Mujeres al borde de ataque de nerviosCompetitiva hasta las náuseas y con la creatividad en estado comatoso, nuestra televisión de hoy se sostiene en la imagen de algunos seres humanos a quienes bien poquito les falta para dejar de serlo. Parece que, por estos días, el rating, como sádico caficho, los somete constantemente a una lobotomía al paso, logrando en ellos la misma dependencia y eterna fidelidad que le juraría un pastrulo a su troncho.¿Por qué alguien con los monederos rebosantes de súper depósitos y con protagonismo suficiente como para aliviar la más severa de las carencias afectivas insiste en seguir moliéndose el hígado y los nervios, cuando bien podría rascarse saludablemente los higos?En estos días, tres de nuestras más insignes divas mediáticas de nuestra farándula hacen que pregunte: ¿Por qué no se cansan?
Laurita Bozzo ha estado presa, etc., etc., y con miles de etcéteras más, grazna que no se quedará quieta.Periodista crítica y contestona de toda la vida, Magaly Medina podría vacilarse produciendo o conduciendo un proyecto periodístico que ya no la obligue a andar por las calles con seguridad, ni tampoco seguir dependiendo de menesterosos buscaportadas. Incluso, la popular 'Urraca' hasta podría liberar del azufre a su pobre enrojecido cuero cabelludo. Pero más alucinante es Gisela Valcárcel, otra esclava de calcinarse los pelos quien, además de un cuerpazo, un exitoso pasado y más ahorros que Gunter Rave, anuncia su retorno por ¡Panamericana! Chicas: por favor, no se olviden de que vida solo hay una, así que corran a consultar de una vez con su agencia de viajes.
(*) Aparecido en su columna del diario Perú21. Lástima por Giselita que pese a sus más de cuarenta pirulos está como para partirla en cuatro.
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