Horacio Verbitsky publicó hace algunos años el libro Un mundo sin periodistas, jugando con una frase del entonces presidente Carlos Menem, que se quejaba de la mala prensa y suspiraba por un mundo en que no hubiera diaristas. Salvo los que hablaran todos los días de sus éxitos y pusieran en primera plana su fotografía, a gran tamaño.Menem quería un periodismo que se pareciera al del canal 7 del Perú de hoy.La historia ha mostrado por qué Menem tenía mala prensa. Con su política neoliberal arruinó al país. Trató a su esposa igual que Fujimori a doña Susana. El abogadillo de provincias se enriqueció caudalosamente. Menem era, además, eso que los italianos llaman un jettatore, lo que en nuestra fabla popular se denomina “un salado”. Si en un partido de fútbol decisivo iba al estadio, Argentina perdía. Una vez saludó a un piloto de carreras automovilísticas antes de la partida, y el deportista se estrelló y perdió las dos piernas. Bajo su gobierno, por primera vez el pueblo argentino padeció hambre. Su fama era tal, que los argentinos, que son muy supersticiosos, para evitar nombrarlo le llamaban “Méndez”.Nuestro actual mandatario no es tan resalao como Menem; pero tiene lo suyo. Dicta un decreto supremo de impunidad para la fuerza pública, y ésta mata por la espalda a cuatro campesinos. Prepara ley de la selva para privatizar -y por lo tanto saquear y empobrecer la biodiversidad, y expulsar pobladores aborígenes-, y la Amazonía se rebela y hasta los ríos se desbordan. Va a Ica después del terremoto, y afirma algo así como “aquí no ha pasado nada”. Seis meses después, no pasa nada. Impone, con su carnal José Chang, una ley para permitir sólo a un “tercio superior” el ingreso a la docencia, y todos los especialistas se le van encima. Se ve obligado a enmendar la plana.Lo que es peor, información no desmentida revela que Chang fue un estudiante del tercio más inferior. Ingresó a la Universidad Villarreal sólo porque su apá era allí el decano de la Facultad de Educación.En verdad, el salao no es García. Los desafortunados somos los peruanos, es decir, el Perú.Ahora bien, todo el mundo sabe que prensa, radio y televisión del Perú son favorables, cuando no aduladores, de García, con una sola excepción (modestia aparte). Pero García quiere más. Anhela que todos los diarios sean como El Peruano de ayer, que en sus tres primeras páginas nos brinda cinco fotos -cinco, ni una menos- del jefe del Estado. La queja de García parece señalar con índice acusatorio a ciertos medios pagados por el oficialismo: les ha dicho algo así como: tienen que ser más sobones todavía.García es, por muchas razones y sinrazones, el Menem del Perú. Es, en ese sentido, un periódico de ayer.
(*) Aparecido en la columna del Director del diario La Primera
No hay comentarios:
Publicar un comentario