Piden tregua a médicos para no afectar a pacientes
Congresistas y obispo emérito de Chimbote invocan al diálogo para solucionar la huelga. Federación Médica Peruana aseguró que radicalizará su medida de lucha.
La Federación Médica Peruana (FMP) aseguró ayer que radicalizará sus acciones de lucha si el Ejecutivo no atiende sus demandas. Sin embargo, en el segundo día de huelga nacional indefinida, la medida parecía haber perdido fuerza, aunque todavía existen galenos que no han retomado sus actividades.
Diversas autoridades políticas y eclesiásticas pidieron una tregua a la FMP tras coincidir en que el gremio debería suspender la paralización para no perjudicar a los pacientes. Además, instaron a que se busque una solución a sus reclamos a través del diálogo.
RECHAZAN HUELGA. El congresista Daniel Robles, presidente de la Comisión de Salud, justificó las demandas gremiales, pero no avaló la metodología de la federación.
Robles destacó la voluntad de solución del ministro de Salud, Hernán Garrido Lecca, y rechazó la actitud de los huelguistas por no aceptar que se inicie el diálogo.
Para el legislador Walter Menchola, los reclamos de los médicos son justos ya que desde abril de 2006 no reciben la asignación extraordinaria por trabajo asistencial (Aeta). No obstante, reconoció que falta mayor disposición al diálogo por parte de aquellos.
DESDE LA IGLESIA. El obispo emérito de Chimbote, Luis Bambarén, también les pidió a los galenos que opten por la vía del diálogo y la concertación.
Consideró que estos son personas con una alta formación profesional, obligadas -por juramento- a atender a los enfermos. "Médicos del Perú, en sus manos está la salud o la enfermedad, la vida o la muerte de miles de enfermos pobres del país. Asuman su responsabilidad ante la sociedad y ante Dios, quien les pedirá cuentas de su profesión", expresó.
Entre tanto, Julio Vargas, presidente de la FMP, se reafirmó en la medida de lucha. "No podemos seguir trabajando en condiciones deplorables. No tenemos aumento en nuestras remuneraciones ni se ha repotenciado a los cerca de siete mil centros de salud que hay en el país", precisó.
Antes Hernan era un gordo chinchoso. Ahora es un flaco antipático y odioso. El autor de "la ballenita que no quería comer" ha actuado como sus compañeros de la manada bufaleril, desconociendo los justos reclamos de los médicos que trabajan en un Sector Salud de condiciones mínimas, realmente deplorables.Claro mientras pierde kilos su cuenta bancaria ha de haber engordado mucho, antes era íntimo amigo de Popy, sus conferencias de prensa las hacía en el Café Olé sin permiso de nadie, tanto así que cuando alguna vez se le reclamó por esa ostraza de ocupar espacio sin consentimiento (metía luces y cámaras, cables y microfónos) para que lo entrevisten en uno de sus temas idiotas como sus inventos o sus libros de cuentos (porque el puta se alucina escritor) el hombre movía sus mondongos medio gritando, yo soy muy amigo de Fernando (enemigo acérrimo de Alancito) . Ahora es más pata de quien antes defenestraba y criticaba públicamente, es decir con la plata baila el mono, digo el ex-chanchito práctico, ahora con interesantes vínculos con el Banco Azteca y supuesto gran chambeador con ambición de constructor. Bien haría en entender que la sindicalización es un derecho y que los maltratados médicos de este páis merecen -por lo menos- un ministro de la misma profesión y no un economista con una visión del futuro en donde mandan sus propios pequeños intereses. Como el mismo se ha autoproclamado Presidente del Sindicato de Enfermos y Pacientes, le pedimos pues a Hernancito que se deje esa teatralidad barata y que si no puede solucionar la huelga del sector, de un paso al costado (al final lo nombrarán embajador como a todos los ministros salientes) y deje el lugar a un profesional capaz, con vocación social de servicio que tenga el deseo de cambiar las cosas en este juego. La presencia de este sujeto solo alienta al pueblo a recurrir a la intervención extranjera del ALBA para resolver sus problemas de salud. Mientras tanto el escribe un cuento sobre la ballenita que quiere ser tiburoncito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario