Sabrosas Sonias en serie
Luego de ver un capítulo de las nuevas miniseries Sabrosas y Nacida para triunfar, de Frecuencia Latina y América TV respectivamente, podemos decir muchas cosas. Podemos decir que de folclóricas ya tuvimos bastante, que existen otras realidades para contar, que los argumentos no convencen, que la calidad de la realización no llena las expectativas. Y para no desentonar con la machetera moda TIENE MÁS RATING, ENTONCES ES MEJOR, podemos enfrentar Nacida para triunfar, la miniserie de Sonia Morales, con Dina Páucar: la lucha por un sueño del 2004, o a Sabrosas con la telenovela Los de arriba y los de abajo emitida en 1994. Podemos, como buenos limeños, aniquilar con ligereza y sin piedad lo que se nos cruce por delante.
Podríamos decir también, que siempre se puede mejorar los contenidos sin dejar de producir. Podríamos recordar que copiar al vecino no garantiza el éxito. Podríamos reclamar novedades. Podríamos decir que esas producciones dan trabajo a actores y técnicos. Podríamos exigir a los productores que dejen de llorar miserias y paguen a su personal técnico y artístico lo que les corresponde, y a los técnicos y actores recordarles que los productores no les están haciendo ningún favor al contratarlos, por tanto pueden, en mancha, exigir mejores condiciones.
Pero digamos lo que digamos mejor miremos primero, para no decir por decir.
(*) Aparecido en su columna del diario Perú21
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