Fujimori se muere, pero de puro miedo
Ex dictador no está enfermo. Informe médico frustra intento de pedir pausa en el proceso.
El informe del Instituto de Medicina Legal (IML) es contundente: la salud de Alberto Fujimori es estable y él no corre mayor peligro, por lo tanto, “puede continuar afrontado el juicio que se le sigue por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta”. Con esa conclusión, Luis Bromley, jefe del IML, echó por tierra la intención de los familiares y la defensa, de suspender por quince días el proceso, alegando incluso que el reo estaba “al borde de la muerte”. Para Gloria Cano, abogada de la parte civil en el juicio contra Fujimori, la verdadera razón por la preocupación de la salud del reo es el miedo de la defensa a las pruebas, que lo hunden, mostradas en el proceso. “No hay otra explicación para todo el circo armado por los seguidores de Fujimori, más que el pavor de verlo enjuiciado y el miedo de una inminente condena”, aseveró Cano, al replicar que son los mismos allegados a Fujimori quienes provocan las supuestas enfermedades del reo al visitarlo hasta altas horas de la noche y distraer su descanso. Según Bromley, la enfermedad que presentó el ex mandatario el último miércoles se denomina “gastroenterocolitis”, una reacción a un alimento eventualmente en mal estado. Pero el especialista indicó que no se puede determinar qué alimento le cayó mal al ex dictador, tras aclarar que la comida que consume Fujimori se la proporciona su propia familia, que no permite que el Inpe se encargue de atenderlo. César San Martín, presidente de la sala que juzga a Fujimori, estimó necesario formar una junta médica que examine exhaustivamente al reo, mientras éste volvió a quedarse dormido ayer en plena audiencia.
DATO
El pasado miércoles, mientras el general Robles testificaba, el tribunal se vio obligado a suspender la audiencia del juicio a Fujimori, quien presentó una infección estomacal. Los síntomas de este problema fueron diarreas y dolor muscular
A veces la señora emotiva de la piedad quiere apoderarse de nuestra conciencia y nos hace reflexionar por un momento sobre la verdadera necesidad de enjuiciar a este pobre hombre, viejo y jodido, con estas pautas lastimosas en donde se nos presenta la perfecta imagen del que ya fue derrotado fingiéndose enfermo o del político cadaver exquisito al que se patea por un inútil y extraño placer. Sin embargo todo esto es parte de un juego que busca librar a Fujimori de pagar sus culpas en este mundo en donde cohabitan el cielo y el infierno juntos porque ninguna política de estado puede justificar genocidios y esos crimenes han ido dimensionándose aún mas cuando se han puesto al descubierto los robos y saqueos de la banda del nipón. ¿Fujimori se muere? ... Nada que ver, Fujimori ya está muerto. Fenecido en su mal recuerdo, en el hurto nacional de su descarado clan y en sus desesperados socios y ayayeros que ven que el tren se marchó hace rato y que no lo volverán a alcanzar jamás, asi disfracen a la obesa hijita, reina del cinismo, de Lucy Liu. No guardo rencores ni odios contra nadie pero el inconciente colectivo moustroso que Alberto Fujimori creo durante su gobierno de asesinatos y latrocinios esta vivo y ahora se ha vuelto contra el mismo, su creador y por las declaraciones de los testigos y pese al esfuerzo del innegable talento de Nakasaki o el aporte de hábil manipulación de Valle Riestra (con honorarios que sobrepasan el medio millón de dolares mensuales) podrán detener la inevitable muerte de su cliente, no la física (que muchos vindicantes ansiarán) sino la de su conciencia que era por desgracia su última esperanza de ponerse "tas con tas" con la humanidad que lo repudia y que ve reflejada en ese ser (ahora también diarreico) lo peor de si misma, su hilacha, su darkly side, su inevitable obscuridad
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