miércoles, 16 de enero de 2008

LA VERDAD DEL APOGEO MACROECONOMICO





Crónicas de viaje (1) por Guillermo Giacosa (*)
Es la quinta vez que me aventuro a viajar a la Argentina en carro y, entre aquel primer viaje de 1985 y este del 2008, el paisaje y quizá también nuestra percepción se han modificado notablemente. Antes, llegar a la frontera era casi una hazaña. Parte de la ruta estaba sumergida bajo la arena y otra tenía huecos sorpresa que arrancaban gritos de dolor a la carrocería del vehículo.
Hoy, la pista hasta Tacna está en muy buenas condiciones e ingresar a Chile no produce, de ningún modo, esa sensación de otrora de abandonar el pasado para ingresar en el futuro. Más aún, debido al desgraciado terremoto que sufrió el vecino del sur en noviembre de 2007, muchas de sus pistas del norte están en vías de reparación y la comparación, en esta circunstancia, es favorable al Perú. Incluso la señalización es muy deficiente en el norte de Chile. Deseábamos ensayar la nueva ruta costera entre Iquique y Antofagasta (casi 500 kilómetros) y recién nos enteramos, casi llegando al túnel de Tocopilla, luego de dos largas horas de viaje, que el mismo estaba cerrado. Un carabinero, muy amable, nos dijo que esos doscientos y tantos kilómetros que acabábamos de recorrer se debían a un error de señalización ya que esta advertía que el túnel solo estaba cerrado para camiones y buses.
Antes, salir del puesto fronterizo peruano e ingresar a su similar chileno producía desasosiego por las diferencias abismales, tanto de atención como de infraestructura a favor de nuestro vecino. Hoy, el puesto donde finaliza el Perú es un complejo muy moderno y, en lo que respecta a mi experiencia, dotado de un personal muy correcto y eficiente. Además, hay en ellos un justificado orgullo de trabajar en un sitio tan moderno como agradable. Pareciera una reflexión superflua, pero cuánto puede influir en el rendimiento laboral la existencia de un ambiente físico agradable, por no hablar de la impresión que este ambiente causa en quienes ingresan al país.
En otro orden de cosas, varios trabajadores chilenos con quienes establecí conversación me hicieron una pregunta que también es muy común en el Perú: ¿Qué dicen de nuestro país en el exterior? A todos les di aquella versión oficial que dice que "Chile es un ejemplo del éxito del capitalismo". La respuesta, casi idéntica en griferos, empleados de hotel, mozos y otras personas del mismo nivel social, todas ellas ocupadas y trabajando en blanco, la podría resumir en un peruanismo que se ajusta exactamente a lo que me expresaron: "Eso dicen, pero nosotros acá no la vemos". Por supuesto que si hubiese conversado con los dueños de Saga Falabella, Ripley, LAN o de alguna otra trasnacional, la respuesta hubiese sido la misma que la de la versión oficial.
Esa ya la conozco: es la de la que se hacen eco los medios de comunicación. La otra, la de la calle, que es la única que refleja realmente la realidad, sigue siendo postergada hasta que el 'chorreo', que cada vez se parece más a la promesa del paraíso, comienza a hacerse realidad. Es decir, siendo realista, nunca
.
(*) Aparecido en su columna del diario Perú21

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